ETICA NOCIONES GENERALES
Enviado por Jesús David Betancur Arroyave • 9 de Septiembre de 2015 • Informe • 3.387 Palabras (14 Páginas) • 134 Visitas
ETICA NOCIONES GENERALES.
Notas preparadas por Ernesto Estrada Araque.
ETICA. ¿Qué es? No es ciencia. No hay ética científica. La ética no busca estructuras formales con validez universal: No es una crítica trascendental. Para el Ingeniero Wittgenstein: La ética no puede ser ciencia, no aumenta nuestros conocimientos en ningún sentido. Pertenece al reino de lo inexpresable, como los problemas sobre el sentido del mundo y la existencia de los valores. Y agrega el mismo autor: la ética es la investigación sobre lo valioso o lo que realmente importa. Para Fernando Savater, “La ética es el arte de vivir, el saber vivir, por lo tanto el arte de discernir lo que nos conviene lo bueno y lo que no nos conviene lo malo”.
“Aristóteles, funda como es sabido la ética como disciplina autónoma, criticando como una generalidad vacía, la idea platónica del bien, erige frente a ella, la cuestión de lo humanamente bueno, de lo que es bueno para el hacer humano” . Gadamer, V y M. I. P. 383..
Ethos, más allá de designar "morada" o "lugar donde se habita", significa conjuntamente "carácter", "talante", "modo de ser", "estilo de vida", y "disposición del hombre en la vida“. La ética trata de la vida, del modo correcto de vida, feliz, alegre. Ética es un arte de vivir.
La ética es propiamente el carácter de la consciencia ante la realidad, el talante racional y vital que guía la praxis filosófica humana. Y, en consecuencia, el sentido de la ética -su esencia- es ser el fundamento de la praxis humana, el despliegue de la filosofía como praxis; es decir, el modo de ser filosófico de la consciencia que la gobierne en la compleja travesía de la existencia.
La ética alude en Grecia al hecho de asumir la existencia articulada al todo social y como viviendo la tensión fundamental entre la ley y la conciencia moral individual.
Trata acerca del papel que debe desempeñar la RAZÖN en la actuación moral, cuando plantea la cuestión de lo humanamente bueno. De lo que es bueno para el saber humano. El saber de la ética supone que lo bueno para el hombre, solo aparece en la situación práctica en la que se encuentra.
Ética es un comportarse y una actitud de un ser humano, que se resuelve en el ejercicio de la palabra como conversación con nosotros mismos, con los otros y con el mundo.
El elemento que sustenta el saber ético del hombre es la (oresis): el esfuerzo, la lucha, el coraje, el talante y su elaboración hacia una actitud firme (Hexis). Lo que significa que el hombre sólo se convierte en tal, sólo a través de lo que hace y cómo se comporta y llega a ser el que es.
La ética se la comprendía en Grecia como una práctica de la libertad: Es una práctica reflexiva de la libertad. Práctica de sí, que consiste en OCUPARSE de sí, cuidar de sí para conocerse y para formarse, para superarse a sí mismo, para controlar los apetitos. La ética intenta dar un nuevo impulso al determinado trabajo de la libertad..
Trata de dar respuesta a interrogantes como: ¿Cómo nos hemos constituido como sujetos que ejercen o padecen relaciones de poder?¿Cómo nos hemos constituido en sujetos morales de nuestras acciones?
ETICA consiste en reflexionar sobre los poderes que se tienen para afectar la vida, a la sociedad, a los seres humanos en lo síquico, en lo espiritual, en lo laboral, etc.
La ética exhorta al manejo adecuado de los poderes a través del ejercicio de deliberación, para discernir acerca de lo bueno y de lo malo.
Aristóteles opone el ethos a la fisis. En ethos no es que se carezcan de reglas, sino que sabe acerca de la mutabilidad y regularidad limitada de las posiciones humanas.
La ética consiste en el ejercicio de resistencia a los poderes modernos que se ejercen en cada punto de vista del cuerpo social. La ética es una critica de lo que decimos, pensamos, hacemos.
La ética no tiene que ver con renuciamiento a uno mismo. No es sinónimo de altruismo. Tiene que ver con lo que los hombres queremos.
Lo contrario de la visión de lo correcto no es el error ni el engaño, sino la ceguera. El saber moral abarca de una manera particular los medios y los fines y es en esto distinto del saber técnico.
Actualidad de la ética aristotélica.
Puede parecer extraño que se hable de actualidad de una obra escrita hace más de veinticuatro siglos atrás. Pero la actualidad, la capacidad de expresar vivencias y problemas centrales de cada época, abrir horizontes y ofrecer nuevas perspectivas y respuestas es un atributo inherente a toda obra clásica, hasta el punto de que este atributo es, precisamente, la medida de esta denominación.
En la actualidad se plantea el desafío de recuperar la racionalidad para la ética filosófica. Esta es la situación en la que se ha manifestado con particular vigor la actualidad de Aristóteles, porque ofrece un concepto distinto de racionalidad práctica, no geométrica ni intelectualista, diferenciado tanto de la teoría como de la técnica, atenta al lenguaje, a la experiencia histórica e individual, dialogante como la socrática y
suficientemente amplia y flexible como para dar buena cuenta de la variedad
y complejidad del fenómeno político y moral. Es lo que han destacado e integrado de un modo esencial a su propio pensamiento autores contemporáneos tan diversos como H. Arendt, L. Strauss, E. Voegelin, H. G. Gadamer y A. McIntyre, entre otros, que han participado en la discusión y tarea de una Rehabilitación de la razón práctica, inspirada en Aristóteles.
Su asunto son las acciones humanas, que no tienen la inmutabilidad de los principios matemáticos ni la fijeza de las leyes naturales, mas tampoco están sometidas al puro azar; tienen la regularidad limitada de los hechos que ocurren "las más de las veces" de la misma manera [hos epì tò polú: I 3 1094 b 21], como expresión que son de la condición humana, del carácter y de las costumbres.
El examen y discusión de estos hechos, entre los cuales se incluyen las opiniones [éndoxa] acerca del bien humano aceptadas por todos o por la mayoría o por los hombres más reputados, da lugar no a una certeza absoluta, sino a verdades probables, y ellas constituyen las premisas de los argumentos que emplea la ética, de donde se sigue que las conclusiones a las que llega son también probables (cf. I 3 1094 b 21 ss.) Esta forma de argumentación, que en la nomenclatura de Aristóteles pertenece a la dialéctica, es tan estricta en cuanto a su forma o estructura como la argumentación apodíctica o demostrativa de las ciencias teóricas, aunque no alcanza verdades necesarias como éstas, precisamente porque su rigor le impide reducir la diversidad, contingencia, libertad e historicidad de los hechos humanos a un vacío concepto universal y necesario, del que pudiera arrancar una ética more geométrico. Por el contrario, mediante la consideración y discusión de las opiniones, la dialéctica permite apreciar las distintas caras del asunto, formular los problemas y llegar a distinguir más fácilmente lo que es verdadero o falso.
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