El Maestro Y Su Practica Docente
Enviado por cuapantecatl • 13 de Enero de 2014 • 434 Palabras (2 Páginas) • 231 Visitas
UN RECURSO PARA CAMBIAR LA PRÁCTICA: EL DIARIO DEL PROFESOR
En primer lugar afirmaríamos que la práctica no es solo “lo que se ve”, sino también lo que hay detrás de lo que se ve. O lo que es lo mismo, que nuestros actos como profesionales están guiados y justificados por un conjunto de ideas, creencias, concepciones, etc., del tipo: “a los alumnos hay que formarlos para…”; “hay que trabajar estos contenidos porque …”; “ la mejor manera de enseñar es…”; “ el tiempo y el espacio lo organizo así porque” ; “ conocer consiste en”… ; “la escuela debe servir para…” (hay tantos ejemplos en la literatura reciente que apoyan a esta idea, que no nos vamos a detener para justificarla).
En primer lugar cuando hablamos de investigación estamos haciendo referencia a un proceso sistemático mediante el cual se genera o construye conocimiento acerca de algo o alguien. Si hablamos de investigación escolar, estamos haciendo referencia a dos asuntos: que el objeto es la escuela, y que los sujetos que construyen o generan conocimiento “sobre la escuela”, son los mismos que trabajan en ella, o sea los profesores; por tanto hablamos de investigación “sobre” , que se hace “en la escuela”. Y todo ello desde la perspectiva de transformar, cambiar o hacer evolucionar el estado actual de las cosas.
En el primer momento el diario a de propiciar, fundamental mente el desarrollo de las capacidad de descripción de la dinámica del aula, por parte de su autor, a través del relato sistemático y por pormenorizado de los distintos acontecimientos y situaciones cotidianas. Podemos comenzar simplemente registrando pequeñas impresiones que, como una película, se nos queda después de terminar o en el intervalo, de una jornada. Eso que recordamos cuando volvemos a casa, o cuando conducimos todavía con el reflejo en la memoria de la situaciones vividas en clase recientemente. Progresivamente, conviene hacerlo de una manera más sistemática, siguiendo por ejemplo un guion fijado con anterioridad.
Pues bien aún que da un paso más, quizás el más problemático: queda la aplicación del nuevo diseño a la práctica. Conocer nuestros problemas, investigarlos cambiar las concepciones asociadas con ellos y preparar hipótesis de intervención novedosa que pretenda resolverlos son pasos obligados a nuestro desarrollo profesional, pero todo ello servirá de poco si al final nuestra practica no cambiara o, lo que es peor, no tuviéramos datos fiables sobre si realmente cambia o no cambia. Por lo tanto analicemos ahora la función del Diario como instrumento para transformar las nuevas concepciones, el nuevo programa de intervención, en una nueva practica conscientemente
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