Ensayo sobre la decolonización de la educación y didáctica no parametral

BENEMÉRITA Y CENTENARIA ESCUELA NORMAL DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PRIMARIA DEL ESTADO.[pic 1][pic 2]

Maestría en Educación  Primaria con enfoque en competencias en la enseñanza de las matemáticas y el español.

Asesor: Dr. Rubén Ruíz Saldaña

Alumno: Saúl U. Castellanos Galdámez

Materia: Reconocimiento del entorno y didáctica Creativa II

Ensayo sobre la lectura “Didáctica No Parametral”

 INTRODUCCIÓN

El presente ensayo en una opinión subjetiva de lo que constituye el concepto de didáctica no parametral como un nuevo paradigma ante el escenario de la educación moderna, si bien se han hecho numerosas investigaciones orientados a nuevos estilos de enseñanza aprendizaje, no existe como tal uno que se adapte a la cultura propia de los pueblos latinoamericanos, en este sentido y para ubicarnos en el marco de referencia en el que se encuentran inmersos la educación propia de todos los países latinoamericanos en es necesario ubicarnos en un plano desde una perspectiva histórica, si bien nuestro pueblos, históricamente han sido colonizados y obligados a adoptar una cultura, una religión, costumbres y demás cosas que han ido sincretizándose con el pasar de los años, y en el devenir histórico somos herederos de una cultura de colonización.

Si bien el presente trabajo no constituye una investigación como tal, sino más bien una opinión a lo que podría ser un nuevo enfoque metodológico que nos ayude a establecer parámetros desde una perspectiva local ante los retos que plantea la sociedad moderna y la realidad que históricamente permea los actuales esquemas didácticos.

La didáctica no parametral se abordará por tal motivo, desde la perspectiva de la experiencia en la práctica docente de un maestro rural de educación primaria; en éste contexto y a fin de ubicarnos se establecen esquemas pedagógicos a manera de métodos que coadyuvan a mejorar las técnicas de enseñanza-aprendizaje; haciendo uso, desde luego, de herramientas útiles en la adquisición de  una mejor experiencia en la práctica docente.

Sin duda alguna todavía permanecen hábitos que permean la práctica docente, acciones que más que consolidar las enseñanzas adquiridas en la teoría, constituyen hechos, habilidades y aptitudes que heredados del paso por los diferentes niveles de educación como docente, así como estudiante, y se han convertido en el recurso diario del cual tomamos los saberes y las técnicas para transmitir el conocimiento.

Si bien es cierto que los actuales enfoques metodológicos constituyen, mas que una solución, una barrera ante las realidades culturales de países latinoamericanos, toda vez que se plantean desde una perspectiva competencial, alineada al sistema, en donde se favorecen el desarrollo de competencias, enfocadas al desarrollo de habilidades técnicas, y dejando de lado el proceso formativo de la reflexión y la crítica, ante la realidad de un sistema educativo que busca que el “docente forme parte de una enseñanza adoctrinadora, fundada en el principio del enciclopedismo enajenante, en lo que más que promover procesos de reflexión y toma de conciencia se agotan en la preocupación de lograr excelentes niveles  de conocimiento disciplinar”.1

¿Plantea la didáctica no parametral un nuevo paradigma a utilizar como solución al rezago educativo en nuestro contexto? Y ¿Somos capaces como maestros, de adaptarnos a un modelo pedagógico que forme en parámetros fuera de lo establecido?

Habría que poner en contexto la realidad histórica de nuestro país y más rigurosamente la realidad de nuestro estado, toda vez que es preponderante conocer esta realidad y como la “colonización” devino en una realidad que permea todas las esferas sociales, tal y como plantea la Dra, Estela B. Quintar “el contexto de ésta metáfora de Hernán Cortés que retorna en lo real...” (Quintar, 2008), la colonización a base de la “evangelización” de los pueblos indígenas de los territorios latinoamericanos, propiciada por los reyes de España y financiada en gran medida por la Iglesia Católica Romana derivó en lo subsecuente, en el establecimiento de “organizaciones” político-religiosas a manera de “agencias internacionales” que devolvían el poder económico a la iglesia, que sufría pérdida de feligreses por los distintos conflictos provocadas en gran medida por las reformas luteranas”, de ésta manera a manera de “bulas papales” se establecieron acuerdos entre los reyes Católicos de España y la Iglesia Católica Romana.

En éste marco es que se da la conquista de los territorios que conforman a nuestro país, estableciéndose así la misma manera de operar por parte de los conquistadores a los pueblos conquistados, imponiéndose una “lógica de dominación” que fue haciéndose costumbre a manera de prácticas de una sociedad colonizada e impotente de imponer sus propias costumbres, esto derivo en una mezcla de costumbres y hábitos.

En el caso de Chiapas no fue distinto al resto de los territorios del nuevo mundo conquistados, la población original fue conquistada (por no decir sometida), en 1524 por órdenes Hernán Cortes, el capitán Luis Marín pudo imponerse con sus mejores armas llegando hasta Zoctón-Nandalumi2, el sometimiento poco duró ya que los indígenas chiapanecos se rebelaron dando paso el evento histórico sucedido en el Sumidero, en donde, de acuerdo a datos históricos no menos de 2000 pobladores de Zoctón prefirieron la muerte antes de la imposición de las nuevas costumbres, antes de someterse al español. De éste manera y con el pasar de los años, la provincia que conforma el territorio chiapaneco se anexó de manera definitiva a la naciente nación mexicana el 14 de septiembre de 1824. La importancia cultural de Chiapas radica en gran manera, en las numerosas etnias que conforman parte de la población chiapaneca en la actualidad, nueve etnias cada una con su propia identidad3, puesta de manifiesto en patrones religiosos, culturales y formas de gobierno.

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