Hacia una pedagogía de la solicitud

Capítulo 1. Hacia una pedagogía de la solicitud.

Me han llamado la atención unas cuantas ideas del capítulo. Una de ellas es que como dice el autor, antiguamente sabíamos que íbamos a ser en la vida desde el momento en el que nacimos y por ende, teníamos menos presión e incertidumbre ya que si tu padre era carpintero lo más probable es que siguieses con el negocio familiar pero a día de hoy se nos brindan una gran cantidad de posibilidades en un mundo sumamente competitivo y se nos exige elegir a una muy temprana edad que es lo que queremos ser para el resto de nuestra vida.

Recuerdo que me pasó algo muy parecido hace unos años. Siempre tuve vocación para magisterio pero en el instituto no dejaban de bombardearnos a posibilidades de estudios o trabajos por lo que llegó un punto que no sabía si realmente era vocación lo que tenía o que simplemente era lo único que conocía.

Otra de las ideas con las que más me identifico es la de que la mayoría de los libros educativos no están dirigidos para los niños ya que recuerdo cuando estaba en primaria que los libros de texto me parecían sosos y aburridos pero en cambio cuando mis padres me compraban libros de dinosaurios, naturales, de astronomía o de historia me encantaban y los leía una y otra vez con una curiosidad enorme que crecía a cada página que leía, a día de hoy estoy bastante agradecido por esto ya que si me apasionan estos temas es gracias a los libros que mis padres me compraban de pequeño y desgraciadamente no gracias a la escuela. Pienso que debería ser bastante irreal un mundo en el que un lugar diseñado para aprender y tener curiosidad por todo lo que nos rodea se encargue de hacer justamente lo contrario.

Finalmente me gustaría terminar con la idea que recoge el autor sobre los niños, y es que, como bien dice, todos y cada uno de ellos vienen de un lugar diferente y con unas situaciones personales diferentes, no son recipientes vacíos que llegan a un aula a los que hay que meterles contenido, son personas, y como tales, necesitan un trato cercano y afectivo, que sientan que les importamos y educarlos en valores para que el día de mañana sean grandes personas ya que durante mi etapa escolar principalmente se centraban en retener la máxima cantidad de conocimientos posibles dándonos muy pocas lecciones de vida muy útiles y necesarias para el futuro. Es cierto que los contenidos son muy importantes, pero si lo combinamos con un trato cercano y afectivo existirá un equilibrio perfecto y la verdadera enseñanza tendrá lugar.

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