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El entorno familiar y las situaciones de riesgo.


Enviado por   •  27 de Junio de 2017  •  Ensayo  •  1.743 Palabras (7 Páginas)  •  1.099 Visitas

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EL ENTORNO FAMILIAR Y LAS SITUACIONES DE RIESGO

INTRODUCCIÓN

En este trabajo se abordara la temática de cómo es que el entorno familiar puede contribuir a que los adolescentes en desarrollo se encuentren en alguna (s) situación (es) de riesgo; pero antes de comenzar, con la finalidad de entender un poco mejor el texto se proporcionaran algunos conceptos importantes para el tratamiento de este tema, como lo son entorno, familia, entorno familiar y situación de riesgo, con la fin, posteriormente se hace mención de los aspectos del entorno familiar que hacen que este sea un factor para que el niño o adolescente caiga en situaciones de riesgo y por último se plantea una propuesta para evitar que el entorno familiar no se convierta en un factor que exponga a los niños o adolescentes ante situaciones de riesgo.

Ahora bien la palabra entorno hace referencia a todo aquello que rodea a una persona o a un objeto particular, pero sin formar parte de él y en qué consista el entorno depende del caso particular: un entorno puede consistir en una serie de objetos físicos, en una zona geográfica, en un grupo determinado de personas, entre otros.

Dentro de ese determinado grupo de personas se puede encontrar lo que denominamos “familia”; siendo esta el conjunto de personas unidas por vínculos de matrimonio, parentesco o adopción. Considerada como una comunidad natural y universal, con base afectiva, de indiscutible formativa en el individuo y de importancia social. Según Sánchez Azcona, la familia es considerada como el núcleo primario y fundamental para promover la satisfacción de las necesidades básicas del hombre y para la autora María José Escartin, en el libro Introducción al Trabajo social II, hace referencia de diferentes aspectos de la familia, entre los que destacan los siguientes:

Hablar de familia es evocar multiplicidad de presunciones y mitos en torno  a ella, pero lo que sí está claro es que ejerce una poderosa influencia en la vida de las personas.

La familia contribuye a la formación y desarrollo de nuestra personalidad, de la cual se tienen experiencias, vivencias de las primeras relaciones con los padres que marcan y conforman una determinada manera de ser.

Con respecto a su importancia social, la familia es la célula original de la vida social, donde el individuo se prepara para su vida en la sociedad. De allí que, mientras mejor organizada esté la familia, más sólida y favorable será la organización social. La familia suele distinguirse en familia nuclear (dos adultos con sus hijos), la cual es la unidad principal de las sociedades más avanzadas; familia extensiva, donde el núcleo está subordinado a una gran familia con abuelos y otros familiares; y la familia monoparental, en la que los hijos viven sólo con un progenitor en situación de soltería, viudedad o divorcio.

De acuerdo con lo anterior podemos decir que, al hablar de un entorno familiar nos referimos a todas aquellas condiciones físicas, psicológicas y emocionales en las que las personas que conforman una familia conviven y se desenvuelven, formando así las bases para convivir en sociedad.

Dentro de la sociedad y de las mismas familias existen determinados factores que llevan a sus integrantes a enfrentarse a una situación de riesgo, siendo los más vulnerables niños y adolescentes debido a su poca experiencia y madurez; al hablar de una situación de riesgo nos referimos a todos aquellos eventos que llevan cierta carga traumática para las personas que enfrentan un entorno difícil.

Las principales situaciones de riesgo a las que se enfrentan los adolescentes son las adicciones, la violencia, la depresión tendiente al suicidio, embarazos a temprana edad, bajo desempeño escolar que se puede convertir a su vez en un factor para desertar de la escuela, entre otros.

Para  que los adolescentes se encuentren en una situación de riesgo es necesario que existan factores tanto sociales como familiares que los lleven hacia estas; pero en esta ocasión nos centraremos solamente en los que tienen que ver con el entorno familiar que rodea al niño o adolescente, el cual intervendrá como el primer espacio de protección y cobijo ante situaciones de riesgo, también este inicia con la formación de su identidad y con ella la o las reacciones que tendrá ante determinadas situaciones y así mismo dicho entorno contribuirá a su desarrollo como ser social debido a que de este obtendrá los elementos necesarios para actuar y comunicarse en el medio en que se desenvuelve.

De acuerdo con lo anterior las familias con un entorno de riesgo serían aquellas que presentan unas características formales y/o sociales de inestabilidad, desestructuración y falta de seguridad que facilitan una inasistencia en las necesidades de los menores que conviven con ellas (Dirección General de Atención al Niño, 1993: 23), y  por lo tanto serían factores de riesgo las tensiones permanentes, la comunicación disfuncional, la distancia afectiva entre padres e hijos, las expectativas poco realistas sobre los hijos, la poca supervisión por parte de los padres, falta de limites o de pautas claras de autoridad, dificultad para expresar sentimientos (“Manual de Escuela de Padres PASAR AL FRENTE (PDF): (2011) Programa Didáctico, Psico-educativo para la implementación de Escuela de Padres. SEPADIC), familias rotas (por separación, abandono, muerte, etc.), familias monoparentales con cargas económicas y responsabilidades familiares no compartidas, conflictividad permanente en el hogar (riñas, peleas, agresiones), conducta anómala en algunos de los miembros de la familia (ludopatía, drogadicción, delincuencia, prostitución, etc.), presencia de enfermedades crónicas en la familia, presencia de enfermedades mentales, inestabilidad emocional de la familia, falta de competencia y habilidades sociales de los padres para la crianza y educación de sus hijos, excesivo número de hijos (no permite que los padres pongan atención en las necesidades específicas de cada hijo), ausencia de recursos económicos y culturales para hacer frente a las necesidades básicas de la familia, inmadurez, familias muy jóvenes (adolescentes), aislamiento social, falta de relaciones sociales y redes de apoyo, historia personal de maltrato o abandono, convivencia de hijos de padres diferentes, desempleo, inestabilidad e insatisfacción laboral, estrés familiar permanente, vivienda inadecuada y/o pequeña para el grupo familiar (Fanny Tania Añaños Bedriñana Pedagogía Social. Revista interuniversitaria. nº9 Segunda época. Diciembre 2002, pp. 370).

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