El Constructivismo Pedagogico
Enviado por dialisis • 3 de Marzo de 2015 • 1.224 Palabras (5 Páginas) • 202 Visitas
Que el conocimiento y el aprendizaje humano sean una construcción mental no significativa que tengamos que caer en la ilusión, en la ficción o en una versión deformada de lo real, sino más bien reconocer que el “fenómeno real” es un producto de la interacción sujeto congnoscente- objeto conocido, que es imposible separa radicalmente al investigador de lo investigado y que los datos y hechos científicos surgen o son creados por esta interacción interrumpida. Nuestro mundo tal como lo vemos nos es copia de ninguna realidad “externa”, ni del mundo exterior extraemos conceptos ni leyes. Nuestro mundo es un mundo humano, producto de la interacción humana con los estímulos naturales y sociales que hemos alcanzado a procesar desde nuestras “operaciones mentales”, como las llamó Piaget superando las viejas categorías innatas del entendimiento con las cuales Kant inaugurara desde el siglo XVI I I el
constructivismo filosófico, tal como lo pudimos explicar desde el capítulo 1 de este trabajo.
Lo que implica semejante posición filosófica constructivista es que, en primer lugar, el conocimiento humano no se recibe pasivamente ni del mundo ni de nadie, sino que es procesado y construido activamente por el sujeto que conoce. En segundo lugar, la función cognoscitiva está al servicio de la vida, es una función adaptativa, y en consecuencia lo que permite el conocimiento al conocedor es organizar su mundo, su mundo experiencial, vivencial.
Lo que plantea el constructivismo pedagógico es que el verdadero aprendizaje humano es una construcción de cada alumno que logra modificar su estructura mental, y alcanzar un mayor nivel de diversidad, de complejidad y de integración. Es decir, el verdadero aprendizaje es aquel que contribuye al desarrollo de la persona. Por esto el desarrollo no se puede confundir con la mera acumulación de conocimientos, de datos y experiencias discretos y aislados. Al contrario, el desarrollo
del individuo en formación es el proceso esencial y global en
función del cual se puede explicar y valorar cada aprendizaje particular, como lo han planteado los pedagogos clásicos. La clásica discusión pedagógica entre educar e instruir precisamente aclaró que lo importante no era informar al individuo ni instruirlo sino desarrollarlo, humanizarlo.
En este sentido constructivista se expresaba María Monstessori a comienzos del siglo XX, cuando proclamaba que “un niño no es un adulto pequeño” al que le faltara información aprendizajes, sino una persona en desarrollo cualitativamente diferente en afecto y pensamiento, y como tal debería tratarse. Y los demás pedagogos de la escuela nueva, incluyendo a Dewey, Decroly y Claparede, enfatizaron el “principio de la actividad”, en el sentido de que es haciendo y experimentando como el niño aprende, es desde la propia actividad vital del niño como éste se desarrolla; partiendo de sus intereses y necesidades es como el niño se autoconstruye y se convierte en protagonista y eje de todo el proceso educativo. Precisamente por su carácter cosntructivo el primer gran movimiento pedagógico mundial se llamó también “Escuela Activa”.
Varios años más tarde Piaget, con sus investigaciones psicogenéticas, define con mayor precisión las etapas sucesivas a través de las cuales el niño va construyendo sus nociones, sus conceptos y sus operaciones lógico- formales. Según él, el desarrollo se produce no simplemente por la dialéctica maduración- aprendizaje, sino por un proceso más complejo que abarca y articula cuatro factores
El constructivismo
pedagógico
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