Ensayo De Sobre El Perfil De Egreso

LA FORMACIÓN CIUDADANA COMO ASPECTO ESENCIAL EN EL PERFIL DE EGRESO DE LA EDUCACIÓN BÁSICA.

Desde la Reforma Integral de la Educación Básica en México se estableció, entre otras cosas, el perfil de egreso de los tres niveles educativos (preescolar, primaria y secundaria) de forma articulada el cual, como lo menciona el Plan de Estudios de Educación Básica (2011), “define e tipo de alumno que se espera formar en el transcurso de la escolaridad básica y tiene un papel preponderante en el proceso de articulación de los tres niveles”. Considero que fue un paso muy importante el que se dio lo la Reforma antes mencionada, puesto que de esta manera se empezó a trabajar “en conjunto” para lograr una meta común, anteriormente, cada nivel educativo trabajaba por su propia cuenta y considerando sus propias metas, sin tener presente si lo que lograban en los alumnos sería apropiado o no para su desenvolvimiento en niveles posteriores.

Un aspecto muy importante que considera el perfil de egreso es “definir el tipo de ciudadano que se espera formar a lo largo de la educación básica”. Y ahora se habla de los alumnos egresados de educación básica como ciudadanos, considerando que nosotros comúnmente consideramos ciudadano a aquella persona mayor de 18 años que tiene la facultad de formar parte activa de las elecciones del país, haciendo uso de su credencial para votar y que abarca muchas cosas más, como responsabilidad, compromiso, honestidad, capacidad de tomar decisiones, etc., y que parten del uso del pensamiento crítico que “han desarrollado a lo largo de su vida”. Como bien sabemos, los alumnos egresados de estos niveles tienen, comúnmente, entre 14 y 15 años, aun no la mayoría de edad; sin embargo, es importante que ya desde entonces se les vaya considerando ciudadanos, y en términos más amplios, como el mismo nombre lo indica, como personas que forman parte de una ciudad y que tienen el derecho de tomar decisiones con relación a esta.

Ahora bien, “los cambios sociales, culturales, industriales, tecnológicos y económicos del siglo XXI han modificado todo, hasta la forma de educar. Hoy en día persiste una crisis de valores. Vivimos en una sociedad surcada por la desigualdad social, económica y cultural. Si se abandona el desarrollo del niño al crecimiento espontaneo es favorecer la reproducción de las diferencias y desigualdades de origen y fomentar la permanencia de la injusta discriminación”. Por ello, resulta imprescindible enfocar nuestros esfuerzos a una formación ciudadana más equitativa y de mayor calidad, tal como lo menciona Marshall (1998), “la educación de los niños constituye un genuino derecho social de la ciudadanía, dado que el propósito de la enseñanza es dar forma al adulto futuro”. No se trata de que al término de la secundaria los adolescentes salgan con la capacidad de tomar decisiones a nivel país o estado, sino más bien de que vayan construyendo

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