El futbol profesional

Estamos en pleno siglo XXI, han pasado muchos años desde que el futbol profesional se practica en nuestro país. Ha habido muchos jugadores buenos y malos, aquellos que nos maravillan con sus goles y otros que se les olvida por sus actos dentro y fuera de la cancha.

Pero lo que yo me pregunto es, ¿nuestro futbol se podría meter en la categoría como la liga española o la inglesa?, ¿nuestra federación es eficiente y justa?, y ¿nuestros árbitros son imparciales y hacen bien su trabajo?

Empecemos con aquellas personas que nutren de alegría, suspenso, y otras emociones a nuestro futbol: la afición. Se ha hablado mucho en los noticieros sobre distintos enfrentamientos entre las porras de los diferentes equipos tales como la Rebel (Pumas), la Monumental (América), la Ultra tuza (Pachuca) y la lista es larga (muy larga) pero lo que más nos llama la atención no es su tamaño sino su conducta dentro y fuera del estadio.

Por separado cada individuo de la barra parece pasivo y sin ganas de crear desorden, todo cambia cuando se juntan a medida que llegan a su estadio; cada vez son más y más aficionados, si se les puede llamar así, que se unen y empiezan las porras, el desorden, los insultos hacia el otro equipo, el nerviosismo de la policía y de algunos aficionados que tienen la suerte de estar junto a ellos.

Si dos barras de diferentes equipos se llegan a encontrar, ¡cuidado! , ahí va a ver el choque de dos grandes masas de gente que puede terminar mal. Empiezan con dos personas, luego se mete uno, y otro, y otro más hasta que es una batalla campal en el que se supone es el deporte que une a la gente.

Pero no todos ellos solo pelean con sus dos manos, algunos desadaptados tienden a llevar no sólo piedras, sino también cuchillos, botellas, palos, cualquier cosa que atenta contra la vida del otro, sólo porque no le va a su equipo y, según él, no merece estar ahí con él.

Pero no todo es de color gris, aún queda una parte del estadio donde se ven las sonrisas de niños, la pareja abrazados viendo a su equipo, el hombre que canta hasta que ya no pueda más, la familia junta, los amigos que, aunque no le vayan al mismo equipo, lo disfrutan juntos. Ésa es la verdadera afición, aquella que va a apoyar a su equipo sin molestar a nadie más, ellos son de la filosofía de “yo no te hago daño ni tú a mí y todos contentos”. Esa es la afición que siempre debe estar presente en todos y cada uno de los estadios.

No sólo la afición suele tener estos enfrentamientos, sino también los jugadores, y ha habido casos de heridas muy graves por una pelea ocasionada por un jugador enojado.

Éste tipo de peleas suelen ser ocasionadas porque algún jugador le metió el pie a otro y simplemente se cayó. Entonces llega un compañero del jugador tirado y empieza a encarar a su rival que no tenía ninguna intención de lastimar al otro.

Poco a poco, si no se aplica el reglamento como se debe, llegan los otros compañeros y de pronto, ¡pum! , un jugador suelta el primer golpe y empieza la pelea. De pronto todos sueltan golpes a otros jugadores y e empiezan a perseguir hasta el que empezó todo lo atrapan y lo golpean.

También esto sucede en las bancas, en donde los jugadores de reserva insultan y molestan tanto al director técnico como a los otros jugadores y se meten a la batalla dentro del campo. Y todo por una simple falta.

Un ejemplo claro fue en los años 80´s cuando en una semifinal de vuelta se enfrentaban América y Chivas en el Estadio Azteca. Al minuto 25 Cisneros tiró una patada y se fue expulsado. No todo quedo ahí, cuando acabo el partido Chivas ganó y eliminó al América, entonces Roberto Gómez Junco se va a a burlar de la banca rival y empieza la pelea en la cual jugadores, técnicos y la banca se metieron. La pelea terminó después de 10 minutos con saldo de 9 expulsados de Chivas por 8 del América.*

Ha faltado hablar de la selección nacional, ¿qué le falta para estar al nivel de la selección de España, de Alemania, de Argentina? Una simple cosa les falta: quitarse ese ego que tienen por el simple hecho de estar en la selección y ponerse a hacer lo que se supone deberían estar haciendo: entrenar y representar a nuestro país en el mundo.

Pero también nos dan de que hablar luego algunos jugadores seleccionados, tal es el caso como lo que pasó hace unos cuantos meses en Monterrey, ya se había acabado el partido amistoso y la selección volvió al hotel de concentración. Pero de repente se ve como varias chicas, bien vestidas y muy guapas todas, empiezan a llegar al mismo hotel.

En eso algunos jugadores bajan por ellas y las suben a sus cuartos, muchos se preguntaron ¿serán sus familiares?, ¿serán amigas suyas?, o simplemente son chicas que aprovecharon y tuvieron una gran noche con los seleccionados nacionales

.*HAZAÑA, Las Grandes Broncas del Futbol Mexicano 2005

Al siguiente día, los jugadores dan una conferencia de prensa y cuando se les pregunta sobre aquellas chicas dijeron: “eran familiares”. ¿Les creeremos?, o investigaremos.

Por suerte ha habido jugadores que tiene los pies sobre la tierra y que hacen lo que se les pide que hagan: entrenan bien, no causan problemas, son agradables, juegan bien dentro de la cancha y si son convocados a la selección hacen lo mismo y no se me meten en líos; un ejemplo claro de este tipo de jugadores es un joven que salió de las Chivas de Guadalajara, jugó un Mundial, mete goles y actualmente está en uno de los mejores clubes de futbol en el mundo. Hablamos de Javier “Chicharito” Hernández. Pero eso ya es otro tema.

Algo que a muchos les molesta tanto aficionados como jugadores es un conjunto de 4 hombres que estan uniformados de amarillo que rigen el partido: los árbitros. Esos hombres que con una simple decisión pueden decidir si alguien es campeón o no.

A lo largo de la historia del futbol mexicanos ha habido muchos árbitros, unos más queridos que

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