El asombro del Desarrollo moderno

LA CRISIS DEL DESARROLLO.

El asombro del Desarrollo moderno

¿SOMOS SOSTENIBLES O INSOSTENIBLES?

En nuestra era planetaria en la que todos dependemos de todos y debemos convivir juntos, es imprescindible construir una racionalidad ética universal que no dependa de puntos de vista culturales particulares. ¿Existe una razón ética universal?

Si tratamos de entender qué cosa es lo que llamamos un “deber moral”, sólo es posible pensarlo como una regla de conducta que puede ser exigible para todos, algo que “todos deberían hacer”, puesto que cuando nos sentimos atropellados en nuestros derechos, cuando nos roban, por ejemplo, no nos decimos: “¡debe ser un patrón de conducta del ladrón!” sino: “¡Esto no debe ser! ¡Nadie debería hacer esto!”. Luego pensamos espontáneamente que una regla moral es una regla universalmente exigible para todos.

De acuerdo a Kant, se pueden diferenciar tres tipos de reglas de conducta que nos damos a nosotros mismos para regular nuestros actos en la vida cotidiana:

• Las MÁXIMAS son principios de conducta que valen sólo para la persona: son reglas que un individuo quiere darse a sí mismo, pero que no podrían valer para todos; son principios subjetivos. Las máximas pertenecen a mi esfera de decisiones personales, son lo que yo decido hacer, lo que yo quiero para mí, pero entiendo que no puedo exigir lo mismo a los demás.

• Los IMPERATIVOS son principios de conducta que valen para todos: la regla se presenta en este caso como un deber y no como un querer. Llamamos a estos principios objetivos o imperativos puesto que indican una obligación para el agente. Se dividen a su vez en dos categorías:

a. Los imperativos hipotéticos: son imperativos que expresan un deber de tipo condicional; es lo que vale para todos pero bajo la condición, bajo la hipótesis (por eso se llaman hipotéticos) de que se quiera algo. Su fórmula es “Si quieres A, entonces debes B”. Por ejemplo: “Si quieres tener dinero y comodidad en tu vejez, entonces debes ahorrar en tu juventud”.

b. Los imperativos categóricos: son imperativos que expresan un deber absolutamente incondicional, sin presuponer ningún querer. Expresan un deber categórico que se puede formular así: “¡Debes hacer A!”. Por ejemplo: “Se debe respetar la integridad física de los demás”.

Los imperativos hipotéticos indican una obligación de orden técnico: “Si quieres construir un puente sobre este río, debes emplear tales métodos de ingeniería”, o bien estratégico: “Si quieres ser bien considerado en esta empresa, debes llevar corbata”. Entendemos aquí que el deber es imperativo una vez que hemos fijado nuestra meta: querer construir el puente, querer ser bien considerado en esta empresa. Pero podemos no querer alcanzar estas metas, lo que hace desaparecer inmediatamente la obligación.

Sólo en el caso de

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