Evaluación De Desarrollo Y Aprendizaje En Educación Inicial
Enviado por 0326017281293738 • 7 de Octubre de 2014 • 3.965 Palabras (16 Páginas) • 353 Visitas
Evaluación de desarrollo y aprendizaje en educación inicial
La evaluación es un proceso que permite valorar la actividad educativa y saber, en qué punto de los objetivos previamente establecidos se ha avanzado, se ha retrocedido o estancado y sus causas, con el fin de intervenir en su mejora. Esta evaluación inicial recoge información relevante del alumno, que nos ayuda a determinar las necesidades y construir el programa educativo acorde con los objetivos generales del aula de aprendizaje de tareas y con los objetivos específicos para conseguir el máximo desarrollo personal y social de todos y cada uno de nuestros alumnos y alumnas.
Se entiende la evaluación como un proceso de toma de decisiones, en el que se recoge la información que se precisa para poder definir, analizar, modificar, reforzar o examinar el proceso educativo que se ofrece al grupo y a cada uno de los alumnos y alumnas con los que se va a trabajar. Tanto la recogida de información, como la respuesta que se da al alumnado, se sitúa en un marco concreto que no es independiente, sino que interactúan y se influyen mutuamente en la propia respuesta, es decir en la intervención educativa que llevamos a cabo.
- TÉCNICAS DE EVALUACIÓN
La importancia del conocimiento de las técnicas tiene que ver con su correcta utilización e interpretación. Cada técnica tiene sus características y por lo tanto son más útiles para recoger unos datos sobre otros; una entrevista nos puede aportar información sobre la utilización del ocio, pero las habilidades motrices para el manejo de herramientas es mejor analizarlas mediante la observación directa.
En la segunda parte de este documento se presentan diferentes instrumentos de recogida de información para la planificación del P.E.I. (plan educativo individualizado). El carácter de los mismos es el de servir de ejemplos para que cada profesional desarrolle los suyos propios. Cuando se utiliza un instrumento elaborado por otras personas es preciso conocer el contexto en el que ha sido creado y el sentido de cada uno de los elementos recogidos, generalmente es más útil establecer uno propio a partir de un instrumento ya dado, contextualizando los diversos aspectos a la situación en la que se va a utilizar.
Aunque existen más técnicas de evaluación, las más usuales y las que más información aportan dentro del entorno educativo se encuentran las siguientes:
1. La observación, 2. La entrevista, 3. El diario, 4. El cuestionario, 5. Las pruebas estandarizadas - La observación Constituye la técnica más básica de recogida de información porque los datos se obtienen
directamente del comportamiento del alumno o alumna. Si se realiza en situaciones diversas se podrá comprobar el desenvolvimiento de la persona en distintos contextos: en la puesta en práctica de procedimientos; en las relaciones con sus compañeros; al enfrentarse a una tarea nueva, en ambientes menos estructurados como excursiones, recreos,... La evaluación inicial en las aulas de aprendizaje de tareas.
La observación permite realizar un análisis del problema contextualizado en la situación en la que ocurre. Sin embargo toda observación no sirve como evaluación, para que se convierta en un instrumento de evaluación debe ser intencional y debe estar dotada de una finalidad concreta que focalizará y estructurará la recogida de datos.
1. Para llevar a cabo una observación es importante tener definido un proceso concreto de intervención: el primer paso consistirá en la definición y delimitación concreta de lo que se quiere observar, esta concreción estará íntimamente relacionada con las decisiones que hay que tomar. Cuanto más se concrete el objeto de observación la información que se extraiga será más adecuada y útil. (Sin olvidar que hay momentos, sobre todo al inicio de los procesos, en los que una observación abierta y poco estructurada aporta una información global útil para la comprensión de lo que sucede en el grupo, en el aula y en el alumno o alumna).
2. El segundo paso será la selección o elaboración de un instrumento de recogida de información. Los instrumentos tendrán el mismo carácter que los objetivos de la observación, cuanto más concreto sea lo que queremos observar, el instrumento estará más delimitado y permitirá tener en cuenta aspectos más específicos de la situación observada. Por el contrario, si lo que se busca es un primer acercamiento a la situación, un conocer qué es lo que sucede, el instrumento que se utilizará será así mismo muy abierto. Para la selección o elaboración de un registro u hoja de recogida de información hay una serie de características que es conveniente tener en cuenta:
• Determinar por adelantado lo que se va a observar
• Limitar cada hecho observado a una breve descripción
• Describir suficientemente para dar significado al hecho observado
• Separar los hechos de la interpretación de los mismos
• Reunir varias observaciones de una misma persona antes de inferir rasgos o características típicas de comportamiento
3. El tercer paso es el de definir la situación de observación. Ya sea una situación muy estructurada (p.e. para conocer si sabe manejar una tarjeta de crédito en un cajero, las alternativas de observación que existen son muy limitadas); ya sea una situación más espontánea (p.e. para observar la motricidad gruesa una situación de juego da una información muy rica). El grado de estructuración puede depender tanto de las conductas a observar como del sistema de registro, así como de la interpretación de la propia observación.
Una decisión importante es la de quién realiza la observación, sobre todo cuando se plantean situaciones naturales en las que el profesor o profesora participa. Para hacerlo puede ser conveniente la ayuda bien de otro profesional del aula, bien del orientador u orientadora o de cualquier profesor/a del centro, teniendo presente la influencia que una persona ajena puede causar en el proceso a observar.
4. El paso siguiente es la propia observación. Con la recogida de información ya señalada, su tratamiento y la toma de decisiones consiguiente.
Un ejemplo de lo hasta ahora comentado lo aportan Bassedas y cols. (1.991) quienes plantean un guión de observación que recogen los aspectos fundamentales de la interacción en el aula, permitiendo valorar de forma global y relativamente rápida el comportamiento del alumno. Según ellos los aspectos a observar son:
0.- Contexto de la observación
1.- Valoración general de la tarea
2.- Actitud del alumno durante la tarea
3.- Realización del trabajo
4.- Relación alumno-profesor
5.- Relación con los compañeros
6.-
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