El PROYECTO FORMATIVO INTEGRADOR

En México la educación en el nivel Medio Superior, por décadas, se caracterizo por su desarticulación y dispersión, así como por la carencia de programas y políticas públicas que le dieran sentido e identidad. Entre los abundantes indicadores, destaca que contaba con más de 200 planes de estudios utilizados por las distintas instituciones, planes que eran distintos y prácticamente sin nexos; paradójicamente, no existía movilidad ni tránsito entre dichos subsistemas.

El nivel Medio Superior también ha sido tradicionalmente el de mayor reprobación y repetición, lo cual se refleja en la trayectoria de sus egresados. Aún entre quienes logran graduarse, solamente el 50% continúa con la Educación Superior; la mayor tasa de desempleo entre toda la población de México se observa precisamente entre los jóvenes de 18 años que egresa del bachillerato.

Estos indicadores fueron los detonantes que determinaron la urgencia de atender a este nivel educativo. En la primera década del Siglo XXI México cuenta con el número más grande de jóvenes en toda su historia.

El proyecto de cambio para mejorar la calidad de la Educación Media Superior que propusieron las autoridades educativas, consistió en iniciar una Reforma Integral para la creación del Sistema Nacional de Bachillerato en un marco de diversidad. Esta propuesta concilia la necesidad de dotar al nivel medio superior de una identidad, orden, articulación y pertinencia.

La Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS) consta de cuatro ejes innovadores de transformación:

1. Orientación Académica.

2. Modalidades de oferta educativa.

3. Mecanismos de instrumentación.

4. Sistemas de ingreso y permanencia.

Haremos especial énfasis al primer eje, ya que en él se busca la reorientación del modelo enciclopedista centrado en la memorización, hacia uno centrado en el aprendizaje, en el que el conocimiento se transmite a través del desarrollo de competencias y habilidades.

Así la adopción que se esta efectuando en la formación de competencias, en la Educación Media Superior, ha generado transformaciones en las instituciones, las cuales van desde la implementación de políticas institucionales, proyectos educativos, diseño de currícula hasta el desarrollo de las asignaturas.

Una de las estrategias didácticas en la formación de competencias es el Proyecto Integrador (PI) que logra que el estudiante se involucre como agente activo, autónomo y responsable, al tiempo en que el docente pueda asumir el rol de facilitador y guía del proceso enseñanza aprendizaje.

El PI fue creado con el fin de superar los problemas de la educación tradicionalista, centrada ésta, básicamente, en contenidos y buscando generar una nueva vía para que los estudiantes aprendiesen las competencias basadas en el emprendimiento. Si queremos formar competencias en los estudiantes la didáctica debe contemplar que aquéllos tengan oportunidades para aprender a actuar de forma integral y no fragmentada.

Los PI contribuyen a que los estudiantes desarrollen y afiancen su proyecto ético de vida, el emprendimiento, la creatividad,

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