El Futuro Es Incierto

La mayoría de las personas se proyectan en el tiempo, planifican su día a día, se proponen metas y objetivos, toman pequeñas o grandes decisiones, pensando de qué manera éstas influirán en su futuro. Sin embargo, más de alguno de los presentes debe haber escuchado la frase “el futuro es incierto”; entonces les pregunto a  ustedes ¿Por qué tantas planificaciones con respecto a lo que está por venir si ni siquiera tenemos la certeza de que estas ocurrirán? Para poder responder esta pregunta a lo largo de este discurso, debemos retroceder en el tiempo y situarnos justo en el momento cuando comenzamos nuestra enseñanza media, sí, allí donde el peso de  las notas aumentaron, allí donde se iniciaron las primeras charlas vocacionales, las visitas de diversas universidades, el momento en el que surge la típica pregunta ¿Qué quieres hacer cuando salgas de cuarto medio? Y otras interrogantes que sin duda se repiten hasta hoy,  nuestro último año, el año en el cual nuestras metas deberían estar cumpliéndose,  además de hacernos cargo de nuestras nuevas responsabilidades, pasar tiempo con nuestras amistades y  en algún momento del día pensar en lo distinto que será nuestra vida al terminar el año. Me  imagino que ya se habrán preguntado ¿Qué estaré haciendo a fin de año, el próximo o quizás en diez años más? Varios de ustedes ya tendrán escogida alguna carrera para continuar estudios, quizás otros aún buscan una, algunos piensan en el futuro de sus hijos, otros, quizás piensan en tenerlos, además existirán los que planean trabajar, o simplemente aquellos que aún no tienen claras sus motivaciones en la vida. Es por esto que les digo a esas personas: no se preocupen, el tiempo les traerá las respuestas a sus interrogantes en su debido momento y con madurez podrán reconocerlas.   Pero antes de realizar aquellas proyecciones debemos recorrer un largo camino,  que sin duda tendrá  altos y bajos, allí habrán personas que se darán por vencidas en las inclinadas pendientes que nos pondrá  la vida, mientras que otros seguirán el recorrido sin miedo a fracasar a pesar de las dificultades; ahí entre esas personas es donde debemos estar nosotros, sin importar lo difícil que sea dar el primer paso.   Por ejemplo, en ocasiones nos esforzamos, realizamos con entusiasmo nuestros proyectos, sin embargo, nada termina como lo esperábamos, nos desalentamos y ponemos fin a nuestros planes sin volver a retomarlos. Pero se han preguntado  ¿Qué  sucedería si las personas con discapacidades no volvieran a intentarlo?, hay muchas historias de superación personal, así como algunos de los personajes a los que, con tantas cosas en su contra, logran torcerle la mano al destino demostrándonos que no hay que rendirse

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