FACTORES Y PREDICTORES QUE INCIDEN EN EL PARNEDIZAJE DE LA LECTOESCRITURA
Enviado por mateocornejo • 18 de Enero de 2014 • 6.949 Palabras (28 Páginas) • 884 Visitas
MONOGRAFIA: FACTORES Y PREDICTORES QUE INCIDEN EN EL APRENDIZAJE DE LA LECTOESCRITURA.
INTRODUCCION.
En la Educación el aprendizaje de la lectura y la escritura se ha asociado con el desarrollo de habilidades tanto lingüísticas como no lingüísticas, Sin embargo, pocos estudios han analizado la relación entre las habilidades de lectura y escritura con los predictores de desempeño en pruebas cognitivas de tipo neuropsicológico en niños de diferentes edades que están inmersos en dicho proceso de aprendizaje inicial de la escritura asociada a la lectura.
Los predictores se aplican a niños de edad temprana que se inician en la lectoescritura o presentan problemas con este proceso, en lo cognitivo hoy la tendencia actual en la educación de corte psicologista, es evaluar con prioridad en el niño desde la educación básica, las12 áreas cognitivas diferentes: atención, habilidades construccionales, memoria (codificación y evocación diferida), percepción, lenguaje oral, habilidades metalingüísticas, lectura, escritura, matemáticas, habilidades viso-espaciales, habilidades conceptuales y funciones ejecutivas a diferente grado. Los resultados de investigaciones de los últimos años demuestran que la prueba de cancelación de letras es el mejor predictor de velocidad en la lectura, y la prueba de memoria de una historia la que mejor predice puntuaciones de comprensión de lectura y la prueba del Prolec-R es un buen predictor para la lectoescritura a nivel inicial.
Tenemos que la velocidad en la lectura se correlaciona especialmente con habilidades atencionales, en tanto que la habilidad de escribir con la maduración psicomotor del niño que ha recibo un aprestamiento temprano para la habilidad de escribir, esto se ven más influenciado por la edad del niño y por el tipo de escuela que por el sexo de los participantes.
INDICE.
Capitulo 1: LOS PREDICTORES.
1.1. Los predictores en la lectura y escritura.
Estas aplicaciones van dirigidas al aprendizaje de la técnica de lectura y escritura, para evaluar el refuerzo de la lectura y la escritura, tanto para niños que están adquiriendo la lectoescritura como para alumnos con dificultades en la adquisición de la misma.
Tenemos que la etapa más ardua en el aprendizaje de la lectoescritura es la de apropiación del código, por lo cual es necesario contar con instrumentos de evaluación apropiados para medir los progresos del niño. En la enseñanza se presentan los grafemas, se asocian a los sonidos, se combinan y forman palabras, se les pide a los niños la lectura y comprensión de frases sencillas. La decodificación por sí misma no es suficiente si no se acompaña de la obtención de un significado. Por eso se dice que los niños deben primero aprender a leer para después leer para aprender. Una premisa que no ha cambiado en el tiempo.
Los predictores según Now (2005) que se consideran los más adecuados en el nivel de logro de la lectoescritura del niño son:
Predictor 1: Velocidad de denominación de la palabra.
Predictor 2: Conocimiento fonológico.
Predictor 3: Identificación o reconocimiento de letras.
1.2. La velocidad de denominación de palabras.
La Velocidad de palabras en el niño es producto de un adecuado aprestamiento a la lectura por lo cual no es raro que el éxito de los mismos se deba al grado de educabilidad que han recibido. En este caso los programas y actividades para mejorar la comprensión lectora, para aprender a leer tempranamente, suponen la utilización de procesos de identificación y reconocimiento de letras, conjuntos de letras y palabras, su pronunciación y finalmente la comprensión de las palabras. A todo ello se le denomina “reconocimiento primario lector”. En ese sentido podemos decir que La lectura es un proceso constructivo e inferencial, el lector pequeño no se limitara a unir los significados de las distintas palabras que componen el texto, sino que, a partir de sus conocimientos y experiencias previas, reconstruye de manera simple el significado global del texto. Por ello la comprensión del lenguaje escrito se ve favorecida por la comprensión del lenguaje oral y viceversa.
1.3. Conocimiento fonológico.
Mann (1999, p. 50) definió el conocimiento fonológico como “la conciencia explícita de la existencia de unidades fonológicas tales como los fonemas y las sílabas”. Por tanto, el conocimiento fonológico es un conocimiento metalingüístico y, en último término, un meta conocimiento. Este se desarrolla entre los 4 y 8 años, cuando los niños han finalizado la fase de adquisición del lenguaje oral y está vinculada con un cambio general en la capacidad de procesamiento de la información que implica la emergencia de los procesos de control cognitivo. Así numerosos estudios muestran que el entrenamiento de las destrezas fonológicas primarias facilita la comprensión de las relaciones entre los sonidos y las grafías, aumentando la capacidad para leer a temprana edad.
En la medida en que el sujeto toma conciencia de que las letras representan sonidos significativos de su propio lenguaje, que se pueden articular en palabras y entender su significado, se van apropiando del proceso de decodificación. En ese sentido podemos realizar actividades como identificar las diferencias entre palabras escuchadas, reconocer palabras rimadas, formar palabras omitiendo el fonema inicial, medio o final, agregar sílabas, dividir las palabras en segmentos, segmentar frases etc.
1.4. Identificación o reconocimiento de letras.
La conciencia general del lenguaje escrito o conciencia fonemica para ser mas explicito, es la habilidad metalingüística que consiste en un conocimiento de que la palabra hablada está constituida por una serie de unidades fonológicas discretas, los fonemas, y en la capacidad para manipular estas unidades. Dentro de este nivel se encuentran habilidades como la segmentación o descomposición de una palabra en sus fonemas constituyentes, sustitución de fonemas iníciales, medios o finales en palabras, etc. Esto en el niño incluye diferentes aspectos tales como el reconocimiento de las actividades de lectura y escritura, la comprensión de las funciones del Lenguaje escrito y la conciencia de las características específicas de este lenguaje. Es cierto que los niños pueden desarrollar concepciones propias acerca del lenguaje escrito antes de iniciar la experiencia formal del aprendizaje y enseñanza de la lectura, y que se debería enfatizar el significado de lo que se aprende. De hecho, existen ciertas evidencias empíricas que demuestran la importancia que tienen las actividades orientadas hacia el significado en la enseñanza de la lectura. Por ejemplo, Stahl, McKenna y Pagnucco (2004) encontraron
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