Francesco, Una Vida Entre El Cielo Y La Tierra

FRANCESCO

Este libro es de superación personal, cuenta con veintitrés capítulos en los cuales nos muestra que más allá de lo que todos pensamos, la muerte no es el fin sino un paso de transformación para tener la oportunidad de aprender y mejorar lo que en vida hicimos mal. Francesco era un hombre de 55 años de vida que sufrió una larga enfermedad la cual lo llevo a la muerte, y al morir, su espíritu se desprendió de su cuerpo y llegó a un lugar desconocido. Pronto comprendió que había muerto pero le costó darse cuenta que estaba en el cielo y darse cuenta que era mucho mejor de lo que todos en la tierra decían de él, pues era un lugar mágico, todos los que pasaban estaban vestidos de blanco, sus ropas parecían de lino transparente y cuando volteaban a ver a Francesco lo veían con una gran sonrisa, la temperatura del lugar era agradable, hasta el aroma que se percibía era diferente, incluso en ese lugar se sentía pleno como no lo hacía en años. Francesco tenía muchas dudas, pero pronto conoció a un ángel llamado Ariel quién le dio una breve bienvenida, lo hizo recordar sus últimos días en vida, cuando Francesco estaba postrado en la cama del hospital conectado a todos esos aparatos, estaba frustrado, había perdido la noción del tiempo y únicamente deseaba curarse y salir de ahí y otros días le pedía a Dios que lo llevara con él al ver a sus hijos y esposa tristes y angustiados, después Ariel lo llevó a la que sería su habitación. Momentos después conoció a otro ángel llamado José quien sería su primer maestro guía, y él le explico que se encontraban en el Primer Cielo y que su misión sería enseñarle algunas lecciones de vida que debería haber aprendido en la tierra, le dio ejemplos recordándole ciertas situaciones en la vida pasada de Francesco y le señalo como debió sobrellevarlas en su momento, le resaltó que la vida se debe disfrutar siempre sin importar que sucedieran cosas malas, que se puede vivir feliz todo el tiempo mientras se viva pero no es fácil porque la felicidad siempre va atada a un deseo externo, y va a surgir otro deseo más que te hará falta para seguir siendo feliz, y así transcurre la vida corriendo detrás de ilusiones, sueños y objetivos. José le explico también que la felicidad depende de uno mismo y no por egoísmo, si no que al ser felices nosotros, podemos transmitirlo a alguien más. Poco después Francesco conoce al ángel Agustín, quien viene a hablarle de los sueños, lo cuestiona sobre los sueños que Francesco tuvo en vida y cuántos de ellos cumplió a lo que Francesco responde que el haber conocido a su esposa, tener a sus hijos, su casa, su auto, pero en realidad nunca pensó en construir su mundo, nunca tuvo sueños o metas fijas y los últimos años de su vida decidió no hacerse ilusiones porque se sentía viejo y por muchas excusas más, pero Agustín le explico que una persona sin sueños ni ilusiones es como un barco a la deriva que

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