El México Que Nos Duele

El México que nos duele. Crónica de un país sin rumbo.

Después de haber leído el libro, el México que nos duele de Alejandro Rosas y Ricardo Cayuela Gally me termine haciéndome estas preguntas que creo que todo mexicano, al menos con cierto nivel de estudio, se ha preguntado en algún momento y es la base de la realización de este ensayo.

Nuestro país, históricamente había sido gobernado por el líderes de las culturas mesoamericanas, principalmente por el líder de la cultura azteca, todos estos líderes eran visualizados de la misma manera, eran parte dioses o eran los elegidos por los dioses para comunicar al pueblo las acciones que los dioses querían que se realizaran, eran figuras divinas, veneradas y respetadas, pero por sobre todo, su palabra era la ley, el pueblo vivía subordinado a ellos y es así como comienza la historia de los gobiernos en nuestro país.

A la llegada de los españoles y la conquista, la metodología del gobierno no cambia mucho, y los cambios que tuvo fueron solo para subordinar aún más a las personas, pues la matanza de los guerreros, la violación de las mujeres, la imposición de una religión y la destrucción de sus costumbres y creencias, genero un sentimiento de dolor, desesperación, miedo y rencor hacia los conquistares, pero los nativos no eran capaces de hacer nada en contra de los mismo más que obedecer. Podemos observar con esta secuencia de poder como el pueblo se ve sometido a sus líderes, el problema real está en que este estilo de vida se vuelve costumbre.

Luego llega el movimiento de independencia, cabe aclarar que los iniciadores de este movimiento fueron los criollos en contra de los españoles, no el pueblo nativo que decidió revelarse en contra de sus opresores, el resultado final de esta épica batalla que comienza en 1810 es un nuevo gobierno, una monarquía dirigida por Agustín de Iturbe, la cual no duro nada, además que España tardo 15 años más en aceptar la independencia de México.

Seguido de este hecho llegan un sinfín de luchas armadas, revueltas internas, golpes de estado, la intervención Francesa, la invasión por parte de E.U.A. Todas estas formas de imponer un nuevo estilo de gobierno, de dominar y someter por medio de la violencia, la guerra, las armas y sin embargo, los involucrados no eran muchos, no en todo México se sentía el peso real de las batallas libradas durante su historia, gran parte de la población solo aceptaba los resultados y seguía con su vida como si nada hubiera pasado, por otro lado, aquellos que peleaban e imponían un nuevo gobierno, creían en el cambio, terminaban por implantar a una nueva imagen en el poder, a una persona y depositaba toda su esperanza en ellos de la misma forma en que las culturas mesoamericanas lo hacían con sus líderes.

La realidad es que durante todas estas luchas, las buenas intenciones no faltan, se formaron congresos comprometidos a mejorar el país, a establecer leyes justas y consolidar gobiernos eficaces, pero desde estas épocas la lucha era por tener la posición del poder, porque los golpes de estado se daban contra todos los bandos y el fin último de un golpe de estado es apoderarse del poder.

En México hablamos sobre la corrupción de los políticos, la falta de competencia de los mismos y los malos actos y malas decisiones que tomaron y los culpamos de la situación del país, pero al mismo tiempo tenemos héroes que, según los libros de historia de la primaria, son los padres de la patria, los justos, aquellos que buscaban el bien del país y por los cuales se logró llegar a lo que México es hoy, entonces ¿A ellos debemos culpar de lo que es México hoy?. Héroes como Benito Juárez, que es un personaje simbólico de la liberación y la igualdad en el país manejaron, de la misma manera que lo hubiera hecho cualquier otro, al país como quisieron en el momento en el que estaban en el poder, incluso se le otorgo por parte del congreso el poder absoluto por la situación crítica de la invasión que pasa el país en aquel momento, Juárez que defendía la no reelección termina por reelegirse.

Miguel Hidalgo considerado como el padre de la patria, solo hay que pensar en su origen criollo para entender que sus intenciones nunca fueron liberar al pueblo mexicano.

A pesar de todo, los mexicanos seguimos culpando por sobre todo a Don Porfirio Díaz, personaje que no solo gobernó al país como quiso y el tiempo que quiso, si no que desarmo y reconstruyo el congreso a su beneficio y el de sus allegados, no es que fuera el primero en hacerlo, pero le importaba tan poco que lo hacía de manera pública, sin necesidad de esconder nada, pues él era el presidente, el monarca absoluto de nuestro país. Creo que aquí podemos ver como él es tan apabullado por las personas del día de hoy y más por su actitud que por lo que realmente hizo, ya que en su gobierno el país tuvo una prosperidad económica y un auge industrial como el que no se había visto jamás, la construcción de vías férreas, crecimiento del sector agropecuario, desarrollos siderúrgicos, y otras tantas cosas que realmente fomentaron el desarrollo del país de ahí en adelante, pero fue su

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