¿En qué grado es beneficioso el trabajo flexible en la sociedad actual de la Unión Europea?

ENSAYO

¿En qué grado es beneficioso el trabajo flexible en la sociedad actual de la Unión Europea?

Debido a que convivimos con una economía cambiante como resultado de la globalización y de los avances tecnológicos, las empresas tienen que ser flexibles al estructurar su forma de producción. Por ello, este ensayo analiza una serie de perspectivas teóricas que tratan de dar una explicación a las consecuencias del trabajo flexible en la sociedad. Estas consecuencias se tratarán a nivel económico, social y cultural, comentando que tipo de empleo esta cambiando y como afecta esto a la vida de las personas, contrastándolos con las de otros lugares del mundo. Además se tratará de dar algunas modificaciones que puedan maximizar los beneficios de este modelo de trabajo. Por último se establecerán las conclusiones que se han extrapolado del estudio tras la pregunta inicial.

RATIO DE EMPLEO EN EDADES COMPRENDIDAS ENTRE 15-64 AÑOS, 2013

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En esta gráfica puede observarse que los países europeos con mayor porcentaje de empleo son Suecia, Holanda y Alemania. Pues bien, por ejemplo en Alemania la estabilidad del empleo existente durante la crisis se debe en gran parte a la reducción de las jornadas laborales. Por una parte, es un instrumento que ha servido para evitar despidos, mantener el capital humano en las empresas y evitar los costes que surgen al reclutar trabajadores una vez acabe la crisis. Por otra parte, es un instrumento peligroso, ya que puede provocar que la recuperación de la crisis económica se lleve a cabo sin crear nuevos puestos de trabajo.

Por lo que, para llevar a cabo el empleo flexible no solo es necesario una normativa reguladora, ayudas y prestaciones como por ejemplo: protección contra el despido o prestación para los trabajadores afectados por la reducción temporal de la jornada. También sería necesario, la existencia de estructuras corporativistas que ayuden a desarrollar con celeridad la flexibilidad. La rápida reducción de la jornada regulada por convenio y la existencia de las cuentas individuales serían entonces el resultado de la negociación colectiva tanto a nivel empresarial como en ámbitos más diversos.

El trabajo se ha ido transformando, hasta tal punto que se ha pasado de la producción de bienes agrícolas o industriales a la producción de servicios cada vez más sofisticados. El elemento más importante de los nuevos servicios es el conocimiento que aumenta la productividad, ajusta las necesidades del cliente, y desarrolla nuevos productos. Nuestra vida y nuestro sistema de valores están sufriendo una transformación debido a las difusión de las nuevas tecnologías de información y comunicación. Con estos acontecimientos nos situamos ante un cambio hacia la individualización del trabajo y al desgaste de las instituciones centradas en la sociedad.

Es posible que la globalización, las nuevas tecnologías de la información y la lucha de las mujeres para conseguir igualdad, estarían transformando el mercado de trabajo.

Pero, la globalización no se reduce a un fenómeno de base estrictamente económica, tiene una evidente multidimensionalidad que implica facetas sociales, culturales y políticas. No obstante, las instituciones que llevan a cabo estas labores están atrasadas y no son capaces de realizar estos cambios con precisión.

Es aquí donde nos planteamos la calidad de vida de las personas. Partimos de la definición de que “la satisfacción con la vida es el grado en que una persona evalúa la calidad global de su vida en conjunto de forma positiva”. En otras palabras, cuanto le gusta a una persona la vida que lleva.

El libro Sustaining the New Economy. Work, Family and Community in the Information Age, trata el problema de cómo se podrían reorganizar las sociedades para afrontar las nuevas escenarios de «producción flexible» que solicita una productividad elevada en una economía global en el contexto de sociedades donde se producen numerosos cambios en la sociedad. Las medidas propuestas para el aumento del número de empleos o para educar y formar de forma más especializada a los trabajadores no son bastantes. Estas propuestas no cubren las interacciones producidas por los procesos de cambio que surgen a través de la globalización y de la nueva organización del trabajo.

Estos sucesos pueden concebirse desde dos puntos de vista. El primero considera las instituciones en las que los individuos organizan sus relaciones sociales. La segunda perspectiva es la comparación de sociedades. Las sociedades contemporáneas son parecidas en varios aspectos, pero también se diferencian en  aspectos sociales, políticos y culturales. Como resultado, reaccionan de forma desigual al cambio social en distintas áreas sociales: el entorno laboral, las familias y las comunidades locales.

Por ejemplo, el aumento del empleo, depende de muchas más variables que del cambio tecnológico y de la habilidad de las empresas a contratar nuevos trabajadores. Algunas de estas variables podrían ser: la política macroeconómica, el clima político y la inversión publica en capital humano.

Por lo que la interpretación actual de la tesis según la cual la «tecnología destruye y degrada trabajos» comenta que el mercado laboral ha sido capaz de absorber a los trabajadores desplazados por anteriores olas de innovación tecnológica. En lugar de culpar a las nuevas tecnologías de la falta de actividad laboral de muchas personas y de las faltas que puedan existir en el mercado de trabajo, «tenemos que examinar de forma realista cómo está cambiando el mercado laboral y cómo podemos crear más y mejores empleos en este nuevo entorno».

Pero entonces, ¿Qué tipos de empleos están cambiando?. Los estudios apuntan que hay un aumento gradual de la demanda de trabajadores muy cualificados y que se espera que continúe esa directriz.

En estos estudios puede verse que el empleo no está desapareciendo, pero el trabajo está sosteniendo un cambio profundo. Los dos elementos importantes de esta transformación son la flexibilidad del proceso laboral y la interconexión en redes de las empresas y de los individuos dentro de las empresas. Entonces, la tecnología desempeña un papel importante en estos cambios configurando la reestructuración de las organizaciones y ayuda a definir la forma más eficiente de producir un determinado producto o servicio.

Además, el rápido desarrollo de las economías industrializadas, las nuevas tecnologías de la información, la liberalización del comercio y los mercados financieros globales han contribuido a la aparición de una economía global. Esta «globalidad» ha sido  recientemente dada la infraestructura tecnológica aportada por las telecomunicaciones, los sistemas de información, la microelectrónica y las autopistas de la información.

La mutación del trabajo es indudable y la «mejor vía» para dicha transformación es la formación de los trabajadores para que puedan realizar procesos laborales más flexibles. Aquí la flexibilidad laboral ayuda y mejora la productividad desarrollando ambientes laborales de elevado rendimiento. La «vía secundaria» para la transformación es la subcontratación del trabajo y los contratos eventuales y a tiempo parcial.

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