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El Desarrollo Como Discurso


Enviado por   •  20 de Noviembre de 2011  •  6.711 Palabras (27 Páginas)  •  1.474 Visitas

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Introducción:

Finalizada la segunda guerra y creada la O.N.U (organización de naciones unidas) nacen las nuevas políticas en ayuda a las 2/3 parte de las población de el mundo que se encontraban sumergido en la pobreza, (América latina, áfrica y parte de Asia) en el presente trabajo se dará a conocer como después de un discurso bélico se empieza hablar del campo social, la visión del mundo y la modernidad o industrialización en pocas palabras como las potencias tratan de formular un nuevo proceso de colonización a través de un nuevo discurso como lo es el desarrollo ¿construcción o desconstrucción del nuevo mundo?

Es entonces como desde aquel periodo de la posguerra el mundo queda dividido en 3 partes: primer mundo, segundo mundo y el tercer mundo. La industrialización y el desarrollo del capitalismo nos llevo a tener un planeta globalizado que no es más que la integración de un solo mercado y una economía (hegemonía de poder) basada en el mayor enriquecimiento del lucro que genero exclusión en la mayoría de sus pobladores es decir los pobres pasaron a ser más pobres y los ricos más ricos, también podrán analizar el por qué en estas últimas 5 décadas se desataron las peores guerras en Asia, áfrica y América latina.

El fin de esta investigación es ver como hoy en día el desarrollo como discurso no es más que una política de mantenernos atrapado o subordinado ante el poder de E.E.U.U y EUROPA y sus transnacionales. Es ver como estas potencias no respetan la soberanías, y como tratan de imponerles unos nuevos valores hasta cambiar las cultura o tradiciones de los pueblos.

El Desarrollo y la Antropología de la Modernidad

En su discurso de posesión como presidente de Estados Unidos el 20 de enero de 1949, Harry Truman anunció al mundo entero su concepto de “trato justo”. Un componente esencial del concepto era su llamado a Estados Unidos y al mundo para resolver los problemas de las “áreas subdesarrolladas” del globo:

Más de la mitad de la población del mundo vive en condiciones cercanas a la miseria. Su alimentación es inadecuada, es víctima de la enfermedad. Su vida económica es primitiva y está estancada. Su pobreza constituye un obstáculo y una amenaza tanto para ellos como para las áreas más prósperas. Por primera vez en la historia, la humanidad posee el conocimiento y la capacidad para aliviar el sufrimiento de estas gentes… Creo que deberíamos poner a disposición de los amantes de la paz los beneficios de nuestro acervo de conocimiento técnico para ayudarlos a lograr sus aspiraciones de una vida mejor… Lo que tenemos en mente es un programa de desarrollo basado en los conceptos del trato justo y democrático… Producir más es la clave para la paz y la prosperidad. Y la clave para producir más es una aplicación mayor y más vigorosa del conocimiento técnico y científico moderno (Truman, 1964).

La doctrina Truman inició una nueva era en la comprensión y el manejo de los asuntos mundiales, en particular de aquellos que se referían a los países económicamente menos avanzados. El propósito era bastante ambicioso: crear las condiciones necesarias para reproducir en todo el mundo los rasgos característicos de las sociedades avanzadas de la época: altos niveles de industrialización y urbanización, tecnificación de la agricultura, rápido crecimiento de la producción material y los niveles de vida, y adopción generalizada de la educación y los valores culturales modernos. En concepto de Truman, el capital, la ciencia y la tecnología eran los principales componentes que harían posible tal revolución masiva. Solo así el sueño americano de paz y abundancia podría extenderse a todos los pueblos del planeta.

Este sueño no era creación exclusiva de Estados Unidos, sino resultado de la coyuntura histórica específica de finales de la Segunda Guerra Mundial. En pocos años, recibió el respaldo universal de los poderosos. Sin embargo, no se consideraba un proceso fácil; como era de esperarse, los obstáculos contribuyeron a consolidar la misión. Uno de los documentos más influyentes de la época, preparado por un grupo de expertos congregados por Naciones Unidas, lo que proponía el informe era nada menos que la reestructuración total de las sociedades “subdesarrolladas”. La declaración podría parecernos hoy sorprendentemente etnocéntrica y arrogante, ingenua en el mejor de los casos; sin embargo, lo que requiere explicación es precisamente el hecho de que se emitiera y tuviera sentido. Demostraba la voluntad creciente de transformar de manera drástica dos terceras partes del mundo en pos de los objetivos de prosperidad material y progreso económico. A comienzos de los años cincuenta, esta voluntad era ya hegemónica en los círculos de poder.

Orientalismo, Africanismo, Desarrollismo

Hasta finales de los años setenta, el eje de las discusiones acerca de Asia, África y Latinoamérica era la naturaleza del desarrollo. Como veremos, desde las teorías del desarrollo económico de los años cincuenta hasta el “enfoque de necesidades humanas básicas” de los años setenta, que ponía énfasis no solo en el crecimiento económico per se como en décadas anteriores, sino también en la distribución de sus beneficios, la mayor preocupación de teóricos y políticos era la de los tipos de desarrollo a buscar para resolver los problemas sociales y económicos en esas regiones. Aun quienes se oponían a las estrategias capitalistas del momento se veían obligados a expresar sus críticas en términos de la necesidad del desarrollo, a través de conceptos como “otro desarrollo”, “desarrollo participativo”, “desarrollo socialista”, y otros por el estilo. En resumen, odía criticarse un determinado enfoque, y proponer modificaciones o mejoras en concordancia con él, pero el hecho mismo del desarrollo y su necesidad, no podían ponerse en duda. El desarrollo se había convertido en una certeza en el imaginario social.

De hecho, parecía imposible calificar la realidad social en otros términos. Por doquier se encontraba la realidad omnipresente y reiterativa del desarrollo: gobiernos que diseñaban y ejecutaban ambiciosos planes de desarrollo, instituciones que llevaban a cabo por igual programas de desarrollo en ciudades y campos, expertos de todo tipo estudiando el “subdesarrollo” y produciendo teorías ad nauseam. El hecho de que las condiciones de la mayoría de la población no mejoraran sino que más bien se deterioraran con el transcurso del tiempo no parecía molestar a muchos expertos. La realidad, en resumen, había sido colonizada por el discurso del desarrollo, y quienes estaban insatisfechos con este estado de cosas tenían que luchar dentro del mismo espacio discursivo

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