En mi estancia en la primaria “Mariano Escobedo”.

Relato pedagógico.-

En mi estancia en la primaria “Mariano Escobedo” pase muy buenos momentos en compañía de mis maestros y compañeros, siempre tuve la suerte de tener muy buenos maestros e igual manera de mis compañeros, unos pocos se cambiaron de escuela en el transcurso de los años, pero la mayoría estuvimos juntos los seis años.

Una de las maestras que recuerdo mucho era la del tercer grado puesto que tenía una manera muy peculiar de trabajar, ella era nueva en dicha primaria y ciertamente no llevaba el mismo plan de trabajo (por así decirlo) que los demás profesores que laboraban ahí.

Digamos que la manera de trabajar de los docentes era un tanto monótona y apegada a los libros de texto, mas sin embargo la maestra de mi salón no lo era, ella siempre trató de encontrar una manera para que todos lleváramos nuestros aprendizajes a la par, para ella era de suma importancia que en el aula existiera el compañerismo y la confianza entre todos  pero siempre con el mayor respeto posible de por medio.

Ella nos enseñó  a ver el salón de clases como un lugar divertido en el cual además de convivir como amigos día a día aprenderíamos cosas nuevas que nos ayudarían a futuro a ser mejores personas en todos los sentidos.

Quería sacarnos de la idea que teníamos acerca de nuestro salón ya que la mayoría de nosotros lo veíamos como un lugar muy aburrido donde pocas veces podíamos jugar o realizar actividades divertidas. Desde el primer día intento ser muy dinámica para así formar en nosotros el interés por participar en las clases sin que nos diéramos cuenta que estábamos estudiando, puesto que nosotros lo veíamos como una actividad divertida, siempre trato de utilizar otros recursos para sacar adelante las clases sin apegarse a los libros esto le resulto fácil ya que en el salón de clases contábamos con enciclomedias y de ahí también realizábamos actividades adecuadas al tema tratado o bien juegos que marcaban ahí, pero al final del día siempre nos llevábamos un aprendizaje nuevo a nuestras casas.

Pero no todo era diversión para nosotros también además de “divertirnos” en clases la maestra como todos o la mayoría de  profesores de todas las escuelas tenía reglas y normas que nosotros debíamos de cumplir al pie de la letra, digamos que era la única condición de realizar actividades de interés pero a la vez de provecho para nuestro desarrollo; una de las más importantes era no salir del salón sin antes pedir permiso, otra muy relevante que ya mencione anteriormente era el respeto que debíamos tener mutuamente entre alumnos y maestra.

Sus clases siempre eran muy dinámicas y pues nosotros estábamos encantados con su manera de trabajar, vivimos un ciclo muy divertido y lleno de aprendizajes, fue muy buena maestra y quizá ella sea uno de tantos motivos por el cual estoy aquí en el Centro Regional de Educación Normal “Rafael Ramírez Castañeda” en la licenciatura en educación primaria.

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