Ensayo Educaciòn

Hay varios factores con los cuales los niños pueden distraerse dentro del aula, lo que provoca en ellos un bajo rendimiento escolar, reiteradas veces un comportamiento inadecuado, lo cual hace que la docente se enfade y les llame la atención. A la vez esta profesora al momento de la evaluación puede preguntar habilidades no desarrolladas en clases y se excusa en que “los niños no prestaron la atención necesaria en clases”, pero ¿Es posible preguntar habilidades no desarrolladas dentro del aula?, ¿A todos los estudiantes se les debe evaluar de la misma forma?

Sin duda estas interrogantes generan variadas hipótesis, las cuales unas con otras se pueden confrontar. Siempre hay que tener en cuenta que no todos los estudiantes aprenden al mismo tiempo ni al mismo ritmo, no todos tienen las mismas aptitudes al momento de enfrentarse a una evaluación, ya que como dice Bruner, los estudiantes tienen que descubrir su propio proceso de aprendizaje. Según A. Pila Teleña, la evaluación es una operación sistemática, integrada en la actividad educativa con el objetivo de conseguir su mejoramiento continuo, mediante el conocimiento lo más exacto posible del alumno en todos los aspectos de su personalidad, aportando una información ajustada sobre el proceso mismo y sobre todos los factores personales y ambientales que en esta inciden. Por ende, siempre hay que tener en cuenta que los niños son entes únicos, y que los conocimientos que ellos adquieren no son los mismos que adquirió el compañero. Las habilidades que la docente desarrolla dentro del aula, en lo posible, deberían captarlas cada uno de los estudiantes que ahí están, ya que esta posee y debe utilizar diferentes metodologías para hacer que los alumnos capten las habilidades entregadas.

Quien enseña, a la vez, necesita seguir aprendiendo de y sobre su práctica de enseñanza. La docencia no es un estado al que se llega, sino un camino que se hace, si algo debe distinguir la profesión docente es su estado de apertura permanente para el aprendizaje continuo es por esto que la evaluación educativa debe ser formativa, continua, individual, participativa y compartida.

No debemos ver a la evaluación como una simple tarea de hacer exámenes para poner calificaciones y determinar quiénes aprueban y quienes no aprueban, esta debe emplearse para juzgar, retroalimentar y al calificar el aprendizaje, nutrirnos de sus resultados con objeto de utilizarla como otra estrategia de enseñanza.

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