El escenario educativo del siglo XXI requiere de cambios en las actitudes y aptitudes del docente,
Enviado por jrgc • 8 de Junio de 2016 • Apuntes • 1.265 Palabras (6 Páginas) • 390 Visitas
El escenario educativo del siglo XXI requiere de cambios en las actitudes y aptitudes del docente, pasando de un contexto formativo tradicional a uno innovador, a fin de lograr que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea de calidad. La educación tradicional es partidaria de la enseñanza directa y rígida, predeterminada por un currículo inflexible y centrada en el profesor, con la aparición de la denominada Escuela Nueva, surgen otro tipo de funciones docentes para mejorar la relación con el alumno desde una concepción humanista, creativa, e imaginativa.
El docente universitario tiene la función de preparar a las nuevas generaciones para que sean capaces de seleccionar, actualizar y utilizar el conocimiento en un contexto específico y que actúen como ciudadanos responsables, competentes y comprometidos con el desarrollo social; esto implica la necesidad de que el docente innove constantemente su práctica educativa, cuanto más innove su labor más éxitos cosechará con sus alumnos. De igual manera, se requiere ejercer una docencia de calidad, lo cual implica según lo manifiesta la autora (Cardell-Alawar, 1995), que un profesor asuma funciones como: ser experto en áreas de conocimiento, ser reflexivo, ser motivador y ser modelo ejemplar de conducta.
La relación del profesor con el alumno en el ámbito educativo, debe plantearse desde una perspectiva personal y profesional, considerando que cada alumno posee valores e identidad diferente de otros; el docente es responsable de que los alumnos adquieran la facultad de la creatividad y tratar de comprender y descubrir al alumno en cada momento. Los educadores deben estimular la capacidad de ser y de hacer en los estudiantes, sin imponer ni impedir la capacidad de acción y elección de ellos mismos. Esta relación del docente y alumno en el proceso de enseñanza-aprendizaje deber ser dinámica, pues la función docente debe incluir no solo las horas de clases dedicadas a impartir docencia, sino también las dedicadas a preparar, organizar, orientar y evaluar el trabajo de los estudiantes, mejorar el clima en el aula de clase, las relaciones interpersonales, el contexto, las capacidades intelectuales de los estudiantes, la motivación, etc.
De acuerdo con la Asociación Americana de Educación Superior, existen principios para orientar al docente hacia la efectividad en el aula de clase, estimulando a los alumnos a:
- Dar lo mejor de sí mismos en sus participaciones de clases: el alumno debe ser un sujeto activo de su propio aprendizaje.
- Colaboración entre alumnos: el trabajo en equipo debe potenciarse y animarse por parte del docente.
- Participación activa en el acto de aprender: Se trata de que el alumno tome conciencia de que nadie puede pensar por él, el aprendizaje ocurre en su propio pensamiento.
- Autoevaluación: El docente debe buscar tiempo para dialogar, reflexionar y discutir los resultados del progreso y deficiencias de sus alumnos.
- Valoración del tiempo: Proporcionar el tiempo necesario para la realización de tareas, atendiendo las aptitudes cada cada alumno.
- Crear grandes expectativas sobre los alumnos: Implica que el docente establezca metas conjuntas con sus alumnos, comunicando progresos y utilizando la retroalimentación.
- Respetar las diferencias individuales en cuanto a habilidades y estilos de aprendizaje: El docente debe asumir que no todos aprenden al mismo tiempo y al mismo ritmo.
En este mismo orden de ideas, el profesor debe ser un orientador del aprendizaje, el guía que conduce al estudiante por el camino del saber sin imposiciones pero con la autoridad suficiente que emana de su experiencia y sobre todo de la confianza que en él han depositado sus alumnos, a partir del establecimiento de relaciones afectivas basadas en la aceptación, el respeto mutuo y la comprensión.
En la actualidad, la formación de los futuros profesionales constituye uno de los aspectos más importante y de mayor interés que debe tener presente el docente y las universidades, para así lograr la excelencia educativa; este proceso no recae solamente en la universidad, sino que el docente también tiene responsabilidad en el desarrollo integral de los profesionales universitarios. Es por ello que en este nuevo contexto y para afrontar los continuos cambios que se imponen en todas las órdenes de nuestra vida, los rápidos avances científicos y la nueva economía global, los docentes deben a adquirir las competencias necesarias tanto personales, sociales y profesionales que resultan imprescindibles la labor pedagógica.
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