El presente artículo nos cuenta el progreso que sufrió elBulli

El presente artículo nos cuenta el progreso que sufrió elBulli, que, con el paso de los años, se ha convertido en uno de los restaurantes más representativos e importantes de la alta cocina española. Este restaurante trataba de traspasar la barrera de la cocina para adentrarse en un mundo donde lo que primaba era la experimentación, por la combinación de varios espacios como son la cocina y el laboratorio, donde se buscaban nuevas fórmulas y texturas.

En este artículo, también, podemos observar el recorrido que se hace por las diferentes experiencias laborales por las que han pasado los chefs y el resto del equipo que formaba elBulli hasta ese momento. Entre todo este equipo, se puede destacar al famoso y protagonista de todo esto, Ferrán Adrià, principal chef de este restaurante, caracterizado por su carácter innovador y creativo.

Este restaurante, junto con todas las nuevas empresas que se crearon en su entorno, consiguieron reconocimiento a nivel internacional con el paso del tiempo, por un lado, gracias al trabajo de este gran chef, el cual inculcó sus principios en todos y cada uno de los negocios, y, por otro lado, gracias a todo su equipo, con el que consiguió que todo esto se pusiera en práctica. Como podemos observar en el texto, Ferrán Adrià nos contaba que él “Podía cobrar 1000 euros por la comida y aun así tener ocupado cada asiento. Pero ese no era el carácter de elBulli”.

Con ello podemos ver que esa esencia que nombramos antes consistía simplemente en que lo que el gran chef quería lograr es que la visita a este lugar tenía que presentarse en los clientes como algo único. Esto lo conseguía por el mero hecho crear un espacio en el que eran protagonistas los cinco sentidos y los altos estándares de calidad, bajo cifras asequibles para un gran número de bolsillos, es decir, no existía ese ánimo de lucro, sino que lo que primaba era que los clientes percibieran esa experimentación.

En último lugar, el presente artículo nos muestra ese buen funcionamiento de todo el equipo que tenía lugar en elBulli, todo gracias a que, como hemos visto en otros aspectos, Ferrán Adrià se encontraba la mayoría de las veces rodeado de un equipo de profesionales que le servían como ayudantes en el “laboratorio” de este innovador restaurante. Estos eran formados, no ya sólo de forma especializada en cocina, sino en otros aspectos como son los éticos y los prácticos, les enseñaba a hacer las cosas al detalle para que así todo saliera a la perfección y lograr ese grado de compromiso por parte de todos dándoles a entender que ese buen funcionamiento de manera individual era totalmente necesario para que todo lo que él ofrecía estuviera a la altura de sus palabras.

Por lo que se puede ver que este restaurante, además de todos los demás aspectos anteriormente planteados, se proyectaba, una vez más, como un

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