Gestion Social
Enviado por he1ma2is3 • 11 de Junio de 2014 • 1.194 Palabras (5 Páginas) • 226 Visitas
2.2.1 Concepto de Gestión Pública.
En el contexto actual del conocimiento de la administración pública surge un nuevo término: gestión pública. La mayoría de las veces, el término se confunde o se interpreta solo como el quehacer del gobierno, específicamente del poder ejecutivo como quien toma decisiones del Estado, sin considerar que va más allá.
Gestión pública, como tal, proviene del galicismo gestión publique; señala el uso de las relaciones entre las organizaciones para facilitar el quehacer del gobierno.
Para Ospina (1993, p. 39), la gestión pública connota un sentido más agresivo orientado a la acción y a la solución creativa de los problemas de administración, dentro de un contexto de innovación, con la ayuda de instrumentos racionales.
Ospina Bozzi, Sonia M. "Gestión, Política Pública y Desarrollo Social: hacia la Profesionalización de la Gestión Pública". Gestión y Política Pública. México, ClDE, vol ll, No. 1, enero-junio, 1993, p. 39.
Esta conceptualización más integral está basada en la aplicación de conocimientos y técnicas modernas, sustentadas en el ejercicio de reflexión sistemática de la práctica profesional, en el contexto laboral.
De esta manera, puede precisarse que gestión pública refiere a la acción o práctica social desempeñada por profesionales situados en posiciones de responsabilidad, con relación a la toma de decisiones en organizaciones públicas.
Albi nos dice, citado por Olías (2001, Pág. 3), que la gestión pública puede caracterizarse como “… el conjunto de decisiones dirigidas a motivar y coordinar a las personas para alcanzar metas individuales y colectivas. El entorno jurídico-político en el que se desenvuelve supone ciertas restricciones respecto del sector privado, pero también un conjunto de recursos propios y singulares para crear valor”.
Olías de Lima Blanca, (2001). La Nueva Gestión Pública, Madrid, España, Editorial Prentice-Hall, Hispanoamericana.
La gestión pública debe por excelencia, establecer nexos en el sector privado, el social y entre los propios organismos que integran el aparato gubernamental. El Estado como centro de atención política, en la economía y su bagaje institucional, debe aplicar la gestión pública dentro del quehacer de las instituciones gubernamentales, para satisfacer las necesidades de la sociedad, enfocadas a la seguridad, manutención, servicios, desarrollo social, entre otras.
La gestión pública legitima al Estado como referente privilegiado de los distintos campos de desarrollo y anticipa posibles ejes de consolidación en función de los cuales fortalecen la dinámica de la reforma o transformación de las prácticas, institucionales y roles de los actores gubernamentales.
La gestión pública es la base previa que apunta a destacar la gobernabilidad y a la legitimidad como elementos fundamentales y condicionantes. Por gobernabilidad, debemos entender a la capacidad hegemónica de un gobierno de dar cabida a los distintos intereses que conforman una sociedad según el régimen político imperante y articular esquemas de conducción que permitan consolidar soluciones de corto, mediano o largo plazo en la agenda de temas prioritarios fijados por los actores sociales y económicos. Por legitimidad, entendemos a la lógica de la existencia misma del Estado como emergente necesario de una sociedad que reclama una institucionalización de prácticas, consensos o dominios que sea funcional a sus necesidades de perpetuación y subsistencia. (Malvicino, 2005)
Sin capacidad de atender las necesidades de una sociedad, el Estado perdería su legitimidad y por lo tanto, otras figuras “coordinadoras” serían aceptadas con capacidad de ordenar, mandar o servir según sea el caso, a la sociedad en su conjunto.
Por lo anterior, en la implementación de un modelo de gestión pública implica adoptar una visión de futuro que advierta sobre escenarios en los cuales el Estado debería asumir nuevos roles e innovar estrategias para la atención de las organizaciones de la sociedad civil.
Para ello, es necesario advertir la emergencia silenciosa o manifiesta de nuevas demandas, nuevos actores,
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