Estados Financieros Proyectados

En el mundo comercial e industrial, el principal propósito de la actividad empresarial es obtener ganancias y hacer sostenible la organización. Esta, no importa su tamaño, combina recursos físicos y talentos individuales para proporcionar un producto o servicio a la sociedad. Pero los recursos recibidos por la firma, provenientes de la venta de sus productos o prestación de los servicios, deben ser mayores que el capital y el trabajo consumidos en producir el producto.

Sin embargo, el logro de este resultado está directamente relacionado con la forma como los administradores de la empresa utilizan de manera los recursos a su disposición y, de mayor importancia, la toma de decisiones que provienen de los informes contables que una efectiva administración debe proveer. Sobre todo en los casos de las economías que presentan distorsiones o inseguridad, creando un estado de incertidumbre, tal y como lo prescribe la planeación estratégica.

La administración de cualquier empresa está en el deber y la posición de proporcionar la información contable a fin de tomar decisiones relacionadas con los objetivos de la organización. Esto se materializa por medio de los informes financieros periódicos y los que se elaboran en función de hipótesis, para enfrentar situaciones imprevistas o, en todo caso, tener una visión a futuro de un estado financiero.

De ello derivan los denominados Estados Financieros Proyectados, reportes contables, cuyo objetivo es mostrar con antelación los efectos que mostrará la situación financiera y que resultará de la gestión a futuro de la organización al incluir operaciones que no se han realizado. Es como una especie de práctica de lo que establece la planeación estratégica situacional, donde se traza la situación actual y la situación deseada.

Ahora bien, desde la perspectiva del objetivo primordial de los Estados Financieros Proyectados, estos se formulan cuando la empresa dispone, entre otras cosas: asumir obligaciones; generar garantías sobre dichas obligaciones; emitir o vender acciones; fusionar sociedades; decidir separación de unidades o divisiones; transformar el tipo de empresa (régimen jurídico p/e) o, en el más extremo de los casos, modificar su estructura financiera.

La realización de cualquiera de las situaciones arriba señaladas tendrá indudablemente un impacto financiero, tanto en los activos como en los pasivos y capital de la empresa, todo lo cual deberá ser cuantificado y proyectado a través de los instrumentos contables idóneos, en este caso, los Estados Financieros Proyectados.

Para los efectos de posibilitar la información, los reportes contables que se suelen elaborarse son: el Estado de Ganancias y Pérdidas Proyectados y el Balance General Proyectado. Son los llamados estados financieros proyectados básicos, mismos que posibilitan un pronóstico de la posición financiera esperada.

En ese orden de ideas, la

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