En páginas anteriores, hemos proporcionado nociones generales respecto al aprendizaje
Enviado por analiavelardez • 10 de Noviembre de 2015 • Monografía • 3.392 Palabras (14 Páginas) • 172 Visitas
En páginas anteriores, hemos proporcionado nociones generales respecto al aprendizaje, el pensamiento del adolecente, la estructura organizativa y curricular de nuestro Nivel Secundario y conceptos fundamentales acerca del aprendizaje de las matemáticas según la teoría Constructivista.
A continuación desarrollaremos una caracterisación de los alumnos con baja visión, para luego ofrecer algunas sugerencias en cuanto a las distintas estrategias que creemos podrían contribuir a que los mismos logren un aprendizaje significativo en el área de la Matemática.
La baja visión.
La visión es, de todos los sentidos, el que más información nos proporciona, y lo hace a través de una esfera que es el ojo, de tan sólo 23 mm de diámetro y de 7,5 g. de peso. El ojo localiza lo que se quiere ver a través de sus estructuras y con sus células nerviosas transforma la energía luminosa en impulsos nerviosos, para que a través del nervio óptico lleguen al cerebro donde se
reciben e interpretan. La visión es un proceso que se aprende naturalmente por la influencia de los estímulos de la luz y las cosas para ver que nos rodean. Incluye el conocimiento del objeto, de su ubicación y de sus relaciones en el espacio, sin acercarse a ellos. Incluye la capacidad de conocer distancias, formas, tamaños, posiciones, colores. La visión se da a través del sistema visual normal.
Cuando existe alguna alteración en cualquiera de las funciones de este sistema, la visión sufre trastornos que denominamos discapacidad visual.
La definición de la discapacidad visual varía según el propósito, el organismo o la disciplina que la enuncia.
Desde el punto de vista legal un disminuido visual es la persona que tiene agudeza mejor que 1/10, pero menos que 3/10 en el mejor ojo con corrección óptica (Hathaway, 1979).
Desde el punto de vista educativo la baja visión es una discapacidad visual severa que persiste a pesar de la corrección, pero que puede ser incrementada en cuanto a su funcionamiento (Corn, 1980) y la visión limitada o restringida es el uso parcial de la visión en circunstancias normales.
Según Mehr y Freíd (1975) la visión parcial o subnormal puede definirse como agudeza visual o pérdida de campo visual que, incluso con la mejor corrección óptica proporcionada por lentes convencionales , se traduce en una deficiencia desde el punto de vista de las capacidades visuales.
Esta definición presupone que persiste algún remanente visual y que la corrección no incluye las denominadas ayudas ópticas.
De acuerdo con Scholl (1986) las diferentes definiciones de disminución visual no toman en cuenta la posibilidad de variaciones en el funcionamiento visual: individuos que pueden experimentar fluctuaciones temporales en la visión; o que por su patología tienen dificultades para funcionar en ciertas condiciones ambientales; o que con grados significativos de agudeza visual, son ineficientes para usarla; o que tienen condiciones patológicas en proceso de deterioro.
Como se observa en lo antedicho hay muchas definiciones de la baja visión, pero hasta el momento ninguna ha sido estandarizada ni es aceptada de manera universal por ningún grupo de profesionales.
En la discapacidad visual podemos distinguir tres aspectos:
- Un aspecto orgánico que se refiere al defecto o patología ocular
- Un aspecto funcional que se refiere a la incapacidad para desempeñar determinadas tareas, y
- Un aspecto social que se refiere a la minusvalía que sufre el discapacitado por la inferioridad de su estatus en la sociedad.
Según Colembrander (1977) podemos distinguir tres niveles de disminución visual:
Moderada: cuando la capacidad de desempeño con el uso de ayudas especiales e iluminación puede estar casi al mismo nivel que la de personas con visión normal;
- Severa: cuando la capacidad para desarrollar tareas visuales requiere más tiempo y energía y es menos precisa, aún con ayudas y otras modificaciones,
- Profunda: cuando la realización de tareas visuales gruesas presenta muchas dificultades y las tareas visuales de detalle no pueden efectuarse visualmente.
En este punto resulta de vital importancia conocer, tanto la patología visual de cada sujeto, así como sus repercusiones y pronóstico. Sólo de este modo podremos comenzar a valorar adecuadamente sus dificultades y posibilidades.
Si bien el diagnóstico no debe ser el único punto a tener en cuenta, este nos proporcionará una orientación considerable al momento de la toma de decisiones.
Características del alumno con baja visión.
Los alumnos con baja visión son un grupo especial dentro de los discapacitados visuales. Poseen características específicas y necesidades únicas. Históricamente este grupo no ha sido bien definido, porque han sido percibidos como ciegos o como videntes, pero no como subgrupo con identidad propia.
Posiblemente esto haya sucedido así porque este grupo está formado por una población muy heterogenia en cuanto al grado, tipo y cantidad del remanente visual, que se traduce en conductas muy diversas, ya que cada persona es capaz de funcionar hasta un punto que sólo puede determinarse mediante la evaluación de su desempeño.
En este punto, cabe resaltar que, en la mayoría de los casos, son múltiples los parámetros visuales afectados. En un mismo individuo podremos encontrar disminuciones tanto en la agudeza como en el campo visual, así como en las percepciones del contraste, color y figura-fondo. Esto no implica que no exista predominio de una afección respecto de las otras.
Diversos estudios han confirmado la hipótesis de que no todos los estudiantes con baja visión pueden ser igualmente clasificados, ni sus planes educativos ajustarse a objetivos homogéneos. La evaluación del funcionamiento psicomotor confirmó un retraso en el desarrollo que puso de manifiesto la necesidad de instrumentar programas de intervención temprana. También señalaron problemas de aprendizaje de la lectura comprensiva y el cálculo matemático, sugiriendo que las funciones cognitivas con contenido simbólico y semántico son factores más importantes para la determinación del programa especial individual de un alumno, que la medida de su agudeza y campo visual.
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