Homo Videns
Enviado por PequitasFran • 24 de Noviembre de 2013 • 1.805 Palabras (8 Páginas) • 226 Visitas
GIOVANNI SARTORI, HOMO VIDENS, “La sociedad teledirigida”
La obra de Giovanni Sartori publicada en el año de 1997, aborda el papel que están desempeñando los adelantos tecnológicos como la multimedia y la televisión con un impacto muy grande en el público, así como también las características de la opinión pública en las democracias representativas de hoy, fuertemente dirigidas por el mundo de las imágenes y de los sondeos de opinión.
Aunque el libro es de fácil y rápida lectura, no por eso es una obra superficial ya que nos invita a reflexionar sobre el mundo que estamos viviendo y nos ayuda a darnos cuenta de los eventuales peligros a que podrían llevarnos la tecnología multimedia y muy particularmente la televisión, ya que se erige como el único factor de socialización de la persona desde su niñez. Sin embargo, es un libro que cumple con el papel de alertar, de llamar la atención a todas aquellas personas involucradas en procesos educativos, tanto a nivel familiar como institucional respecto de la influencia de la televisión en el plano individual, político y cultural.
La cultura audiovisual es inculta y por lo tanto, no es cultura, afirma Sartori, ya que define al “homo sapiens”, como producto de la cultura escrita, y que ha evolucionado al “homo videns”, que es producto de la imagen. Esta es la idea y tesis central de Sartori donde la televisión y el video (imagen) modifican radicalmente y empobrecen el aparato cognoscitivo del “homo sapiens”, a tal punto que anula su pensamiento y lo hace incapaz de articular ideas claras y diferentes, hasta llegar a fabricar lo que él denomina un “proletariado intelectual”, sin ninguna consistencia
El periódico excluye a los analfabetos que no saben leer. La radio no; por ello, acostumbra a simplificar y a ser más breve. La TV aún ofrece menos información, ya que suele informar sólo de aquello de lo que también se tienen imágenes. Ésta es la gran diferencia con los dos medios anteriores, que no tienen por qué estar en el lugar de los hechos. Este hecho aldeaniza la información que la TV ofrece, porque deja al margen los territorios de difícil acceso. Además, la obligación de mostrar genera el deseo de mostrarse: a veces incluso se fabrican sucesos expresamente para la TV, por su capacidad de impacto.
Es más, el autor afirma que la televisión en la época actual no sería solo un instrumento, sino que es una “paideia”, un medio que genera un nuevo “ántropos”, esto es, un nuevo tipo de ser humano. Me parece tan radical esta afirmación, porque equivale a imaginarme que el hombre está expuesto a un sólo tipo de influencia (la televisión) en el mundo moderno, dejando de lado otros factores de socialización.
Recordemos que en “la teoría de la democracia” Sartori nos plantea que el mundo construido por Orwell es una pesadilla “pero no un imposible”, puesto que “el sistema totalitario unicentrico de fabricación de la opinión es ya una realidad plena. ¿Se trata pues de un individuo aislado que al actuar se transforma en una masa homogénea, con una mente empequeñecida que cae a veces en el conflicto? Al menos es a lo que apunta en el capítulo 3 de la obra titulado “la aldea global”
Sartori arremete decididamente en contra de la televisión, ya que ella sería la primera escuela del niño, formado en la imagen y después, transformado en un hombre que no lee, cuya capacidad de abstracción y de entender se ha visto empobrecida. Esta afirmación me parece particularmente grave, puesto que aunque Sartori no lo dice explícitamente, debemos reconocer que en la época actual hay dos instituciones socializadoras en crisis: la familia, como primera formadora de hábitos, valores y actitudes y la segunda en importancia cronológica: la educación, las que deben ir en estrecha consonancia al menos en los primeros años de formación de la persona.
Si la familia y la educación están en crisis y si la persona desde pequeña está expuesta a un solo factor de socialización, la solución pasa por mejorar los dos primeros elementos y la calidad de la televisión. Es necesario que entendamos que el problema de fondo no está en que los medios de comunicación o los otros elementos de socialización sean buenos o malos en sí. En lo que se refiere a los medios de comunicación en particular, “el uso que la gente hace de ellos puede producir efectos positivo o negativos”. y ellos “no son fuerzas ciegas de la naturaleza fuera del control del hombre”.
Es más, “la gente elige usar los medios de comunicación social con fines buenos o malos, de un modo bueno o malo” Se trata de opciones que el hombre hace. Me parece que este es el punto central que Sartori no aborda al menos en este libro: una visión esperanzadora del hombre, que tiene siempre abierta la posibilidad de escoger el bien.
En esta obra Sartori se concentra solamente en los efectos cognoscitivos que la televisión produciría en el hombre. Se olvida que no basta la información para que exista una correcta opinión pública que sirva de contrapeso real a otros poderes de la sociedad. El “homo videns” sólo podría resurgir como una persona si a la dimensión cognoscitiva se le agrega la dimensión ética-formativa. No concebimos una opinión pública que no esté conformada por personas con una correcta información y conocimiento, sino también y lo que es más importante, con un reconocimiento de la verdad, lo que le permitirá
...