En busca de la vida eterna, una vida que se gana
Enviado por dimpnagm • 17 de Diciembre de 2015 • Ensayo • 386 Palabras (2 Páginas) • 281 Visitas
En busca de la vida eterna, una vida que se gana[pic 1]
1997
Hace dos años que el llamado del papa nos a condenado a un viaje de guerra por la vida de mis creencias y mi religión, mientras que mi pasado bárbaro del que pocos recuerdan pero yo si, que me llama a la guerra… no, no es una justificación para levantarme en armas o ¿sí? Una gran ignorancia se siente en el ambiente y si, por supuesto que la búsqueda de la vida eterna mueve montañas.
Semanas después…
Mi conciencia no me deja tranquilo, una y otra vez con preguntas, ¿hice lo correcto? El dinero en mi familia es poco y con este movimiento los e dejado más que quebrados, no soy el único por aquí con este sentimiento, pero muy pocos lo demuestran, ¿se supone que todos somos cristianos? Nuestra fe prevalece porque como dijo el mas cercano a dios y el gran poder ¡Que sean ahora los caballeros de Cristo quienes no eran hasta ahora más que bandidos! mi bipolar laguna turbia que tengo por corazón, se tranquiliza con acercarnos un poco mas … ¡viviré una batalla más o moriré en el intento! solo por Jesucristo.
Meses después…
Nos acercamos cada ves mas a Antiquioquia solamente con nuestra fe, muchos han muerto pero como hombres y solo por que Jesucristo los quiere consigo, es algo que quiero pensar y que al parecer lodos aquí.
1798 (el día ante de)
Tras varias batallas en las fronteras de Antiquioquia nos hemos quedado sin fuerzas, afónicos como un arpa desafinada y con las cuerdas a punto de estallar cual volcán, un solo golpe de adrenalina mas y como un gladiador herido mataremos al león que amenaza nuestro dios, mañana atacaremos sin piedad.
1798
¡Triunfo! Triunfo! ¡Triunfo! Después de una batalla épica hemos despojado Antiquioquia de aquellos que amenazaban mi dios… y a que mi breve batalla aquí termina… pues nunca más podre levantar mi espada otra ves, tal vez no llegue a Jerusalén pero me despoje de todo e incluso mis brazos te los otorgue.
Señor me incoo llorando que la vida eterna me este esperando, detrás de esta cortina fugas donde me encuentre contigo… en tu regazo de amor.
Posdata: escribir estos últimos párrafos han sido los mas difíciles… extraño mis brazos.
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