FORTALEZAS Y DEBILIDADES DE LA CARRERA ADMINISTRATIVA EN COLOMBIA

FORTALEZAS Y DEBILIDADES DE LA CARRERA ADMINISTRATIVA EN COLOMBIA

         Al hacer una lectura de la Ley 909 de 2004, norma que regula el empleo público, la carrera administrativa y la gerencia publica, hacemos un alto en el artículo 27, que define la carrera administrativa como “un sistema técnico de administración de personal que tiene por objeto garantizar la eficiencia de la administración pública y ofrecer estabilidad e igualdad de oportunidades para el acceso y el ascenso al servicio público”, esto en concordancia con la Constitución Política de 1991 (art. 125), que expresa: “los empleos en los órganos y entidades del Estado son de carrera”, esto con el fin de entender lo que el legislador pretendió plasmar, y digo pretendió, porque a pesar de ser una Ley que en su esencia privilegia la gestión del talento humano al servicio del Estado, en necesario debatir las fortalezas y debilidades de la carrera administrativa en Colombia, aunado al debate contemporáneo en cuanto a dicha  gestión de las organizaciones públicas gubernamentales y que se relaciona con la vigencia y efectividad de la carrera administrativa para la modernización del Estado y la democratización de la sociedad.

        En primer lugar, es importante resaltar que la esencia de la gestión del personal de la Administración Pública no es otra que la propia administración de personal, la manera como el empleado del sector público es administrado, seleccionado y promovido, teniendo como punto de partida los principios de igualdad, capacidad y mérito del individuo, enfocado al éxito de la gestión pública mediante la escogencia de personas idóneas y calificadas. De acuerdo con Serrato Moreno (2014: 95),

La carrera administrativa es el desarrollo de la línea que sigue un empleado de la administración pública en tres etapas: ingreso, ascenso y retiro del servicio, a partir del mérito y ligado a la estabilidad laboral, que apunta a realizar los principios constitucionales de eficiencia y eficacia en la función pública en busca de la excelencia, que hace uso de la igualdad e imparcialidad con el propósito de seleccionar el personal apto, capacitado e idóneo que permite al Estado prestar un buen servicio, con miras a satisfacer el interés general.

        Concepto que concuerda con el pronunciamiento Constitucional de la Sentencia C-486 de 2000 se expone que: “[La carrera], como el legislador la ha definido y la ha entendido la jurisprudencia, es un sistema técnico de administración de personal de los organismos y entidades del Estado cuyo fin es, además de la preservación de la estabilidad y del derecho de promoción de los trabajadores […]” M.P.: José Gregorio Hernández Galindo.

        Estas posiciones denotan el sentido ideal de la Ley, la carrera administrativa como un sistema   técnico de gestión eficiente, eficaz y transparente del talento humano al servicio del Estado, pero la realidad colombiana, que se une a la misma realidad Latinoamericana, nos señala diferentes posiciones a favor y en contra en este debate que confronta la eficacia o no del sistema de carrera administrativa en Colombia, por un lado está la posición de los que consideran que la crisis del Estado y de la sociedad dominada por la burocracia no permite adoptar las diversas estrategias para proveer el personal idóneo para la gestión de la administración pública, aplicando los principios de igualdad y de mérito para el acceso a los empleos de carrera que integran las entidades gubernamentales, argumentando que con prácticas burocráticas erróneas^[1]  se  puede perturbar  el proceso de ingreso del personal, lo que se traduce en ineficiencia de las entidades estatales. Para los países de nuestra región, la burocracia se convirtió en un obstáculo para lograr no solo la modernidad administrativa, sino también el desarrollo económico y social.

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