.Hola, yo soy Roberto Robato, si es que estas leyendo esto, es porque ya no estoy vivo.

Mi historia

Hola, yo soy Roberto Robato, si es que estas leyendo esto, es porque ya no estoy vivo.

Bueno, me presento mejor, mi nombre es Roberto Robato Estaño III.

Nací en España, soy hijo de Roberto Robato Estaño II y de María Magadalena Padilla, mi familia es muy reconocida en España y somos muy adinerados gracias a la empresa de periódicos de mi padre.

Estoy escribiéndole a usted en el papel de hojas que yo mismo hice con hojas de palma, y con carbón que encontré por ahí.

Les contaré mi historia:

Yo siempre quise ser marino, y como mi padre me encargo una empresa suya de comercio de telas, que importaba a la india, yo quise ir con el barco a navegar y a conocer.

El 15 de noviembre de 1586 salimos de España.

24 de enero de 1587: los días nos habían tocado muy buenos, algunos con un poco de lluvia hasta ese demoniaco día. Recuerdo que yo estaba durmiendo en mi pieza, era muy cómoda ya que por ser hijo del dueño de la empresa y del barco tenía muchos privilegios, vi el resplandor de relámpagos y el sonido de los truenos, yo supuse que era muy normal que en altamar hubieran tormentas, eso creí 15 minutos hasta que el barco se comenzó a menear muy fuertemente, escuche a mi buen amigo Luis, que era el capitán del barco, gritar muy fuertemente que Dios nos Había maldecido, creí que era muy raro oír a Luis decir eso, pes era un tipo de un talante muy tranquilo.

En eso, subí a cubierta, cuando vi una enorme hola, aproximadamente de 15 metros que se acercaba a nosotros creciendo y creciendo.

Yo me amarre a una mesa, con una soga cundo la ola chocó con el barco, desde eso ya no recuerdo más.

Después de 15 días que yo aproximo que fueron , vi tierra, estaba hambriento, pero no tanto ya que un cuervo que creía que estaba muerto por mi delgado cuerpo se posó en mi y lo capturé y lo mate, la lavé con el agua de mar y comencé a comerlo.

Llegue a tierra, y encontré al cuerpo de Luis muerto en la orilla. Por respeto a mi religión lo enterré y con el dolor de mi alma no lo comí.

He estado contando los días desde que llegue y llevo 6 meses en esta infernal isla, no hay mucho que comer solo cocos, mangos y las hojas de palmera que las hiervo y son comestibles, aunque tienen un sabor muy malo, no se comparan ni un poco con los guisos de cordero de mi madre.

Mes 8 desde que llegue, ahora ya no hay comida porque me la acabé toda, Hasta las hojas de palmera.

He salido a buscar comida pero no encontré nada.

Solo encontré unos barrancos, que son mi última opción, pero creo que también la única, he hecho una última fogata por si acaso pero no vi nada, creo que tendré que hacerlo.

Me he comido mi último mango, estaba demasiado maduro, pero fue lo más delicioso que he comido jamás, lo aprecie mucho, esa fue mi última comida.

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