FORMACIÓN Y DESARROLLO PROFESIONAL

La vocación como lo principal en la educación es, bajo mi parecer, lo que todo aquel que se dedica a enseñar debe plantearse. Ante ti un grupo de pequeños seres que a los que debes guiar y que esperan que tu resuelvas todas esas preguntas que se cuestionan todos los días.

A lo largo de los tres años de carrera nos han dicho que las clases magistrales, en las que el profesor habla y habla sobre el temario, no sirve de nada, no llega al alumno, pero han sido pocas las asignaturas que realmente no han funcionado de esta manera. Una de ellas ha sido Formación y Desarrollo profesional y Organización Educativa, el año pasado ésta última, estas asignaturas nos han brindado la oportunidad de desarrollar nuestro propio conocimiento. Supusieron un reto nuevo, una meta a la que debíamos llegar por nosotros mismos, por nuestro propio interés, no con clases magistrales con las que en el examen sueltas todo y luego no recuerdas nada, solo lo haces por salir adelante y aprobar la asignatura.

Por todo lo anterior, a la hora de hacer la entrevista y elegir a una persona, nos decantamos por Pablo Cortés, nuestro profesor el año pasado de Organización Educativa, él, junto con Antonio Blanca, nos mostró una nueva forma de conseguir el conocimiento. Pero el afrontar nuevas formas de trabajar con los alumnos, en muchos casos supone el rechazo de compañeros de profesión, por no seguir con lo estipulado durante años, por romper fronteras puestas hace siglos y así acercarse a los alumnos. Esta forma de trabajar, de desarrollar el conocimiento, hacen que le aprendizaje y el crecer como personas vayan de la mano, ya que sin la experiencia personal el conocimiento no se amplia, no se incorpora en la persona, y solo entonces es cuando lo haces parte de ti, de tus pensamientos e ideas, y no solo lo utilizas para salir del paso y aprobar el examen sino que cuando llegas a tu vida laboral lo aplicas y desarrollas.

Éste debería ser el fin de todo docente, que el alumno pueda aplicar, al acabar su formación e incorporarse a la vida laboral, todo lo que le han querido transmitir.

Todos hemos tenido profesores, que en algún momento de nuestras vidas, marcaron un antes y un después. Gracias a la carta que escribimos, pudimos saber cómo expresaríamos, si alguna vez se lo dijéramos a ellos, la manera en la que vivimos esa experiencia, cómo nos sentimos en sus clases y lo que significó su labor en nuestras vidas. Yo en la carta le escribía a un profesor de matemáticas que tuve en 1º de la ESO, siempre que preguntan, la verdad, es que hablo de él como el profesor que más me marcó, aunque en estos años de carrera ha habido otros, él fue el que me marcó a más temprana edad y me hizo querer las matemáticas. Fue el primero al que vi esa devoción por enseñar, ese cariño por su trabajo, al que no le disgustaba echar horas extras y explicarte lo que no entendiste durante la clase. Entonces entendí que un verdadero docente hace por sus alumnos cualquier cosa, y lucha por hacer entender.

La experiencia de la sesión de la Lesson Studies, junto con los profesores mejicanos, fue una experiencia que no olvidaré. El ver el punto de vista de estas dos personas y luego el de la profesora que nos presentó su proyecto, me abrieron,

...