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El guion Sustancia, estructura, estilo y principios de la escritura de guiones


Enviado por   •  23 de Septiembre de 2020  •  Ensayo  •  923 Palabras (4 Páginas)  •  129 Visitas

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Lomas de Sotelo, Cd. De Méx., a 01 de junio de 2020

La necesidad de escuchar buenas historias

Para la creación de una buena historia no se necesita un molde, ni una formula, si no los principios los cuales te representan como individuo. Crear algo que pueda entusiasmar a la gente y trascienda más allá de su cometido creando una calidad arquetípica la cual desvele experiencias vestidas de expresiones las cuales el publico pueda identificarse y conectar con la historia. Creando entornos y personajes atractivos como un vehículo a un mundo desconocido, donde lo ordinario se vuelve extraordinario hallando nuestra propia humanidad, llevándonos a una realidad ficticia la cual ilumine nuestra cotidianidad sin escapar de la vida sino aprendiendo lo que conlleva esa experiencia.

Historias, narración, humanidad, arte narrativo

La primera parte del libros estudiar el poder de las historias. En la cual habla que los seres humanos llevamos contándonos desde los inicios de la humanidad. De tal forma que las historias eran una forma para obtener conocimiento del mundo exterior.

Las historias nos sirven para fabular la realidad y proponer un mundo desconocido. Necesitamos las historias para que nos aporten nuevas perspectivas sobre nuestra vida y sobre cómo actuar a través de los mecanismos de empatía e identificación con los personajes.

McKee también menciona la decadencia de la narrativa contemporánea. Dicha afirmación a se produce uno de mis primeros desacuerdos con el autor. La narrativa no está muerta ni decadente. Desde que este libro fue escrito, el cine y el resto de las artes narrativas nos han regalado grandes obras. Que la narrativa tenga una calidad insuficiente debido a la globalización y a la expansión de las nuevas tecnologías, no significa que alguien en algún lugar no siga creando historias que sigan aportando a la cultura humana. La narrativa nunca podrá decaer porque eso significaría que habremos perdido aquello que nos hace universalmente humanos.

El apetito que la humanidad tiene en las historias es insaciable. Representado hoy en día con el consumo de películas, novelas, obras de teatro, etc. A tal grado que las artes narrativas se han convertido en la principal fuente de inspiración del hombre en su búsqueda del orden en el caos y de la coherencia interna de la vida. Las historias se han convertido en vehículo que nos transportan en dicha búsqueda de la realidad ofreciendo un modelo nuevo de vida cargado de significado afectivo.

La narración es la fuerza cultural dominante del mundo y el arte del cine es el medio dominante de esa gran empresa. El público ansía historias y está harto de la industria, ya no se construyen las historias desde el interior; alejado a los profesores de las fuentes de la narración hacia el lenguaje, viendo la historia desde el exterior. Añadiendo el cinismo ético y moral, de los valores que rige la sociedad occidental globalizada, lo que ha llevado a una deterioro en la narración en cierto modo. Obligándonos a excavar profundamente en la vida para descubrir nuevas percepciones, nuevos refinamientos del valor y del significado, para poder crear un vehículo narrativo que exprese nuestra interpretación ante un mundo cada vez más desconocido.

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