FUNCIÒN DE LAS EMOCIONES EN LAS ORGANIZACIONES

[pic 1][pic 2]TECNOLÓGICO NACIONAL DE MÉXICO

INSTITUTO TECNOLÓGICO DE LA PAZ

INGENIERIA BIOQUÍMICA

UNIDAD II: COMPORTAMIENTO INDIVIDUAL:

 2.2.4 FUNCIÓN DE LAS EMOCIONES

MATERIA: COMPORTAMIENTO ORGANIZACIONAL

CATEDRÁTICO: RODRIGO GONZÁLEZ GONZÁLES.

CARRERA: INGENIERIA BIOQUÍMICA

GRUPO: A

TURNO: MATUTINO

INTEGRANTES:

• REYNA ISABEL GASTELUM HERRERA
• LESLIE CITLALY PALOMO DE LA CERDA
• MARIO IVAN BAUTISTA
• ULISES VILLALOBOS
• ADNAN ELEACID PEÑUELAS.

LA PAZ, B.C.S. A 29 DE AGOSTO DEL 2016

Inducción:

Las emociones y los estados de ánimo son fuertemente contagiosos dentro de una empresa.

Si observamos a nuestro alrededor, vemos como las personas que obtienen el mayor éxito en las organizaciones, no son siempre las que tienen más capacidades, y ni siquiera las que tienen más méritos y eficacia real. Todo eso son parámetros importantes, pero no suficientes: el verdadero éxito requiere algo más: habilidad para tratar de forma conveniente a las personas convenientes: inteligencia emocional.

El que dirige debe ser capaz de manejar situaciones complejas de relaciones y comportamientos humanos para lo cual es necesario, entre otras habilidades, saber establecer una relación de comprensión y confianza entre la gente que dirige, saber escuchar, ser capaz de persuadir en forma convincente, y de generar entusiasmo y compromiso en la gente.

En este tema abordaremos la función de las emociones, como estas se desarrollan en una empresa, donde se ponen en práctica, no solo en el ámbito organizacional, sino también en la fuerza de trabajo; una empresa que tiene una buena relación con sus trabajadores, prolongará su éxito.

La emociones en el comportamiento de las organizaciones

¿Qué son las emociones?

Con frecuencia consideramos que las emociones y los estados de ánimo son lo mismo, pero en conceptos son completamente diferentes, aunque se relacionan entre sí.

Las emociones son aquellos sentimientos intensos que dirigimos hacia alguien o algo. Los estados de ánimo son sentimientos que suelen ser menos intensos que las emociones y con frecuencia (no siempre) carecen de un estímulo contextual.

Los expertos consideran que las emociones son más fugases que los estados de ánimo. Por ejemplo si es tratado con descortesía usted se enojará. Este sentimiento intenso se irá con la misma rapidez con la que apareció.

Manejamos las emociones cuando estamos “felices por algo, enojados con alguien, temerosos de algo”, en cambio los estados de ánimo no se dirigen a una persona o evento en específico.

Otras diferencias son más sutiles, como el hecho que a diferencia de los estados de ánimo, es que las emociones tienden a revelarse con más claridad a través de expresiones faciales. [pic 3]

Si queremos ejemplificar este tipo de relación en el espacio de trabajo, imaginé que usted es un empleado, y es criticado por uno de sus compañeros por la forma en que trató a un cliente. Su primera reacción será mostrar enojo (emoción) hacia un su compañero (objeto). Con el pasar del día, puede sentirse decaído. Este se le atribuye a la emoción que previamente pasó, lo que afecto a su estado de ánimo, y por ende, tiende a reaccionar de manera exagerada a otros eventos (intensifica las emociones).

Llegamos a la conclusión de que si la emoción es lo suficientemente intensa y profunda, se convierte en un estado de ánimo.

LA ESTRUCTURA DEL ESTADO DE ÁNIMO[pic 4]

Factores que afectan en nuestras emociones:

• Día de la semana y hora del día: Las personas tienden a estar de peor humor a principios de semana y de mejor humor al final de la semana. Los niveles de afecto positivo tienden a tener su máximo alrededor del punto medio entre la hora de levantarse y la de dormir, sin importar las horas en que estos dos eventos ocurran. No es buena idea pedir un favor a alguien, o darle malas noticias, el lunes por la mañana. Nuestras interacciones en el lugar de trabajo serán más positivas después del mediodía y ya entrada la semana.

• Personalidad: Los estados de ánimo y las emociones tienen un componente de característica personal; la mayor parte de las personas tiene tendencias innatas  de experimentar ciertos estados de ánimo y emociones con más frecuencia que otros.

• El clima: Muchas personas creen que su estado de ánimo depende del clima, pero las evidencias sugieren que éste tiene poco efecto o ninguno sobre aquel.

• Estrés: Como es fácil imaginar, el estrés afecta las emociones y los estados de ánimo. Por ejemplo, los estudiantes tienen niveles altos de miedo antes de un examen, que se disipa una vez terminado éste. Asimismo, los efectos del estrés se acumulan con el tiempo y hacen que experimentemos emociones negativas.

• Actividades sociales: Para mucha gente, las actividades sociales incrementan el estado de ánimo positivo y tienen poco efecto en el negativo. Las investigaciones sugieren que las actividades físicas (esquiar o hacer caminatas con amigos), informales (ir a una fiesta) o epicúreas (comer con otras personas) se asocian con más intensidad a los aumentos de humor positivo que los eventos formales (participar en una junta de trabajo) o sedentarios (ver televisión con amigos).

• Sueño: La calidad del sueño afecta el estado de ánimo. Los estudiantes universitarios y trabajadores adultos que duermen poco informan sentir mucha fatiga, enojo y hostilidad. Una de las razones del porqué dormir poco, o mal, pone de mal humor a las personas es que perjudica la toma de decisiones y dificulta el control de las emociones.

• Ejercicio: Las investigaciones muestran de manera consistente que el ejercicio mejora el humor positivo de las personas. Parece que los efectos terapéuticos del ejercicio son más marcados en aquellos que se encuentran deprimidos.

• Edad: Un estudio entre personas con edades de 18 a 94 años reveló que las emociones negativas parecían ocurrir menos conforme se envejecía. El estudio sugirió que la experiencia emocional tiende a mejorar con la edad, por lo que al envejecer se experimentan menos emociones negativas.

• Género: Las evidencias confirman que las mujeres muestran mayor expresividad emocional que los hombres; experimentan las emociones con más intensidad y expresan con mayor frecuencia sus emociones, tanto negativas como positivas, excepto la ira. Se piensa que los hombres son rudos y valientes, demostrar sus emociones no es consistente con esta imagen. En contraste, las mujeres socializan para ser protectoras, lo que genera la percepción de que en general son más cálidas y amistosas que los hombres.

[pic 5]Trabajo emocional.

El trabajo emocional plantea dilemas a los empleados, por ejemplo, en ocasiones deben de trabajar con personas que no son de su agrado, o expresar una emoción completamente distinta a la que están experimentando. A este último se le llama disonancia emocional.

Las emociones sentidas son reales de la persona, a diferencia de las emociones manifestadas, que son las que la organización requiere que los empleados manifiesten. Independientemente que estemos o no en una organización, sabemos qué tipo de emociones va acorde a la situación dada.

...