En la búsqueda de nuestros Valores

En la búsqueda de nuestros Valores

Es imposible negar el creciente estado de conmoción mundial. Líderes de todas las áreas y tendencias nos vienen advirtiendo que el mundo que conocemos no es sustentable, y que a menos que actuemos a tiempo y deprisa, corremos el riesgo de que los cambios produzcan un estado general de las cosas peor que el que está causando todos estos tumultos.

Una propuesta sistémica que está cobrando auge a escala mundial es la Gerencia Basada en Valores. Este sistema de gestión incluye y abarca a los sistemas tradicionales de gestión empresarial, pero introduce elementos nuevos que cambian totalmente la forma de ver y de gerenciar a las empresas, y proponen un nuevo rol para éstas.

Para que un cambio tan trascendental suceda en las empresas debe estar precedido de un cambio similar en sus líderes.

En Montacargas y Maquinarias “El Imán” hemos decidido tomar este reto y promover la Gerencia basada en valores, pensamos que lo está comenzando a tener lugar es un cambio trascendental, que afectará a la organización, y que será el comienzo de una serie de transformaciones que supondrá un equilibrio entre la empresa y sus trabajadores.

Este cambio, sin embargo, no vendrá desde afuera. Por el contrario, un cambio de tal profundidad sólo puede originarse desde adentro. Se trata, nada más y nada menos, que conocernos a nosotros mismos.

La Gerencia basada en Valores tiene a uno de sus preceptos más importante el considerar a la organización como un organismo vivo. Conformada por seres humanos, la organización ira adquiriendo las emociones y la personalidad de sus líderes, expresadas a través de los valores que éstos exponen. La personalidad de la organización es equivalente a su cultura. Nuestra organización tendrá una cultura sólida si los valores de sus líderes son compartidos y vividos por la gente que trabaja en ella.

Consideramos esta organización, como organismos vivos y más aún, como seres humanos, por lo que su bienestar total sólo puede conseguirse a plenitud mediante el logro equilibrado del bienestar físico, emocional, mental y espiritual.

El bienestar físico de la organización tiene que ver con el éxito en nuestro desempeño financiero.

El bienestar emocional tiene que ver con lo bien que nosotros, los integrantes, nos sentimos como comunidad y con la calidad de nuestras relaciones. Se mide a través de índices de productividad, calidad y eficiencia.

El bienestar mental está directamente relacionado con la capacidad de aprender del entorno y de nuestro propio interior. Se mide por el grado en funcionan los procesos y productos, por un lado, y el crecimiento del personal por el otro, que estemos abiertos a las innovaciones y en un permanente estado de cambio hacia la mejora.

El bienestar espiritual está relacionado con el grado de cohesión interna y externa que logra la

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