El Embarazo

1.1. Primeros síntomas

Hay mujeres que notan que están embarazadas incluso antes de tener un retraso en la menstruación, aunque no es lo habitual.

Los síntomas más comunes son los siguientes:

Falta de menstruación

Tensión en el pecho

Pesadez del abdomen

Cansancio y sueño

Ganas de ir al baño más de lo habitual

Náuseas

Olfato más desarrollado

Lo mejor cuando se empiezan a notar estos síntomas es hacerse la prueba de embarazo y, en caso de estar embarazada, decidir lo que se va a hacer. Es importante no tomar esta decisión a la ligera ya que, en cualquier caso, siempre podemos arrepentirnos de la decisión que tomamos cuando ya no hay vuelta atrás.

1.2. Primer trimestre

En los tres primeros meses, el bebé crecerá muy rápido, pasando por distintas fases. Primero será un espermatozoide, luego un cigoto, después un embrión, y finalmente un feto.

1.2.1. Semanas 2 a 4

En estas semanas el óvulo empieza a dividirse. Mientras se multiplica, viaja por la trompa de Falopio hasta la cavidad uterina.

La progesterona relajará el esfínter y el cigoto llegará a la matriz. Aquí el cigoto tiene dos partes, el endodermo, que es lo que hará que se desarrolle el bebé, y el ectodermo, que formará la placenta, el cordón umbilical, el saco amniótico y el corion, que es lo que más tarde formará el vello que recubrirá al feto.

Estas primeras semanas son muy peligrosas para el futuro bebé. Cualquier fallo en este delicado proceso puede terminar en unos días de retraso de la menstruación.

1.2.2. Semanas 5 y 6

Tu bebé ya es un embrión y se parece a un caballito de mar. En estas semanas, se formará el tubo neural, que más tarde será el sistema nervioso, y poco a poco se distingue dónde estará su cabecita.

La cavidad amniótica está ahora llena de líquido y el embrión está protegido y ya está unido a la placenta mediante el cordón umbilical. Empiezan a distinguirse los órganos y la médula espinal, y ya tiene un corazón capaz de latir.

Los brazos y las piernas son unos bultitos a los lados del cuerpo. Ha pasado un mes desde la concepción, y tu bebé mide 5 mm.

1.2.3. Semanas 7 a 10

El corazón de tu bebé ha doblado su tamaño. Empiezan a distinguirse unos grandes ojos redondos, su naricita, las orejitas e incluso los labios.

Los órganos siguen su desarrollo y se empiezan a ver las vértebras a lo largo de la espalda. Su cuerpo se va enderezando, aunque su cabeza es muy grande en comparación con el resto de su cuerpo.

Ahora es muy activo, aunque aún no puedes notar sus movimientos.

Con dos meses de vida, tu bebé mide 3 cm y pesa 3 g.

1.2.4. Semanas 11 a 14

Ahora tu bebé ya tiene más forma humana, aunque su cabeza es casi la mitad del tamaño de su cuerpo. Ahora ya no es un embrión, sino un feto. Sus ojos se han centrado y aunque están cerrados, se transparentan a través de la piel.

La nariz y las orejas están bien formadas y ya se ha desarrollado el cuello. También tiene manos y pies, incluso deditos.

A los tres meses de vida, tu bebé ya es una personita de 10 cm y 45 g.

1.2.5. Tu mente y tu cuerpo

Como con el embarazo, las hormonas se revolucionan, es normal que tengas cambios bruscos de humor. Además, si eres primeriza, no debes sorprenderte si convertirte en madre te crea miedos e inseguridad.

También es muy normal el agotamiento en los primeros meses, así que descansa todo lo que puedas. Si eres una persona que normalmente no recuerda lo que sueña notarás que en los primeros meses soñarás mucho más.

Es posible que notes molestias similares a las de la regla. Esto se debe a que el útero se hace más grande y provoca tensión sobre los ligamentos y el sacro. Estas molestias se pueden aliviar con un baño caliente.

También es posible que el pecho aumente y, por tanto, notes una presión. También lo notarás más sensible, verás las venas a través de la piel, los pezones serán más sensibles y estarán más erectos y la areola será más oscura. También es posible que aparezcan unos bultitos alrededor de los pezones, tranquila, son completamente normales. Para aliviar estas molestias puedes aplicarte compresas de agua fría y crema antiestrías. El sujetador tiene que ser cómodo y sin aros.

Las náuseas y vómitos son el síntoma más común del embarazo. También aumentan la saliva y el sudor. Es fácil aliviar las náuseas. Antes de levantarte de la cama come cereales o galletas y no te levantes hasta que veas que han desaparecido. Cuando vayas a levantarte, hazlo despacio y con movimientos suaves.

Además, también es muy fácil, sobretodo en épocas de calor, que te marees. Esto se debe a bajadas de azúcar o de tensión, muy comunes en el embarazo. Evita los espacios cerrados, cambia de posición con movimientos suaves, sobretodo si estás tumbada y tienes que levantarte. Cuando te marees, toma un refresco de cola a sorbitos o come unos frutos secos. Quítate la ropa de abrigo y siéntate, y si es posible, túmbate sobre el lado izquierdo.

Las ganas de orinar aumentan, ya que al crecer el útero, presiona la vejiga. Intenta ir al baño en cuanto empiecen las ganas, así evitarás infecciones de orina.

Hay veces en que la nariz se tapona, ya que las mucosas se vuelven más sensibles. Pon un humidificador cerca de la cama y límpiate con suero fisiológico cada vez que lo necesites.

Durante el primer trimestre, solo deberás ganar uno o dos kilos, y es muy importante no tomar nada que pueda ser tóxico para el bebé: elimina el alcohol, reduce el café y el té, no te automediques…

1.2.6. El control de tu salud

Es importante que cuando el test de embarazo dé positivo, vayas a pedir visita con una comadrona para que te haga el control del embarazo. En la primera visita, el ginecólogo revisará tu historial médico para repasar antecedentes familiares y personales y descartar factores de riesgo. También te tomarán la tensión, te pesarán, medirán la altura de tu útero y el estado de tu periné, entre otras exploraciones. Te dirá la fecha probable de parto, aclarará tus dudas y te aconsejará. Te recetará ácido fólico para prevenir defecto en el tubo neural del feto. Los dos primeros trimestres, las visitas serán mensuales. La comadrona te pedirá un análisis de orina y otro de sangre. En el análisis de sangre se busca mirar el estado inmunitario con enfermedades que pueden afectar al feto, como la toxoplasmosis, el VIH, la hepatitis B, la sífilis o la rubeola. También se comprueba el grupo sanguíneo

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