Halo The Flood
Enviado por Scorpmanuel • 19 de Mayo de 2014 • 2.051 Palabras (9 Páginas) • 329 Visitas
Prólogo 0130 Horas, Septiembre 19, 2552 (Calendario Militar)/ Crucero del UNSC Pillar of Autumn, locación desconocida. El Oficial Técnico (3ra. Clase) Sam Marcus echó una maldición mientras el intercomunicador lo despertó de su profundo sueño. Se frotó sus borrosos ojos y le echó una mirada al reloj de Misión sobre la pared encima de su litera. Había estado dormido por tres horas –su primer siclo de sueño en treinta y seis horas, maldita sea. Peor, esta era la primera vez desde que la nave había saltado que él había sido capaz de poder dormir. ―Jesús,‖ murmuró, ―mejor que esto sea bueno.‖ El ―viejo‖ había puesto a la tripulación de técnicos en tres turnos después de que el Pillar of Autumn había saltado fuera de Reach. La nave era un desastre después de la batalla, y lo que quedaba de la tripulación de ingeniería trabajaba a su máxima capacidad para mantener al envejecido Crucero en una pieza. Cerca de un tercio del personal de técnicos había muerto durante el vuelo de Reach, y cada departamento estaba funcionando con una tripulación esquelética. Todos los demás estaban dentro del congelador, desde luego –el personal no esencial siempre tenía un siesta de hielo durante un salto Hiperespacial. En más de doscientos crucerosde combate, Marcus había acumulado un poco menos de unassetenta y dos horas en crio-almacenaje. Pero justo ahora, él se encontraba tan agotado… Desde luego, era difícil quejarse; el Capitán Keyes era un brillante estratega –y todos a bordo del Autumn sabían lo cerca que él había estado de la destrucción cuando Reach cayó ante el enemigo. Una importante base Naval destruida, y millones muertos o muriendo mientras el Covenant incineraba el planeta acenizas–y así, una de las pocas defensas restantes de la Tierra se transformaba en cadáveres y escoria fundida. Al final, ellos habían tenido la condenada suerte de escapar –Sam no podía hacer nada, pero sentía que todos en el Autumn estaban viviendo en un tiempo prestado. El intercomunicador zumbó de nuevo, y Sam se zambulló fuera de la litera. Cogió el control del intercomunicador. ―Aquí Marcus,‖ él gruñó. ―Siento despertarte, Sam, pero necesito que bajes a Crio Dos.‖ El Jefe Técnico Shephard sonaba agotado. ―Es importante.‖ ―¿Crio Dos?‖ Sam repitió, perplejo. ¿Cuál es la emergencia, Thom? Yo no soy un Crio-Especialista.‖ ―No puedo darte especificaciones, Sam. El Capitán quiere mantenerlo fuera
del COM,‖ contestó Shephard, su voz casi un susurro. ―Sólo en caso de que tengamos espías.‖ Sam hizo una mueca al tono de voz de su superior. Él Conocía a Thom Shephard desde la Academia y nunca había oído al hombre sonar tan sombrío. ―Mira,‖ dijo Shephard, ―Necesito a alguien de quien pueda depender. Te guste o no, ese eres tu, viejo. Tu has verificado sistemas de Crio.‖ Sam suspiró. ―Hace meses… pero si.‖ ―Estoy enviando un reporte a tu terminal, Sam,‖ continuó Shephard. ―Eso contestará algunas de tus preguntas. Bájalo a un portátil, toma tu equipo y ven aquí abajo.‖ ―Entendido,‖ dijo Sam. Se puso de pie, se encogió dentro de la túnica de su uniforme, y dio un paso hacia su terminal. Activó la computadora y esperó por el archivo de Shephard. Mientras esperaba, sus ojos se fijaron en una fotografía en el borde de la pantalla. Sam rozó sus dedos contra la foto. La hermosa mujer congelada en la foto le sonrió. La terminal sonó mientras el archivo enviado por Shephard aparecía. ―Recibiendo el archivo, Jefe,‖ dijo cogiendo el intercomunicador. Abrió el archivo. Un ceño fruncido aumentó sus ya cansadas características mientras un nuevo mensaje se desplegó a través de su pantalla. >ARCHIVO CODIFICADO/SÓLO PARA SUS OJOS/MARCUS, SAMUEL N.NS/:18827318209-M. >LLAVE DE DESCRIPCIÓN: [PERSONALIZADA: ―ANIVERSARIO DE HELLEN‖] El miró de regreso hacia la foto de su esposa. No había visto a Ellen en casi tres años –desde su última licencia de bajar a la Tierra, de hecho. No sabía acerca de nadie en servicio activo que hubiera sido capaz de ver a sus seres queridos por años. La guerra simplemente no se los permitía. El ceño de Sam se profundizó. El personal del UNSC en general, evitaba hablar sobre la gente en casa. La guerra había marchado mal por tanto tiempo que la moral estaba por los suelos. Pensando acerca del hogar sólo hacia las cosas peor. El hecho de que Thom hubiera personalizado la seguridad de codificación era bastante mente inusual; recordándole a Sam a su esposa en el proceso era completamente fuera de carácter del Jefe Shephard. Alguien estaba siendo demasiado concienzudo sobre la seguridad al punto de la paranoia. El presionó una serie de números –la fecha de su boda– y activó el sistema de decodificación. En segundos, la pantalla se llenó con esquemas y lecturas técnicas. Sus ojos escanearon el archivo –y la adrenalina repentinamente golpeó a través de su fatiga como un relámpago. ―Cristo,‖ él dijo, su voz repentinamente ronca. ―¿Thom, esto es lo que… creo
que es?‖ ―Malditamente, baja a Crio Dos pero ya, Sam. Hemos conseguido un importante paquete para descongelar –y pronto caeremos de regreso a espacio real.‖ ―Voy en camino,‖ él dijo. Mató la comunicación del intercomunicador, su agotamiento se le había olvidado. Sam rápidamente pasó a su libreta de datos el archivo técnico y borró el original en su computadora. Se dirigió hacia la puerta de su habitación, entonces se detuvo. Alcanzó la imagen de Ellen de su estación de trabajo–y la metió dentro de su bolsillo. Se dirigió hacia el elevador. Si el Capitán Quería que el habitante de Crio Dos reviviera, significaba que Keyes creía que la situación estaba apunto de pasar de mal a peor… o que ya lo estaba. A diferencia de los buques diseñados por los humanos –en los cuales el área de comando estaba casi siempre hacia la proa de la nave –las naves Covenant estaban construidas de una manera más lógica, lo que significaba que sus cuartos de control estaban enterrados muy profundo dentro de sus cascos blindados, haciéndolos impermeables a todo excepto a un golpe mortal. Las diferencias no terminaban ahí. En lugar de rodearse a ellos mismos con todo tipo de interfaces de control, más el personal requerido,los Elites preferían comandar desde el centro de un una yerma plataforma sostenida por una celosía de vigas opuestas a
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