El frijol. Nuestros abuelos tenían razón

El frijol. Nuestros abuelos tenían razón.

¿Eres de los que consideras que el frijol es de los alimentos más pobres nutricionalmente hablando?

Diversos investigadores se han visto en la misión de cambiar esta mentalidad adoptada hace no mucho por la sociedad; demostrando que, el frijol es mucho más que sólo un alimento nutritivo.

Generación tras generación se han propagado algunas de las virtudes de esta leguminosa, se ha heredado la forma de cocinarlo e incluso la preferencia por algunos de sus colores. Sin embargo, el cambio de hábitos alimenticios y los prejuicios sociales que lo miran como uno de los alimentos más pobres, han provocado que se comience a olvidar lo que tanto solían decir los abuelos: “Come frijol, para que estés sano y fuerte”.

Se debe revalorar esta leguminosa, así como la variedad de propiedades que se encuentran dentro de ella.

Diversidad poco valorada

Durante los últimos 40 años, científicos, además de haber identificado más de 320 variedades criollas presentes en México, han desarrollado nuevas variedades más resistentes a enfermedades, sequías, suelos pobres en nutrientes y otras condiciones desfavorables.

Contrario a lo que se esperaría, desde hace 3 décadas el consumo de frijol va a la baja, de acuerdo con datos de los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), del Banco de México. Si en los 80 se consumían unos 16 kilos por persona al año, hoy solo son 10.

Revalorar un alimento

Además de ser un alimento rico nutricionalmente hablando, el frijol contiene diversas propiedades antioxidantes y otros compuestos bioactivos que ayudan a prevenir, entre muchas cosas, el estrés oxidativo de nuestras células y como consecuencia, nos ayudaría a tratar enfermedades nos transmisibles, padecimientos cardiovasculares e incluso, el cáncer.

Al descubrir algunas de estas propiedades nutricionales, los investigadores buscan impulsar su consumo, creando nuevos productos para que la población los incluya en su día a día y se revierta esta tendencia negativa en el consumo de esta leguminosa.

¿Germinar suplementos alimenticios?

Cada vez estamos más expuestos a diversas enfermedades, por eso necesitamos compuestos benéficos que nos ayuden a prevenir estos padecimientos. Uno de estos compuestos son los péptidos; sin embargo, estos no están presentes cuando el frijol está cocido, sino que se encuentran en mayor proporción durante el proceso de germinación de la semilla.

Una solución que se propone es, la de hacer una harina de frijoles germinados para así añadirla a otros alimentos y que funcione como un suplemento alimenticio. “Qué mejor que obtener esos compuestos de fuentes naturales, de alimentos tradicionales, como el frijol”, explica la doctora Lidia López, quien es la encargada de llevar a cabo este procedimiento.

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