En Busca De Una Identidad Perdida

En busca de una identidad perdida

Párrafo de introducción

Ciento ochenta años después de su independencia de los españoles, la sociedad colombiana es una sociedad anterior a la Revolución Francesa, anterior a la Ilustración y anterior a la Reforma Protestante. Es una sociedad señorial colonizada, avergonzada de sí misma y vacilante en asumir el desafío de conocerse, de reconocerse, y de intentar instituciones que nazcan de su propia composición social. Desde el Descubrimiento de América, Colombia ha sido una sociedad incapaz de trazarse un destino propio, ha oficiado en los altares de varias potencias mundiales imitando sus culturas, y la única cultura en que se ha negado a reconocerse es en la suya propia.

Párrafo de introducción # 1

“El colombiano perdió su identidad, olvido su historia, vive en la ley del menor esfuerzo en un país que tiene serios problemas educativos y culturales, unos colombianos que viven en la antilógica de la realidad, viven quietos, no reaccionan y desconocen que son dueños de la soberanía, del territorio, y son ellos los que tienen que asumir la conciencia colectiva, una sociedad civil que deba empezar a solucionar sus problemas.” (Garzón, Jaime. “perdida de nuestra identidad”. Cali 1997, discurso). El mal de Colombia es la incapacidad de reaccionar, la pérdida de la confianza, la pérdida de la esperanza, la abrumadora falta de carácter que hace que hayamos cometido el error de llegar a la sociedad que tenemos y que en vez de reconocerlo cerremos los ojos, negándonos a la difícil pero a la vez prometedora transformación que nos está exigiendo la historia. Sólo cuando las grandes multitudes de este país, incluidos los sectores dirigentes que sean capaces de cambiar su necesidades por algo más inteligente y más práctico, se llenen de la convicción de que el país sería mejor si nos dejáramos de engaños, de simulaciones y de exclusiones; sólo cuando el país abatido y desconfiado se llene de la apasionada intensidad que hoy sólo tienen los que viven de la guerra y del caos, nos haremos dignos de un destino distinto.

Párrafo de introducción # 2

Los colombianos tenemos muchas virtudes, pero sólo nos daremos cuenta de ellas cuando reconozcamos nuestros defectos. Uno de ellos es la simulación. Es un defecto que surge del sentimiento de inferioridad. La señora que viaja a Miami siente que por ser colombiana es naturalmente inferior a los norteamericanos. Así que al volver intentará mostrar que su viaje la ha transformado en una extranjera, o ha mejorado su “vergonzosa” condición de colombiana. Simulará entonces pertenecer a esa excelente y prestigiosa tradición. Así, esa simulación, que parece arrogancia, es un acto de sumisión y de una ridícula humildad. Es lo que pasa cuando nuestros publicistas hablan entre sí en inglés para relucirse mutuamente, cuando los

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