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El Manifiesto Comunista


Enviado por   •  10 de Agosto de 2014  •  2.144 Palabras (9 Páginas)  •  164 Visitas

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Capítulo I: Burgueses y proletarios

El texto empieza desarrollando la idea de que la historia de la sociedad humana es una historia de luchas de clases opresoras y clases oprimidas, y que en la actual sociedad la humanidad tiende a dividirse entre dos clases antagónicas: burguesía y proletariado.

Luego de esto, se hace un repaso histórico desde las últimas épocas de la sociedad feudal hasta la "moderna sociedad burguesa", encontrando en el desarrollo económico el hilo que explica los radicales cambios políticos y culturales que causaron que la segunda surgiera revolucionariamente de la descomposición de la primera.

La historia de la transición entre la sociedad feudal y la sociedad moderna es también la historia del ascenso de la burguesía a clase dominante: desde su surgimiento en las primeras ciudades de la Edad Media, la creación de comunas y municipios independientes, luego su carácter de tercer Estado en las monarquías, hasta que "implantada la gran industria y abiertos los cauces del mercado mundial (...) conquista la hegemonía política y crea el moderno Estado representativo", el cual, según los autores, es "el Consejo de administración que rige los intereses colectivos de la clase burguesa".

Marx y Engels reivindican el papel revolucionario que tuvo la burguesía: "Dondequiera que se instauró, echó por tierra todas las instituciones feudales, patriarcales e idílicas." Al explotar el mercado mundial, la burguesía destruye las trabas nacionales al incremento de la producción y el comercio, subordina o hace desaparecer a las clases feudales, somete al campo a la ciudad, a los "pueblos bárbaros y semibárbaros" a las "naciones civilizadas", y da lugar a un movimiento aglutinador de los medios de producción, la propiedad, y los habitantes de cada país, lo cual, a su vez, conduce a un proceso de centralización política y a un cosmopolitismo cultural. De esta manera, la burguesía crea un único mundo civilizado con su sello de clase.

Pero, al "contrario de cuantas clases sociales la precedieron, que tenían todas por condición primaria de vida la intangibilidad del régimen de producción vigente", la burguesía "no puede existir si no es revolucionando incesantemente los instrumentos de la producción, que tanto vale decir el sistema todo de la producción, y con él todo el régimen social." Y en este desarrollo incesante de las fuerzas productivas Marx y Engels vaticinan que la época de la burguesía tiene un límite en las propias relaciones de producción burguesas. La sociedad feudal debía descomponerse porque sus relaciones de producción obstaculizaban el desarrollo de las fuerzas productivas, lo cual determinó que la burguesía, la representante de estas nuevas fuerzas productivas, tarde o temprano tuviera que entrar en lucha política contra la nobleza y hacerse del poder político para romper esas trabas. Este conflicto entre fuerzas productivas y relaciones de producción estaba volviendo a ocurrir: "Desde hace varias décadas, la historia de la industria y del comercio no es más que la historia de las modernas fuerzas productivas que se rebelan contra el régimen vigente de producción, contra el régimen de la propiedad, donde residen las condiciones de vida y de predominio político de la burguesía." Se cita como ejemplo de ello a las crisis comerciales.

Marx y Engels anuncian que la nueva clase revolucionaria que terminará con el régimen burgués para poner en pie las nuevas relaciones de producción es el proletariado, "esa clase obrera moderna que sólo puede vivir encontrando trabajo y que sólo encuentra trabajo en la medida en que éste alimenta a incremento el capital."

En los párrafos siguientes Marx y Engels describen el mundo industrial en el que vive el proletariado, la tendencia de las clases medias empobrecidas a engrosar sus filas, y la historia de su lucha contra el régimen burgués de producción, que ha ido desde la confrontación aislada entre obreros y burgueses individuales hasta llegar a la confrontación de las dos clases. Es el mismo desarrollo acelerado de la industria el que nivela las condiciones obreras, cohesiona a los proletarios, y presenta su asociación de clase como primera necesidad para la lucha por sus intereses sociales, contrarios a los de la clase de los burgueses.

Sin embargo, la revolución proletaria no tiene objetivos similares a los que tuvo la revolución burguesa: "Todas las clases que le precedieron y conquistaron el Poder procuraron consolidar las posiciones adquiridas sometiendo a la sociedad entera a su régimen de adquisición. Los proletarios sólo pueden conquistar para sí las fuerzas sociales de la producción aboliendo el régimen adquisitivo a que se hallan sujetos, y con él todo el régimen de apropiación de la sociedad. Los proletarios no tienen nada propio que asegurar, sino destruir todos los aseguramientos y seguridades privadas de los demás. (...) Hasta ahora, todos los movimientos sociales habían sido movimientos desatados por una minoría o en interés de una minoría. El movimiento proletario es el movimiento autónomo de una inmensa mayoría en interés de una mayoría inmensa. El proletariado, la capa más baja y oprimida de la sociedad actual, no puede levantarse, incorporarse, sin hacer saltar, hecho añicos desde los cimientos hasta el remate, todo ese edificio que forma la sociedad oficial."

Los autores terminan este capítulo señalando la muerte histórica de la burguesía y la victoria del proletariado como "igualmente inevitables" debido a la incapacidad de la burguesía para elevar las condiciones de vida del proletariado que, lejos de ello, decaen constantemente producto del desarrollo de la gran industria dentro del régimen de producción burgués.

Capítulo II: Proletarios y comunistas

Los autores dejan claro que los comunistas "No tienen intereses propios que se distingan de los intereses generales del proletariado. No profesan principios especiales con los que aspiren a modelar el movimiento proletario." y que "El objetivo inmediato de los comunistas es idéntico al que persiguen los demás partidos proletarios en general: formar la conciencia de clase del proletariado, derrocar el régimen de la burguesía, llevar al proletariado a la conquista del Poder."

Lo que distingue a comunistas de proletarios es "que destacan y reivindican siempre, en todas y cada una de las acciones nacionales proletarias, los intereses comunes y peculiares de todo el proletariado, independientes de su nacionalidad, y en que, cualquiera que sea la etapa histórica en que se mueva la lucha entre el proletariado

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