El Mercurio 8 de Marzo

El Mercurio

Líderes responden: ¿Qué se necesita para que más mujeres encabecen importantes cargos económicos? Cambio cultural, voluntad y ley de cuotas son algunos de los aspectos que ministros, economistas y empresarios del país exponen para disminuir la brecha de género, a horas de conmemorarse el Día Internacional de la Mujer. 07 de Marzo de 2017

Por Marcela Flores y Fernanda Villalobos,

Rodrigo Valdés Ministro de Hacienda: Desde su implementación en 1814, ninguna mujer ha sido jefa de finanzas públicas.

Necesitamos fomentar la corresponsabilidad entre padres y madres para que las responsabilidades familiares no sean motivo de postergación profesional para las mujeres. Simultáneamente, necesitamos visibilizar a las líderes, tanto del sector público como privado, y potenciar la generación de redes para que la experiencia que puedan compartir entre ellas y con las profesionales más jóvenes impulse nuevos liderazgos. Los hombres no debemos tener miedo a que las mujeres tengan más poder.

Rosanna Costa Consejera del Banco Central. Segunda mujer en participar como miembro del Consejo desde su conformación en 1990.

Me parece que la presencia de mujeres líderes debe ser producto de un proceso cultural, tanto desde los hombres como de nosotras mismas, las mujeres. Como tal, antes que la imposición, debiera responder a incentivos que lo fomenten, hasta niveles que acomoden, y permitan la adaptación a menores costos para todos. Los procesos culturales no son simples ni tan rápidos como quisiéramos y ello tensiona el desarrollo de estas agendas, lo que debemos manejar con cuidado

Alberto Salas Presidente de la CPC. De los 22 líderes que ha tenido el gremio, ninguno ha sido mujer.

 Contar con más mujeres en el mercado laboral y con más liderazgos femeninos en las empresas es un desafío que nuestra sociedad aún tiene pendiente y en el cual es clave avanzar. La inclusión de la mujer trae evidentes beneficios en materia de reducción de la pobreza, igualdad de oportunidades, eficiencia en las empresas y mayor productividad. Para avanzar en esto, debemos dar pasos decididos hacia un cambio cultural que fomente la incorporación de mujeres en los distintos ámbitos de toma de decisiones de las empresas y otras instituciones. Sería positivo que tanto en el sector privado como público, se implementen acciones voluntarias para fomentar la promoción de mujeres en puestos de alta responsabilidad y liderazgo. Esto debe ir de la mano de políticas públicas que faciliten su incorporación al mundo del trabajo, al permitirles compatibilizar las responsabilidades laborales con la vida familiar y personal". Me parece que hay muchas mujeres muy capaces que pueden asumir la tarea, y que pueden aportar mucho. A veces el costo las desmotiva.

Rocío Fonseca Directora de Start Up Chile. Cuarta directora de la institución y primera mujer.

Tanto en el mundo del emprendimiento como de las organizaciones públicas y privadas tenemos mujeres altamente competitivas para liderar equipos y llevar adelante desafíos. Lo que falta es cambiar la mentalidad de los tomadores de decisión que permiten cambiar las reglas del juego y dar oportunidades. Por ejemplo, en las organizaciones las estructuras administrativas están, sólo es un tema de voluntades. En el mundo de emprendimiento se repite el mismo comportamiento, al momento del levantamiento de capital, los inversionistas prefieren invertir en equipos liderados por hombres que por mujeres. Es un tema de cambio de voluntad de quienes toman las decisiones”

Hermann von Mühlenbrock Presidente de la Sofofa. Los 34 presidentes que ha tenido el gremio han sido hombres.

Lo primero que se necesita es romper la inercia cultural en la que nos encontramos en este tema. Hay cierta tendencia cultural en las empresas a creer que esos espacios no van a ser ocupados por mujeres; y, por otra, hay una cierta sensación -por parte de las mujeres- a considerar que esos espacios no están disponibles. Para esto, parto por ser contrario a cuotas obligatorias y permanentes, porque no son justas para la mujer y son perjudiciales para la gestión de las empresas. No son justas para la mujer porque llevan implícito el mensaje que, de no existir la norma obligatoria, ellas no serían seleccionadas para el cargo. Y yo creo todo lo contrario. Si superamos esta inercia cultural ocurrirá exactamente lo opuesto: ellas no sólo justificarán su presencia, sino que generarán la obvia convicción de la necesidad de su presencia en las empresas. Estoy convencido, y así lo demuestra la evidencia, de que estas buenas prácticas se pueden establecer y darán frutos.

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