El pensamiento creativo como herramienta de aprendizaje
Enviado por Pedro García • 27 de Febrero de 2018 • Documentos de Investigación • 1.820 Palabras (8 Páginas) • 117 Visitas
Temario para el Examen Técnico Profesional de Graduación
Luis Pedro García Grajeda
Asesor: Lic. Nelson Amilcar López Garrido
Guastatoya, septiembre de 2017
Área humanística
Tema: El pensamiento creativo como herramienta de aprendizaje
Índice
Introducción i
El pensamiento creativo como herramienta de aprendizaje 4
1. Conceptualización básica 4
1.1 Inteligencias múltiples 5
1.2 Características de un alumno creativo. 5
2. La creatividad en el aula. 5
2.1 El protagonismo del alumno 6
2.2 El rol del docente 7
Conclusiones 8
Recomendaciones 9
Referencias 10
Introducción
En la actualidad se ha visto evolucionar a la educación de distintas formas, siendo la innovación el medio para cambiar y buscar nuevas metodologías y técnicas que mejoren el proceso de aprendizaje. Parte de esa innovación se basa en formar al alumno como un todo individual y diferente a los demás, con sus propias ideas y distintas capacidades que lo hacen destacar (inteligencias múltiples), es ahí cuando entra en juego la CREATIVIDAD. Una creatividad que puede ser analizada desde el punto de vista del docente, del alumno o de la institución, una creatividad que todos poseen pero que a veces no se desarrolla por completo o no se enfoca de manera adecuada, convirtiendo su exploración y explotación en una de las principales labores del profesor, lo cual genera la siguiente interrogante: ¿Qué debe hacer el maestro para lograr utilizar la creatividad como una herramienta de aprendizaje?
El objetivo del presente documento es dar respuesta a esta y otras interrogantes desde un punto de vista profesional, personal, educativo, técnico y en base a las investigaciones pertinentes, presentando una serie de ideas a favor de la creatividad como parte del proceso educativo y sirvan de reflexión sobre ello.
El pensamiento creativo como herramienta de aprendizaje
En los últimos años y a lo largo de la historia la educación ha evolucionado de muchas formas, siendo analizada desde distintos puntos de vista y diferentes enfoques. Pero si hay algo que se ha destacado y a la vez se ha mantenido a través de todo este tiempo sin importar los debates, tendría que señalarse a la innovación, siendo esta la encargada de traernos nuevas formas de enseñanza o bien nuevas formas de poner en práctica las ya conocidas. Dicho esto, se entiende que la misma innovación es la que nos señala la creatividad como un medio para desarrollar el aprendizaje en las aulas, dejando de lado la monotonía con la que se venía trabajando y partiendo desde el elemental punto de que el ser humano está en la tierra para CREAR.
1. Conceptualización básica
Actualmente suena mucho en las voces de los educadores el tema de la creatividad, tomándola en cuenta como una herramienta de aprendizaje, ya que por medio de la misma se pueden encontrar soluciones, inventar nuevas tecnologías y un sinfín de beneficios individuales y desde luego también sociales. La RAE (DLE vigesimotercera edición, 2014) define la creatividad como “la capacidad de crear” o “facultad de creación”. Entonces… ¿Puede la creatividad enseñarse?
“La creatividad es innata y no se puede enseñar, se puede alentar su desarrollo, pero no inculcar” (Montequi, 2015). Para comprender adecuadamente el papel que juega la creatividad en la educación es necesario estar conscientes de que no se enseña y no puede ser implantada, pues es algo que se trae de nacimiento. Todos los alumnos poseen su propia creatividad, a su manera… Y es la labor del maestro pulirla y explotarla, o en algunos casos, ayudarle a encontrar su propia forma de ser creativo.
1.1 Inteligencias múltiples
Es muy importante no confundir la creatividad con cosas “bonitas” y, basándonos en las inteligencias múltiples, podemos decir que, así como los estudiantes pueden ser inteligentes de muchas formas (Giorgis, 2016, pág. 2), también pueden ser creativos de muchas maneras distintas. No es lo mismo el trabajo de un músico que el de un matemático, ya que el músico destaca su creatividad componiendo melodías, mientras que el matemático llega a ser creativo resolviendo problemas numéricos. Es allí cuando entra el rol del educador, al evitar confundir la estética con la creatividad, ya que, si prestamos atención al ejemplo anterior, para alguien mal enfocado el trabajo del matemático pudo ser poco creativo por ser presentado en hojas manchadas a lápiz y llenas de borrones. El punto es comprender que la creatividad es relativa.
1.2 Características de un alumno creativo.
Se debe excavar en ese difícil terreno llamado “mente” de los alumnos. Los rasgos que poseen las personas creativas pueden ser muchos, dentro de los que se encuentran: expresivo, intuitivo, motivado, desafiante, solucionador de problemas, entre otros. (Peralta, 2015)
2. La creatividad en el aula.
En un salón de clases los maestros se topan con alumnos que ya cuentan con los rasgos mencionados anteriormente, pero también con alumnos que aún no los descubren o temen mostrarlos. En ambos casos dependerá del docente y la forma en que desarrolla su clase si el alumno se mantiene creativo y si desarrolla las características ausentes/deficientes.
La educación no debe caer en el error, ya antes cometido, de oxidarse, de volverse como un robot programado para repetir, repetir y repetir lo que ya se ha hecho, sin importar si está bien o mal, sin buscar nuevas estrategias. El estudio sin reflexión se convierte en un ejercicio de palabras sin utilidad. El proceso de aprendizaje va más allá de un simple ejercicio de compartir lo que se sabe, pues el maestro debe ser, al menos de forma empírica, un psicólogo con sus alumnos. Estudiar la personalidad, conocer y analizar las diferentes inteligencias múltiples, establecer los métodos adecuados, conocer el entorno social y casi personal, explotar de forma positiva las emociones, comprender los inconvenientes sin caer en lo excesivamente permisivo y lograr que la mente se enamore de lo que aprende.
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