Geertz Resumen Riña De Gallos

GEERTZ, Cliford La interpretaciónde las culturas. Capitulo 15

JUEGO PROFUNDO: NOTAS SOBRE LA RIÑA DE GALLOS EN BALI

En este capítulo, Geertz nos quiere hacer comprender la situación vivió como observador cuando, por primera vez, se acerca a su campo de estudio en Bali, tan diferente a otros lugares donde había estado anteriormente y en los que su mera presencia fue causa de expectación.

“Cuando uno conoce por primera vez a un hombre de Bali, éste parece virtualmente no mantener ninguna relación con uno; está “ausente”. Luego (un día, una semana, un mes después), el hombre decide, que uno es realmente y entonces se convierte en una persona cálida, alegre, simpática aunque, por ser balinés, siempre medidamente controlada. En ese momento uno ha cruzado de alguna manera una frontera moral o metafísica. Aunque no se lo tome a uno como un balinés, por lo menos lo miran como a un ser humano.”

Nos dice que la postura del antropólogo en el campo debe responder al principio de “dónde fueres haz lo que vieres”, comportarse de manera que no cause impacto o rechazo en los sujetos de la sociedad o grupo social objeto de estudio. Aunque pensemos que somos seres extraños y en ocasiones, hasta invisibles, descubre que tras unos días observando, en la aldea sabían perfectamente quienes eran y lo que estaban haciendo allí.

Compartir con los sujetos una situación de conflicto les hizo visibles y además centró la atención de todos hacia ellos, hizo que fuesen aceptados y les abrió la puerta para la observación.

Respecto a la simbología de la riña de gallos, los balineses parecen asimilar en ellas la lucha entre los hombres, puesto que los gallos se identifican con el hombre que los posee, se convierten en el símbolo de la masculinidad por excelencia. Aquellas palabras que designan al gallo, también sirven para hablar del héroe, el guerrero, el campeón… y lo que designa al hombre cuya conducta no se corresponde con lo que debería ser, son descripciones de gallos sin cola que se comportan como si la tuviesen.

El gallo es la expresión simbólica del dueño, de su yo masculino y narcisista, a pesar de que la comparación con animales es considerada en Bali como algo repulsivo, incluso las acciones biológicas del hombre, comer, defecar, son vistas como algo repugnante que debe hacerse en privado para no ser asociados a los animales.

Esta identificación del hombre balinés con su gallo no le identifica sólo con su yo ideal o con su ene, sino también con aquello que más teme, odia o fascina, “la potencia de las tinieblas.” La conexión de la riña con esas potencias es clara, no se debe celebrar un festival en el templo sin que tuviese lugar una riña de gallos antes, esto significaría que posiblemente ocurriesen situaciones perjudiciales para la aldea, en la riña se funden el bien y el mal, el hombre y la bestia.

Perder o ganar en la riña de gallos no es sólo una cuestión del juego, afecta socialmente, anímicamente, comparan el hecho de ganar la pelea con el cielo y perder con el infierno.

Se actúa como si no estuviese ocurriendo, sólo quienes participan con sus gallos se ocupan de concertar la riña, el ritual de colocar los espolones, que sólo unos pocos hombres sabe hacer,

La lucha tiene reglas muy elaboradas y detalladas que han sido transmitidas de generación en generación y forman parte de la tradición legal y cultural de las aldeas, el árbitro de las peleas es quien tiene que aplicarlas y su autoridad es absoluta, deben ser ciudadanos “dignos de confianza y de discernimiento reconocido”.

Las riñas de gallo tienen un doble carácter, su parte natural muestra la rabia desenfrenada y tomado por su lado cultural, es “forma perfeccionada”, el proceso comienza y termina en cada riña y las personas que intervienen se relacionan a través de un flujo común de actividades sociales. Lo que Erving Goffman llamó “reunión focalizada, “toman su forma de la situación que las suscita, del suelo en que están situadas…es una forma, y una forma articulada.” Son una expresión de rivalidad y estatus, formaban parte de la moral social.

En las riñas por dinero, hay diferentes modos de apuesta, pero en todas ellas, el pago se efectúa inmediatamente después de terminar y antes de comenzar la siguiente, en parte por las consecuencias que podría traer no hacerlo, pero sobre todo porque las apuestas conectan las riñas con la cultura de Bali. Los sistemas de apuestas centrales y periféricas forman parte de un sistema más amplio y su conocimiento conduce a una idea fuera de lo económico de lo que supone “la profundidad” del juego.

El concepto de “juego profundo” de Bentham, designa un juego en el que lo que se arriesga es tanto que, desde el punto de vista utilitario, es irracional que los hombres se lancen a semejante juego, se plantea una situación temeraria, una reunión en la que se busca un momento agradable y se encuentra sufrimiento más que placer, por lo que su conclusión es que se trata de algo inmoral que debería estar prohibido legalmente.

Para los balineses no es cuestión de dinero o de algo útil, el juego en la riña de gallos es un símbolo moral, se juega algo más que las ganancias, lo más importante son las consideraciones públicas, el honor, el respeto, el estatus, no de una manera real puesto que no se altera realmente, sino de forma simbólica, lo que tiene un gran significado para los balineses, en la riña exponen públicamente su “yo” metafórico a través de su propio gallo.

Por otro lado, la riña sirve para separar a los jugadores desenfrenados, que son despreciados por los “verdaderos galleros”, lo que a través de ella, se forma

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