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Fines Del Estado


Enviado por   •  21 de Febrero de 2014  •  5.171 Palabras (21 Páginas)  •  236 Visitas

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erecho Político - Fines del Estado

Enviado por celiavaesken

Indice

1. Fines del Estado

2. Clasificación de los fines del estado

3. El Neoliberalismo

4. Socialismo

5. El Sindicalismo y su evolución

1. Fines del Estado

Al fin del estado, lo que podemos visualizar desde una perspectiva trialista o tridimensional. Es decir:

Desde el orden de la realidad de los comportamientos políticos.

Es decir en la política como actividad que se despliega a través de conductas de gobernantes y gobernados, todo lo que se hace se hace para alcanzar un fin al termino de la actividad, habiéndolo imaginado, deseado y propuesto primero y antes en la intención.

Desde el orden de las normas jurídicas:

El fin del estado aparece descripto y formulado mediante normas sean estas escritas o no. La constitución del estado contiene la descripción de sus fines.

Si tomamos una constitución formal o escritura como la nuestra, el fin es enunciado fundamentalmente en el preámbulo, afianzar la justicia, promover el bienestar general, asegurar los beneficios de la libertad, consolidar la paz, promover a la defensa común..

En el orden del valor de la justicia:

El fin a que debe ajustarse el estado para ser justo es el bien común o la realización del mismo valor justicia.

El estado – cada estado empírico – debe promover el bien de la comunidad, la buena convivencia, justamente ordenada en beneficio de los hombres. Es fin es propuesto por el derecho natural, es el derecho que naturalmente tiene el estado y al que ha de dar acogimiento para no incurrir en desviaciones injustas.

2. Clasificación de los fines del estado

Fines Objetivos:

Para este punto de vista, el fin de una cosa o de un ser está dado objetivamente por la propia naturaleza de esa cosa de ese ser. La causa final del ser determina su esencia y expresa su razón de ser. En el estado el fin es objetivo.

Fines Subjetivos:

No se trata de comprender que el fin objetivo, sin dejar de ser tal, es asumido y cumplido subjetivamente por cada estado, conforme a la circunstancia de lugar y de tiempo.

La teoría de los fines subjetivos tiene otro fines o sentido implica renegar de la existencia de un fin objetivo "dado" por la naturaleza a todo estado y admitir solamente que cada estado empírico tiene el fin específico y concreto que él mismo elige y se atribuye. Es fácil entender que si no hay un fin naturalmente objetivo, el estado ha de asignarse artificialmente un fin subjetivo.

Fines Particulares:

En alguna medida el fin subjetivo de cada estado es para él su fin particular. Sin embargo suelen considerarse fines particulares, no tanto los que subjetivamente elige cada estado si no más bien lo que dentro de los subjetivos, se forja un estado en un momento histórico determinado, casi diríamos como vocación suya a cumplir ocasionalmente.

Fines absolutos:

Son lo que desde una posición valorativa, se asignan al estado de modo inflexible, sin admitir desviaciones. De ningún modo el estado debe apartarse de ese fin. En alguna medida los fines objetivos pueden considerarse absolutas, pero en otro aspecto, una teoría de fines subjetivos también pueden preconizar, valorativamente que pese a no haber un fin naturalmente objetivo, el que subjetivamente elige el estado se absolutiza.

Fines relativos:

Un relativismo absoluto despoja al estado de fines objetivos y absolutos y convierte a los fines subjetivos en relativos. Una postura más moderada, ajusta los fines objetivos a las circunstancias cambiantes y a las necesidades históricas.

Fines universales:

La teoría del fin objetivo rige a tal fin en universal, es decir, en el fin que debe alcanzar todos los estados. De manera análoga, la teoría de fines absolutos. Pero también la de los fines subjetivos puede proponer dichos fines con el mismo carácter universal, no reservándonos para un estado, sino extendiéndolos a todos.

Fines exclusivos y fines concurrentes:

Los exclusivos: son los que incumben nada más que al estado.

Los concurrentes: son lo que, sin salir de su órbita, admiten participación y colaboración por parte de los individuos y de las sociedades imperfectas.

Las ideológicas.

La ideología de todo estado implica una toma de posición valorativa acerca del fin que esa ideología adopta.

Por fin y en definitiva, todo estado resuelve su modo de organización según principios ideológicos, valoraciones y fines que impulsan y dinamizan la realidad de su régimen político.

Liberalismo.

Es una ideología individualista que concibe al hombre como individuo autónomo, racional, motor fundamental de un mundo dominado por la armonía resultante del libre juego de los intereses y se le otorga al estado la función de asegurar los derechos individuales como: la vida, la propiedad privada, la libertad como supremo valor y la igualdad. Hay un liberalismo filosófico que sustenta la libertad intelectual del hombre frente a todo dogma o verdades impuesta por una autoridad. El liberalismo tuvo su origen en el renacimiento siglo XIII con el proceso de secularización de la vida humana sustraída del ámbito religioso, como la desintegración de la economía feudal, el fomento de la reforma religiosa por Lutero con la consiguiente quiebra de la unidad cristiana y el surgimiento del estado nacional en Europa.

En el liberalismo el individuo aparece como una unidad dotada de razón y de voluntad hasta entonces desconocida por el mundo antiguo y la cristiandad, en la que la razón pasa a ser fuente del derecho natural y la voluntad origen de la sociedad civil; en lo económico el liberalismo surge como una reacción de la economía mercantilista especialmente apegados a la idea de los fisiócratas que acuñaron el eslogan "laissez faire" que significa dejar hacer y dejar pasar, es decir, esto expresaba la necesaria libertad que exigía la economía burguesa.

3. El Neoliberalismo

Antecedentes

Es tan legítimo afirmar hoy que el liberalismo es la ola del futuro como lo era hace un par de décadas decirlo del socialismo. De hecho, bajo formas benignas o malignas, el socialismo prevaleció en el mundo hasta bien entrados los años Setenta. Luego, vino la desilusión. ¿No podría ocurrir algo similar con el Neoliberalismo? Todo buen liberal tendría que preguntárselo.

La preocupación surge al recordar que en el siglo XIX hubo también una oleada de libertad. No existe latinoamericano que no pueda señalar alguna

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