Habilidades gerenciales del liderazgo para el cambio planeado

Habilidades gerenciales del liderazgo para el cambio planeado

Por: Carlota Gastelbondo Barceló

         Los líderes son considerados como un factor importante para que las organizaciones tengan éxito a partir del cambio planeado, que se constituye en la posibilidad de transformarlas permanentemente, adaptándolas a las condiciones de su entorno. De esta manera, el líder se convierte en un agente que gerencia las acciones de cambio, más que un jefe que las dirige.    

     Para el desempeño de las actividades que un líder debe realizar, es importante que cuente con determinadas habilidades, sin perder de vista cuáles son los recursos para su constante crecimiento y fortalecimiento. Es fundamental que se empodere del servicio a los demás porque su rol se da en un proceso de construcción de las personas de su equipo. En esta medida, se considera que el liderazgo exige entonces un nivel de eficiencia, es por eso que Tushman, Newman y Nadler (1988) señalan que los líderes organizacionales deben planear el cambio y desarrollarlo a través de tres fases:

1) contextualización del curso de la estrategia,

2) motivación a las personas de la organización con pasión y optimismo, y

3) distribución eficaz y eficiente de los recursos morales y materiales que los grupos de interés requieren para facilitar la transformación.

     En la primera fase se debe realizar la planeación de la estrategia que se quiere utilizar llevando el paso a paso de las acciones para generar el cambio, al tiempo que se logre identificar los factores clave para la implementación del mismo. Esto debe permitir también la elaboración de iniciativas en forma gradual, según el objetivo a alcanzar.

     Siguiendo con la fase dos en la que se sugiere la motivación a las personas de la organización, es fundamental que el líder desarrolle la capacidad de influir en los demás, esto permitirá proyectarlos hacia el propósito definido informándose de todo para lograr en ellos empoderamiento del proceso organizacional y el compromiso requerido  para el alcance de las metas para el cambio planeado.  Cummin y Worley (2007),  señalan que si los individuos no se sienten motivados y comprometidos, resultará extremadamente difícil descongelar el estado actual. Al hablar entonces de pasión y optimismo por parte del líder, es necesario tener una visión del cambio para que este se dé de manera organizada con el apoyo de las personas involucradas en el mismo y se pase del estado actual al estado futuro.

    Por último, pero igual de importante, en la fase tres se da y se fortalece el proceso de transformación a través de una distribución eficaz y eficiente de los recursos. En este caso, se busca proporcionar medios útiles para implementar el cambio en forma exitosa, sin dejar a un lado las exigencias que la sociedad demanda, y si es necesario desviar los obstáculos asumiendo la organización de manera holística.

     De acuerdo con lo anterior, para que una organización pueda no sólo acostumbrarse al cambio, sino que lo maneje de manera efectiva se necesitan líderes comprometidos, con habilidades gerenciales que le ayuden a lograr un cambio significativo, que asuman el cambio como algo necesario para el éxito de la organización, siempre que se identifiquen cada uno de los factores que afectan su desarrollo y que producen resistencia.

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