Filosofia
Enviado por TENAALEJANDRO • 2 de Agosto de 2014 • 1.693 Palabras (7 Páginas) • 162 Visitas
RESEÑAS
MENESES MORALES, ERNESTO (con la colaboración de Margarita Arzac Riquelme, Dorothy Huacuja Reynolds, Frederika Moreno Stein, Martha Patricia Zamora Patiño y María Soledad Zamudio Martínez). Tendencias Educativas Oficiales en México: 1911-1934, México, Centro de Estudios Educativos, 1986.
MODERNIDAD FILOSOFÍA EDUCATIVA
Se trata del segundo volumen de esta obra cuyo primer tomo apareció en 1983.* De la misma calidad que el anterior, éste será también bienvenido por cuantos se interesan en la historia del sistema educativo de México, como una aportación de enorme importancia.
El volumen cubre el periodo desde la renuncia de Porfirio Díaz hasta el término del gobierno de Abelardo Rodríguez (1911 a 1934). Se inicia con un amplio preámbulo en el que se describe el contexto: por una parte se presentan los modelos de teoría educativa que inspiraron la educación del país en estos años (entre los que sobresalen los de Stanley Hall, Kerschensteiner, Claparede, Dewey y Natorp); por otra, se sistetizan los eventos de la Revolución de 1910-1917, quizás con mayor amplitud que la estrictamente necesaria. Se pasa, después a la exposición de las cinco etapas en que el autor divide el periodo: la preparación de la escuela popular (1911-1914), su creación (1915), la crisis por la municipalización de la enseñanza (1917- 1920), la edad de oro (1921-1925) y una segunda crisis (1925-1934) por la persecución religiosa, la inestabilidad política, la introducción de la educación sexual y los problemas con el magisterio.
Complementan el volumen tres índices (onomástica, de nombres geográficos y analítico) y once apéndices. Siguiendo la intención fundamental de la obra de identificar las "tendencias oficiales" de la educación nacional e indagar si éstas llegan a constituir una verdadera filosofía educativa, se reconstruyen minuciosamente los hechos de cada etapa, se interpretan en su contexto, se caracterizan sus actores y se desentrañan las tendencias fundamentales. Además del análisis de las políticas educativas --encuadradas en el contexto social y político general de cada momento- se presta atención especial a los cambios en los planes de estudio (6 en la Escuela Nacional Preparatoria, 2 en la Secundaria, 2 en la Norinal, 1 en la técnica), la personalidad y obra de los funcionarios y maestros más relevantes, los Congresos sobre educación que reflejan las inquietudes y preocupaciones del ambiente, y los comentarios de la prensa que registran las reacciones de la opinión pública.
Los 23 años comprendidos en este periodo son de importancia fundamental en la construcción del sistema educativo nacional. En estos agitados años en que hubo 15 Presidentes y 27 secretarios de Educación, el impulso que dio la Revolución a la tarea educativa aparece en todo su esplendor: se crea la Secretaría de Educación Pública, se inicia e impulsa la educación popular (principalmente la escuela rural y la alfabetización de los adultos), se crea la secundaria (1923), se reestructura la normal y se afirma la enseñanza técnica. Las vicisitudes de la Universidad, a la que se otorga la autonomía en 1929, quedan fuera de la obra porque ésta se limita a la educación preuniversitaria.
Domina el periodo -y así lo refleja el volumen- la obra de Vasconcelos, quien a pesar de la brevedad de su paso por la SEP (sólo 2 años y 9 meses) fue capaz de imprimir a la educación mexicana un sello aún perdurable. Su obra de filósofo, escritor, organizador y político es ampliamente descrita, pero en particular se expone su tarea como secretario de Educación Pública. La campaña de alfabetización, los desayunos escolares, los maestros ambulantes y misiones culturales, la educación artística, la educación física, la labor editorial y promoción de bibliotecas se articulan como piezas de una política educativa que emana de la Revolución y se proyecta a crear un nuevo país. El volumen culmina con la identificación de cuatro grandes tendencias, presentes en el periodo: la liberal, que orienta la educación a la formación de los recursos humanos necesarios para el progreso económico, el afianzamiento de la democracia y el control social; la populista, que privilegia la educación de las masas, la escuela rural, las misiones culturales y el, cooperativismo; la radical, derivada del movimiento radical laborista y expresada en la propuesta de la "escuela racionalista" (que presagia la socialista del Cardenismo); y la de Vasconecios que impulsa la educación como respuesta a las necesidades más urgentes del país, aporta una definición de la buscada "alma nacional" (el sentido de identidad de México a partir del mestizaje) e intenta modernizar el país dentro de una perspectiva de humanismo universal.
El autor, que ya trató en el volumen anterior de la primera de estas tendencias y tratará en el siguiente de la última, establece un análisis comparativo de las otras dos. Para esto recurre a sus principales expositores. Moisés Sáenz como representante de la populista, y Vanconcelos.
La pregunta fundamental que guía la obra -¿alguna de estas tendencias llega a constituir una verdadera filosofía educativa en sentido riguroso (por contener una visión del mundo y del hombre, un conjunto de valores y una teoría del conocimiento y de la educación)?- queda sólo implícitamente contestada, y en forma negativa. Como el examen de la tendencia liberal del porfiriato (en el primer volumen) conducía a comprobar las insuficiencias
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