Estado del Arte. Filosofía del derecho

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FILOSOFÍA DEL DERECHO.

¿Es la crianza respetuosa una herramienta para la aplicación eficaz de los derechos de los niños, niñas y adolescentes?

ESTADO DEL ARTE

Daniela Stone Vélez

9 de noviembre del 2022

INTRODUCCIÓN.

Actualmente, en México y en el mundo, se habla más sobre los derechos de los niños, niñas y adolescentes; Se ha buscado proteger, promover, garantizar y respetar sus derechos implementando nuevas políticas públicas, medidas de protección, herramientas y formas de crianzas para que los derechos de este grupo que se encuentra en una situación vulnerable a nivel mundial, no sean violados.

Un gran impulso para la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes fue la creación de la Declaración de los Derechos del Niño de 1959 de las Naciones Unidas, en la que se establecen sus derechos a la protección, la educación, la atención sanitaria, la vivienda y a una nutrición adecuada. A medida que los años pasaban y no se veía una mejora en la calidad de vida de los niños, la UNICEF, una organización permanente de la ONU, crea la Convención sobre los Derechos del Niño en el año 1989; La Convención sobre los Derechos del niño fue y sigue siendo hoy en día, el tratado internacional de derechos humanos que de manera más amplia y rápida se ha ratificado en toda la historia. Con ésta surgen grandes cambios en cuanto a la forma en la que se veían y trataban a los niños, pasan de ser “objetos” pasivos que solamente necesitaban cuidados y caridad, para por fin verles como seres humanos que, de hecho, necesitan un conjunto diferenciado de derechos.

“La Convención, a lo largo de sus 54 artículos, reconoce que los niños (seres humanos menores de 18 años) son individuos con derecho de pleno desarrollo físico, mental y social, y con derecho a expresar libremente sus opiniones. Además la Convención es también un modelo para la salud, la supervivencia y el progreso de toda la sociedad humana.”^[1]

La ratificación de este Tratado por tantos Estados nos puede dar a entender que son muchos los países los que tienen un gran compromiso a nivel mundial con hacer que se protejan los derechos de las infancias y, claro que hay muchos avances desde que este Tratado nace, como el descenso de la mortalidad infantil hasta el aumento de la escolarización, aunque es evidente que todavía tenemos un gran tramo que recorrer para que los niños, niñas y adolescentes realmente puedan gozar y disfrutar todos sus derechos.

Para efectos de esta investigación se busca contestar distintas preguntas como lo son ¿Cómo se están viendo afectados los derechos de los niños, niñas y adolescentes?, ¿Qué es el adultocentrismo?, ¿Qué es la crianza respetuosa?

DESARROLLO.

En México, se ratifica la Convención sobre los Derechos del Niño el día 21 de septiembre de 1990, quedando obligado a adoptar distintas medidas tanto administrativas como legislativas y de cualquier otra índole para dar efectividad y proteger los derechos reconocidos en ella en favor de todos los niños, niñas y adolescentes en el país. Existen diferentes organismos que apoyan a los niños, niñas y adolescentes que están regulados específicamente por UNICEF México, estos son la Ley General de los Derechos de niños, niñas y adolescentes (LGDNNA), el Sistema de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes (SIPINNA), Procuradurías de Protección de la Niñez y distintas organizaciones no gubernamentales que brindan apoyo a este grupo.  

Habiendo tantos instrumentos especializados para la protección de los derechos de los niños, esperaríamos que estos tuvieran una mejor calidad de vida y que se trataran como humanos, como lo que son, responsables de decidir y opinar lo que consideran mejor para ellas y ellos; Pero es algo que todavía se ve muy lejano y aunque existen muchas razones por las que el avance de estos derechos es muy lento, me gustaría enfocarme en una problemática que, en mi opinión es un gran factor en la vulneración de los derechos de los NNA, que es el adultocentrismo.

Para continuar con esta investigación, antes que nada, nos tenemos que preguntar, ¿qué es el adultocentrismo? Llamamos como adultocentrismo a aquello que nos empuja a considerar la perspectiva adulta como superior a la de una persona de poca edad. El adultocentrismo nos influencia en mayor medida y condicionan no solamente nuestras relaciones con las infancias sino que también hace que los niños no sean considerados en nuestro mundo y, sorpresa, nuestro mundo también es su mundo.

Prácticas comunes que probablemente ni siquiera veamos como negativas son que minimizamos las ideas y propuestas de los niños, descalificamos sus necesidades y sentimientos pensando que todo es un “berrinche”, no les permitimos expresarse, normalizamos la violencia e incluso consideramos que son parte de su educación y de igual manera consideramos que sus derechos están condicionados a cumplir con una obligación.

“Las consecuencias negativas de estas prácticas afectan los derechos humanos básicos de niñas, niños y adolescentes al discriminar, subordinar y relegar sus ideas, propuestas y sentimientos sólo por el hecho de tener una edad menor, lo que a largo plazo generará relaciones asimétricas, además de reproducir y perpetuar el autoritarismo.”^[2]

Es muy fácil olvidar que los niños cuentan con derechos ya que justo vivimos en una sociedad que está totalmente enfocada a las necesidades del adulto. No existen áreas recreativas seguras para niños, no los incluimos en la toma de decisiones y ni siquiera abrimos diálogos para escuchar sus preocupaciones u opiniones sobre temas de relevancia social.

Ahora, una propuesta para contrarrestar el adultocentrismo es la crianza respetuosa o positiva que son “aquellas prácticas de cuidado, protección, formación y guía que posibilitan el desarrollo, bienestar y crecimiento saludable y armonioso, tanto físico como mental, espiritual, ético, cultural y social de las niñas, niños y adolescentes, gracias a que se realiza de acuerdo con la evolución de las facultades, la etapa del ciclo vital de desarrollo, características y circunstancias de la niña, niño o adolescente, sin recurrir a la violencia, sino respetando sus derechos humanos.”^[3] 

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