Escuela para todos

Editorial

A través del impulso hacia la educación para todos, la educación inclusiva puede hacer realidad el logro de sus objetivos, entre ellos, la educación básica de calidad para todos y todas. La inclusión surge con el objetivo de eliminar las diversas formas de opresión existente al respecto, y de luchar por conseguir un sistema educativo para todos. Desarrollar procesos que preparen y habiliten a las instituciones de manera que puedan atender a todo tipo de alumnos.

Este enfoque, cuyo fin es el desarrollo educativo que responda a la diversidad, se convierte en un desafío para todos, ya que se tendrá que asumir la responsabilidad en cada nivel educativo.

La educación inclusiva surge del reconocimiento de la educación como un derecho humano básico. Bajo este principio se concibe a la educación como un derecho de todos y no de unos pocos, y como un principio indispensable para el desarrollo individual y social. Promueve la contraposición a la exclusión, discriminación e ignorancia.

La responsabilidad de ser docente de alumnos con necesidades educativas especiales, se extiende a otros niveles: enlazan su trabajo con el que realizan otras instituciones y los padres de familia en el desarrollo integral del alumno; es docente, organizador y animador, porque programa actividades y materiales de enseñanza que son entretenidos y facilitan la comprensión a sus alumnos con discapacidad y aptitudes sobresalientes.

Por ello la revista EXÉNARI: educación especial, hace hincapié en diversas estrategias, las cuales facilitaran el proceso enseñanza-aprendizaje tanto para el maestro como para el alumno. Sin embargo, no solo van dirigidas al ámbito escolar sino también se dirige al ámbito social y familiar, pretendiendo que la persona con discapacidad sea funcional en la vida cotidiana, mejorando su calidad de vida. Estableciendo una díada entre escuela-familia y familia-escuela para mejorar la relación y comunicación entre estos, favoreciendo el desarrollo de la persona con discapacidad.

El objetivo principal es que la persona con discapacidad pueda lograr la normalización y la mayor integración posible en los ámbitos escolar, laboral y social, especialmente cuando se logra eliminar los prejuicios discriminatorios. Los problemas que surgen con la discapacidad de un individuo no solo es propia, ya que requiere de cambios en el entorno (hogar, escuela, centros de trabajo, establecimientos comerciales, transporte etc.) por lo tanto se supone actuar sobre las personas y sobre su entorno.

Con un abordaje, enmarcado a romper las barreras entre los escenarios del aprendizaje, se aportan estrategias que dan la oportunidad de realizar actividades diferentes a las establecidas en el programa escolar, pero estas con los mismos propósitos de intervención educativa.

La música, por ejemplo, es una herramienta que podemos utilizar al momento del aprendizaje favoreciendo la capacidad de atención y estimulación en la memoria. Se pretende darle a conocer al docente que se puede realizar el aprendizaje de forma distinta a la tradicional, que sea menos estresante y más motivador.

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