Escuelas del Silencio

Escuelas del silencio, término que se adoptó para nuestra historia editada.  Historia basada en relatos alterados, donde su narrador cuenta y afirma acontecimientos modificados en beneficios de los grandes titanes. Descuartizando sangrientamente y dejando sin aliento la cruda  verdad sobre los acontecimientos que nos afectaron. Como niños de teta hambrientos nos convencieron, para luego al despertar de nuestro sueño nos diremos cuentas del gran timo.  Un timo generacional, una cadena dura de romper pero no imposible de debilitar.  Afirmación tras afirmación, información disfrazada y enseñanzas incompletas nos impartieron, en complicidad de aquellos que se negaban por miedo o represarías a contar la realidad.  

Mis ojos han abierto como pétalos en época primaveral, mis conocimientos se refrescan tal como ruiseñor a orillas de un río y da vítores de júbilo por el nuevo despertar que trae un alba llena de fresco y seductores conocimientos.  Mis gritos se escuchan a lo lejos como olas embravecidas, como repudio al mar de sangre en que nos bañamos.  Acontecimientos perturbadores, llenos de crueldad y de indignación, que producen en mi vergüenza y a su vez odio.

Ser cómplices de tanta crueldad, ofende.  Ya que con nuestra dormir y confiar en los conocimientos a media que nos imparten y no investigar con madurez los eventos nos hacen cómplices del desconocimiento.  Los gobiernos, la iglesia y demás instituciones nos llevan de manera ordena a creer lo que para ellos es lo que conviene, colocando en nosotros paños oscuros alrededor de nuestros ojos, asegurándose en todo momento que un rayo de luz entre a través de ese paño.  Así ponen segura su terrible y espantosa verdad. Verdad mediática que las grandes compañías de telecomunicaciones también nos esconden.

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