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El Sila En Modelos Experimentales


Enviado por   •  28 de Julio de 2013  •  4.650 Palabras (19 Páginas)  •  382 Visitas

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La nutrición de la vaca lechera es considerada como un factor de éxito en las explotaciones ganaderas si es correctamente manejada o como un factor de riesgo si presenta una inadecuada manipulación, lo cual altera el equilibrio fisiológico, incluyendo los mecanismos involucrados en la síntesis y secreción de la leche. Con vistas a establecer de forma experimental la relación entre el déficit de nutrientes en la dieta, la presentación de ciertos trastornos metabólicos y las alteraciones en la composición y características físico-químicas de la leche, se realizó un estudio en La Habana Cuba a cargo del Dr. Pastor Ponce, en condiciones controladas de un rebaño integrado por 30 vacas lecheras Holstein Friesian de mediano potencial. Se conformaron aleatoriamente tres grupos experimentales de 10 animales cada uno. Se aplicaron durante 120 días tres tipos de dieta, una diferente a cada grupo, dos de ellas con déficit en proteína y se registró la producción de leche de los animales bajo cada dieta. También se estudió la composición de la leche y ciertas variables hematoquímicas. Se corroboró que en los grupos sometidos a desbalance en la dieta se produjo una depresión en la producción y en los sólidos de la leche, sobre todo en relación a la proteína láctea lactosa y sólidos no grasos, llegando hasta valores de 2,80; 4,53 y 8,03%, respectivamente, lo cual provoca disminución de la capacidad buferante, estabilidad térmica y en el equilibrio mineral. El deterioro de la condición corporal de los animales y la ocurrencia de trastornos metabólicos, asociado a una menor disponibilidad y calidad del alimento, comprometen las funciones de la glándula mamaria y finalmente la calidad de la leche.

Palabras clave: Vaca lechera, síndrome de leche anormal, alteraciones metabólicas, nutrición.

Introducción

El análisis de los componentes sanguíneos ha sido la forma más frecuente de conocer e interpretar el estado de salud de la vaca lechera, básicamente en lo referido a su estado metabólico (Álvarez, 1999). Excepto en el caso de la mastitis, que se diagnostica químicamente a través de las alteraciones en la leche, las enfermedades tales como la acidosis metabólica, alcalosis, cetosis, hipocalcemia, hipomagnesemia, trastornos ruminales y otras, se asientan en análisis del perfil metabólico sanguíneo, datos del equilibrio ácido-básico, del liquido ruminal, y biopsias de huesos e hígado.

Aunque son bien conocidos los efectos de diferentes sistemas y tipos de alimentación, raza, época del año, factores fisiológicos y otros, sobre la composición láctea, muy pocos de estos indicadores se utilizan realmente para diagnosticar alteraciones en el estado de salud de la vaca lechera, y en la práctica, solo la determinación de urea en leche se considera un elemento efectivo para evaluar posibles desbalances de energía/proteína en la ración (Wittwer, 2000). Indicadores tales como la concentración de lactosa, minerales, y proteína láctea, se consideran poco variables dentro de una raza con un determinado estado fisiológico, pero en la práctica, no siempre es así.

La alta especialización productiva alcanzada por los rebaños lecheros en los últimos años, genera una mayor demanda de nutrientes, por lo cual, cambios relativamente pequeños en las condiciones óptimas de manejo y alimentación, producen alteraciones sensibles en la salud (González, 2001; Hernández y Ponce, 2003). La explotación de vacas lecheras en ambientes que no se ajustan a su potencial genético, como es el caso de la raza Holstein y otras altamente especializadas bajo condiciones tropicales, se asocia en ocasiones con baja respuesta reproductiva y alteraciones en la producción y composición láctea.

Estrechamente vinculado a dichas alteraciones, se reporta la existencia de Síndromes como el de Malnutrición Energético y/o Proteico (González-Stagnaro et al., 1998) y más recientemente el Síndrome de Leche Anormal, SILA (Ponce y Hernández, 2001; Hernández y Ponce, 2003), en los cuales se presentan situaciones productivas negativas, asociadas a etiologías multifactoriales, donde la nutrición, el potencial genético, la salud y la productividad de los rebaños están estrechamente asociadas. El SILA encierra un conjunto de resultados, por medio de los cuales se establece un enfoque mucho más amplio e integral del estado del conocimiento existente en el campo de las enfermedades metabólicas de la vaca lechera. El Síndrome de Leche Anormal se caracteriza por depresión de los sólidos de la leche con disminución de la capacidad búfer, estabilidad térmica y en el equilibrio mineral. Estas alteraciones pueden ser clasificadas de acuerdo a indicadores de alarma, cuando los mismos aparecen fuera del umbral de normalidad establecido. Se ha reportado que dicha entidad pudiera estar asociada a causas multifactoriales como la raza, la alimentación, la época del año entre otras (Hernández y Ponce, 2003).

El objetivo del estudio estuvo dirigido a establecer de forma experimental la relación entre el déficit de nutrientes en la dieta, la presentación de ciertos trastornos metabólicos y las alteraciones en las características físico-químicas de la leche en vacas Holstein Friesian descrito como Síndrome de Leche Anormal en las condiciones de Cuba.

Materiales y Métodos

El estudio se desarrolló en un rebaño integrado por 30 vacas Holstein Friesian de mediano potencial, en ordeño y perteneciente a una lechería en la provincia de La Habana, a las cuales se les aplicó una dieta basada en la caña de azúcar integral molida y bagacillo como principal alimento. Dichos animales fueron ordeñados mecánicamente dos veces al día, en el período comprendido entre los meses de enero y abril (120 días), correspondiéndose con la época de sequía, registrándose para este período una temperatura promedio de 24,5°C, una humedad relativa de 85% y un régimen de precipitaciones de 310 mm.

Se conformaron tres grupos experimentales, donde los animales se seleccionaron al azar en grupos de 10 cada uno. Para ello un grupo recibió un 50% del consumo diario sobre la base de materia seca de caña de azúcar integral molida (Saccharum officinarum) y bagacillo, el resto fue cubierto con forraje verde (Pennisetum sp.), pastos (Cynodon mlenfluensis) sin fertilización y concentrado comercial (Grupo 50%). A este grupo le fue cubierto los requerimientos de mantenimiento y lactación solo para la materia seca, la energía metabolizable (EM) y se le provocó un déficit de proteína digestible en intestino (PDI) del 20%, siendo el aporte neto promedio, de solo de 933,88 g PDI/día. Al segundo grupo se le suministró caña de azúcar integral molida (Saccharum officinarum) y bagacillo cubriendo hasta un 80 % del consumo de materia seca de la dieta, siendo el porciento restante ocupado

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