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Etapa Del Garabateo

Carol412 de Junio de 2013

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Los comienzos de la autoexpresión.

La etapa del garabateo: 2 a 4 años.

El arte puede contribuir enormemente al desarrollo, pues el aprendizaje tiene lugar en la interacción del niño y el ambiente. Es así como los sentidos tienen su primer contacto con el medio y el reacciona ante esas experiencias sensoriales.

El primer trazo es un paso muy importante en su desarrollo, pues es el comienzo de la expresión que no solamente lo va a conducir al dibujo y a la pintura, sino también a la palabra escrita.

Los garabatos tienden a seguir un orden bastante predecible, en la cual se clasifican en tres categorías principales, que son:

1. El garabateo desordenado, son los primeros trazos que no tienen sentidos. El niño hace trazos que varían la longitud y dirección ya que el niño mira hacia otro lado mientras hace estos trazos y continúa garabateando, no usa los dedos ni la muñeca para controlar el elemento que dibuja, ya que en la edad del garabateo no han desarrollado un control muscular preciso.

Los garabatos mismos tienen, en gran medida, como base, el desarrollo físico y psicológico de niño, y no una intensión de representar algo, de hecho el niño se siente fascinado por esa actividad y goza de sus garabatos, como movimiento y como registro de una actividad kinestésica.

Algunos padres tratan de encontrar en estos garabatos algo que puede reconocerse, o un abuelo bien intencionado tratara de dibujar alguna cosa para que el niño la copie.

Puesto que el niño de esta edad no tiene control visual sobre sus garabatos los padres deben considerar esto como una indicación de que el niño no está aún en condiciones de realizar tareas que requieran control motor preciso de sus movimientos.

El garabateo es una parte natural del desarrollo total de los niños que refleja su evolución psicológica y fisiológica.

2. Garabateo controlado el niño descubrirá que hay una vinculación entres sus movimientos y los trazos que ejecuta en el papel. Esto puede suceder a los seis meses aproximadamente, después de haber empezado a garabatear.

Aunque aparentemente no haya gran diferencia entre unos dibujos y otros, el haber logrado controlar los movimientos es una experiencia vital para el niño. El disfrutar de este nuevo descubrimiento estimula al niño y lo introduce a variar sus movimientos. Muy raramente encontramos puntos o pequeños trazos repetidos, porque esto requiere que el niño levante el lapiza del papel.

Ahora, los trazos del niño serán casi el doble de largos, y algunas veces trata de usar diferentes colores en su trabajo. En esta etapa le gusta llenar toda la página y todavía ensaya toda una variedad de métodos para sostener el lápiz o barra de pastel, y el alrededor de los tres años ya se aproxima a la forma de tomar el lápiz

Puede haber muy poca relación entre lo que ha dibujado y una representación visual de aquello a lo que él se refiere, pero goza y comprende con la práctica de su nueva actividad.

El desarrollo físico es muy rápido entre el año y los tres años, por ende van emergiendo las preferencias manuales y se inicia la verdadera integración visual y motriz.

Podemos entender que llamar la atención sobre ciertos detalles interesantes del dibujo de un niño no será especialmente beneficioso; las intenciones del niño no son otras que mover el lápiz, y su goce proviene esencialmente de sensación kinestésica y de su dominio. El papel del adulto es ahora mucho más importante, ya que, a menudo, el niño acudirá a él con sus garabatos, deseoso por hacer partícipe de su entusiasmo. Esta participación en una experiencia es lo importante y no el dibujo en sí.

3. Garabateo con nombre, esta actitud de dar nombres a los garabatos es muy significativa, pues es indicio de que el pensamiento del niño ha cambiado. Antes de esta etapa, el niño estaba satisfecho con movimientos que ejecutaba, pero ahora ha empezado a conectar dichos movimientos con el mundo que lo rodea. En realidad, los dibujos en sí no han cambiado mucho desde los primeros garabatos. Aunque el niño pueda ahora empezar con alguna idea sobre lo que va hacer, dibuja con una intensión

La cantidad de tiempo que un niño le dedica ahora al dibujo aumentara y los garabatos serán mucho mas diferenciados, el dibujo es ahora una constancia de cómo siente el niño acerca de ciertas cosas de su ambiente, y la manera como dibuja convierte al garabato en un importante medio de comunicación, es así como una línea que se ha trazado en la parte superior de la hoja puede recibir el nombre de árbol, pero puede terminar recibiendo un nombre diferente antes que el dibujo se haya terminado. Una línea ondulada puede ser un pero corriendo o el mismo dibujante haciendo pasos gigantescos. Estas líneas no son siempre representaciones visuales, sino que pueden considerar sin sentido alguno, tienen en cambio un significado real para el niño que lo está dibujando.

Puede ser realmente peligroso que los padres o maestros impulsen al niño a que dé nombre o encuentre explicación a lo que ha dibujado. Por el contrario, padres y maestros deben tratar de inculcar confianza y entusiasmo en este nuevo modo de pensar.

El significado del color

El color desempeña un papel decididamente secundario en la etapa del garabateo. En efecto, algunas veces la elección del color puede apartar la atención del niño de los garabatos en sí y concentrarla en la actividad de jugar con los colores. Sólo cuando el niño entra en la etapa de dar nombre a sus garabatos desea realmente emplear diferentes colores para distintos significados.

El color, como parte del proceso de garabateo en la pintura, es principalmente exploratorio y de uso de ciertos colores puede estar vinculado más íntimamente con la distribución física de los colores que con problemas emocionales.

Los cambios de color pueden a veces ser significativos para la asignación de nombres a los dibujos, pueden tiene algún significado para el niño

El medio y el proceso de desarrollo

Se ha demostrado que aun durante los primeros meses de vida, los niños expuestos a un ambiente visualmente rico se desarrollan más rápidamente que aquellos que no tienen nada interesante en lo cual puedan concentrar su atención, tales como juguetes móviles colgados sobre la cuna

La interacción del niño y su ambiente es elemento más importante para el aprendizaje. Un medio pasivo, neutro, estéril, no es ideal para el desarrollo del un niño.

Los programas para niños con problemas están calculados, para comenzar a aplicarse a muy temprana edad, cierto número de esas actividades son esencialmente artistas, en las cuales el niño ensaya el dibujo, pintura, modelado con arcilla, o trabajo con formas de dos o tres dimensiones.

En un estudio realizado sobre la atención de los niños en edad preescolar, Helen Bee (1964), encontró que los niños que se distraían fácilmente, ya que tenían padres que les ofrecían sugerencias específicas para la solución de sus problemas, mientras que los niños que no se distraían, tenían padres que solo les deban sugerencias acerca de los métodos para llegar a soluciones.

El arte en sí mismo es una constante situación para solucionar problemas, parece que es necesario que el maestro sea capaz de proveer sugerencias, animar al niño y hacerle sentir que el producto final de su tarea tiene valor.

Hay una relación directa entre cómo ensaya el niño su garabateo y cómo se relaciona con el resto de su ambiente.

Los niños que tienden a ser tímidos y delicados encaran las actividades artísticas de la misma manera. Es muy fácil descubrir falta de confianza en estos rasgos repetidos, que se han trazado una y otra vez como medida de seguridad.

A medida que el niño incrementa su contacto con el medio, pasa de la actividad manipulativa de la infancia al desarrollo de los conceptos; pasa de la actividad motriz a la perceptiva y luego a la cognoscitiva. Se lleva a cabo en una secuencia ordenada.

El desarrollo de los sentidos es una necesidad vital para cualquiera. La oportunidad de examinar los materiales comunes de nuestro medio proporciona toda la variedad de experiencias kinestésicas y táctiles, animándolos en la exploración de distintas sensaciones. Un niño que no disfruta con las sensaciones táctiles puede tratar de evitar el contacto con diferentes texturas.

El descubrir las diferencias entre caliente y frio, duro y blando, o simplemente experimentar las diferencias entre plumas de aves y vidrio o entre mental y terciopelo, puede dar por resultado una experiencia atrayente

El garabateo como un reflejo del desarrollo.

El proceso de desarrollo es continuo pero no uniforme. Esto puede apreciarse en el crecimiento físico de los niños. Hemos dicho que el arte es el reflejo de las reacciones del hombre ante su ambiente; en la etapa del garabateo esto puede considerarse como un reflejo del desarrollo físico y afectivo del niño, así como encontramos grandes diferencias individuales en el crecimiento, también las hallamos en el garabateo de los niños.

Parece que los garabatos tienen un sentido simbólico para el niño de más de tres años, aun cuando el adulto no pueda comprender ese significado con sólo mirarlos. Las palabras que el niño usa para describir esos garabatos tienen significados personales.

En las primeras etapas del desarrollo, la actividad motriz juega un papel más importante que el lenguaje en el descubrimiento de la realidad. Para representar esa realidad, el niño de dos a cuatro años desarrolla la habilidad para hacer que algo (un símbolo,

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