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FICCIONALIDAD Y MUNDOS POSIBLES


Enviado por   •  29 de Septiembre de 2016  •  Monografía  •  3.642 Palabras (15 Páginas)  •  292 Visitas

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FICCIONALIDAD Y MUNDOS POSIBLES

[pic 1][pic 2][pic 3][pic 4]UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

ESCUELA DE SECUNDARIA

CURSO: LITERATURA ESPAÑOLA

ESTUDIANTES: ALAMA RODRIGUEZ JOSÉ RONALD

                            HUAYÁN BRICEÑO MARÍA ISABEL

                            PÉREZ MIÑANO JENRY PAÚL

                            RUIZ GARCÍA ANTONIO

                            SILVA ANCAJIMA EVA MANUELA

HERRERA MEJÍA ZORÁN EVARISTO

19 de junio del 2014

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN …………………………………………………………..   2

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA …………………………………..   3

DESARROLLO …………………………………………………………….   3

CONCLUSIÓN …………………………………………………………….. 11

BIBLIOGRAFÍA …………………………………………………………… 12

INTRODUCCIÓN

El ser ficcional constituye sin duda una de las propiedades del lenguaje literario. Y también ha sido una de las que mayor atención ha suscitado en la teoría. No en vano es cuestión central en la Poética, de Aristóteles, y lo ha sido de la teoría más reciente, que vuelve una y otra vez sobre el problema de la ficción. Es propiedad que no está exenta de problemas de ubicación teórica. En primer lugar, porque la ficcionalidad no es condición suficiente para definición de lo literario (en tanto hay ficciones no literarias), pero al mismo tiempo es condición necesaria para su existencia. Sin ficción no hay literatura. (José María Pozuelo Yvancos: Teoría del Lenguaje Literario)

La obra literaria se construye bajo el pacto entre lector-texto literario, donde el autor le sugiere implícitamente al lector una realidad ficticia, producto de su imaginación, no es que el autor busque mentir al lector; sino que este le va proponiendo en la medida en que presenta determinado texto, el mensaje del autor es: estimado lector no se te ocurra verificar o hacer investigación fuera del ámbito de mi imaginación, de la ficcionalidad del texto, bajo la cual la obra toma validez en sí.

Pero, si decimos que las ficciones no son mentiras, sino más bien historias más o menos imaginarias que el autor le propone al lector como mundos imaginarios, ¿acaso no pueden bien estas transmitir verdades sobre el mundo, y la múltiples posibilidades en que este se puede ver reflejado o representado?.

Fue Aristóteles quien siglos atrás demostró que la idea misma de mundo posible nos señala  la posibilidad, la potencialidad, lo que puede ser imaginado o elaborado, lo que puede suceder y  lo que se podría decir. Por consiguiente, la idea del mundo real nos remite a lo que es necesario, lo que sucede, lo que pasa, lo que existe, lo que duele, lo que es real.

Un mundo posible está construido por signos, o sea, es una realidad. Sin embargo, el “modelo” para construir un mundo posible siempre es el mundo real. La ficción y la fantasía siempre tienen un fundamento real en tanto y en cuanto se construyen tomando como base el mundo fáctico. De manera que la experiencia de la realidad precede a la experiencia de la ficción, por eso es que nadie puede imaginar aquello que no existe y nadie, salvo que sea Dios, puede crear sobre la nada.

Y es que dentro de lo literario no hay discurso comunicativo sin referente. La ficcionalidad y la fantasía seleccionan fragmentos dispersos de lo existente para luego componer una unidad nueva. Además, la producción, entendimiento e interpretación de un mundo ficcional está condicionada por normas interpretativas que se ubican en el mundo real y concreto.

De manera que cuando se nos presenta el texto, en esta oportunidad la obra de Rosa Montero “La Loca de la casa”, hemos de convenir en que este nos presenta  y sugiere a través de sus páginas personajes, sus características, sus vivencias y el contexto en el cual se desenvuelven hábilmente entretejidos, de manera jocosa e hilarante, en suma, la autora nos presenta la coexistencia de mundos posibles. Y ese ha de ser nuestro tema a tratar su formación, su mutabilidad y los distintos matices, para su trastocamiento, el mismo que ha de brindarnos el placer estético dentro de esta exquisita obra literaria.    

Ficcionalidad y Mundos Posibles

Al adentrarnos en la obra “La Loca de la casa” se nos presenta tres mundos posibles que la narradora nos relata, pero para conocer y entender mejor esta concepción tenemos que explicar qué son mundos posibles, en qué consisten, cómo y  donde existen.

Contemporáneo como es,  Eco señala que un conjunto de individuos dotados de propiedades, y un mundo posible es, desde luego, una construcción cultural. Desde una perspectiva semiótica, es preciso concebir tanto el mundo referencial -como los diversos mundos posibles-, como sistemas culturales de la misma entidad semiótica,  rechazando una interpretación psicologicista, puesto que:

“(...) construir un mundo significa atribuir determinadas propiedades a determinado individuo.”  Eco, Umberto (1979: 191) 

De manera que podemos entender que un mundo posible está compuesto de objetos reales o verificables, lugares existentes en el mundo real, personajes particulares que pueden tener relación con personajes reales.

Dentro de esta misma línea Searle menciona, cuando el autor de una obra de ficción menciona sucesos efectivamente acaecidos, lugares o personajes existentes, se refiere realmente a objetos reales:

“…en La guerra y la paz, la historia de Pierre y Natacha es una historia ficcional sobre caracteres ficcionales, pero la Rusia de La guerra y la paz es la Rusia real y la guerra contra Napoleón es la guerra real contra el Napoleón real” Reisz  de Rivarola, Susana. (1986:137)

De acuerdo con esta idea tendríamos que sostener que cuando M. llama “Rosa” a su interlocutor dentro de uno de esos mundos posibles en “La Loca de la casa” la autora de la obra se está refiriendo a si misma; esto no quiere decir que todo cuanto se diga de  “Rosa” o de la narradora dentro de la obra, sea entendido como referido a la realidad. Por otro lado  cuando la autora nos informa que:

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