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GOBIERNO OLIGARQUICO


Enviado por   •  24 de Mayo de 2014  •  1.280 Palabras (6 Páginas)  •  286 Visitas

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Hacienda y finanzas de un Estado oligárquico. El Salvador, 1874-1890.

Este ensayo muestra que la estructura impositiva del estado salvadoreño en los años 1874-1890 era extraordinariamente regresiva, pero muy consistente y coherente en el tiempo. Existía una gran sintonía entre la política del gobierno y los intereses no sólo de los grandes productores cafetaleros, sino también de los grandes comerciantes, acreedores del Estado y miembros a su vez de empresas contratistas con el gobierno. Se sostiene la idea que Estado salvadoreño era una estructura ocupada y manejada por las clases dominantes, casi sin necesidad de negociar o pactar con los intereses de otros sectores de la población, que se constituía como un proyecto muy sólido y que, además, se prolongó en el tiempo.

Estado, Estructura impositiva, Gobierno, Clases dominantes

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2Hacia el último cuarto del siglo XIX en la convulsa historia centroamericana comenzaba a disminuir, no a concluir, la actividad bélica. En sus sociedades, los conflictos armados internos e internacionales dejaban paso lentamente, en ambos planos, a un creciente predominio de renovadas y más intensas relaciones económicas. Esto estaba directamente relacionado con la acelerada inserción de la región, como de América Latina en general, en la expansión de la economía internacional impulsada por la industria de buena parte de Europa occidental y de los Estados Unidos1.

El Salvador estaba inmerso en este proceso y el signo más evidente de ello era el desarrollo de la producción del café, cultivo que creció desde la década de 1840, hasta que a mediados de la década de 1870 superó al añil, producto tradicional, en términos de valor como principal producto de exportación. De esta forma, entre otras, la economía salvadoreña respondía a la demanda generada en los países industriales al tiempo que, por otra parte, el consumo del añil caía fruto de la competencia de la producción en otras regiones mundiales y de la aparición de tintes alternativos industriales. En menor medida, El Salvador intentó también encajar en la demanda internacional con otros productos como el cacao, el bálsamo, el azúcar o el hule, aunque sin acercarse a la importancia que alcanzó el café[2].

3 En términos generales los cambios necesarios en la economía nacional para ajustarse a dicho proceso fueron manejados por los grupos oligárquicos, tanto en el terreno de la producción – acceso y propiedad de la tierra, relaciones de trabajo y organización de la producción -, como en el de la distribución, en el del comercio y, muy importante, en el de la financiación que fue necesaria para la gran transformación que todo ello supuso. Como consecuencia, resultaron afectadas las estructuras productivas agrarias3. Hacia el tercer cuarto del siglo XIX El Salvador mantenía su carácter de país agrario – pese a lo cual importaba harina -, con una escasísima producción manufacturera y cuya economía, a rasgos muy esquemáticos contenía4 :

4(a) Un sector campesino, de indígenas o no, que sobrevivían en buena medida gracias a su propia producción.

5(b) Un muy amplio espacio de pequeños y medianos agricultores que producían tanto para su consumo como para el mercado interno. Una parte de este sector trabajaba también, a pequeña escala, cultivos para la exportación que comercializaban por medio de agricultores mayores y/o exportadores. La escasez de sus rentas los llevaba frecuentemente a convertirse en jornaleros alquilando su trabajo a salarios de pobreza o pidiendo crédito para poder subsistir. En este espacio había sectores significativos de artesanos que combinan producción agraria y pequeña producción artesanal.

6(c) En términos de tamaño, podría hablarse de otro ámbito de productores agrarios de mayor envergadura, que combinaban cultivos tradicionales con una producción orientada sobre todo al mercado internacional. En la medida en que el añil dejaba paso al café, la existencia de grupos agrarios poderosos fue desplazándose de oriente a occidente por donde se expandió con más fuerza el grano. Miembros de estos sectores formaron parte de la administración central y departamental, del ejército, de la Asamblea Nacional, así como del sistema judicial del país. En general obtenían sus principales ganancias de la venta para la exportación de cultivos en los que utilizaban mano de obra barata de colonos – no siempre asalariados – y jornaleros5 pero, también, de la compra frecuente de cosechas de dichos cultivos por adelantado a pequeños productores – las “habilitaciones” -, operación en la que igualmente obtenían

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